La ética y la dirección de empresas, ¿un tándem posible?
A veces no es nada fácil encontrar los términos “ética” y “empresa” juntos. Popularmente se cree que la esencia de un elimina al otro y en ello justificamos la falta de un tejido de empresas que realmente apuesten por unas condiciones garantistas, pero la sociedad ha cambiado y necesita que el entorno laboral también lo haga. Un cambio de paradigma donde las dinámicas de empresa pongan en marcha estructuras más justas para todos, por ejemplo, podría ser una de las maneras.
Cuando hablamos de ética en las empresas, nos concentramos básicamente en la “elección” ética entre posibles opciones para un problema concreto y definido. Nos gusta pensar que ante un problema, existen varias opciones, y podemos ordenarlas de muy poco éticas. Por lo tanto, todo se reduce al utilizar unos criterios éticos, de clasificación de las opciones, y optar por la más ética de entre las posibles. Pensar que esto es posible y tratar de afrontar la ética empresarial de esta manera nos aporta tranquilidad, pero se trata de una falsa seguridad. Lleva implícita la conclusión de que todos los problemas tienen soluciones éticas y no éticas, y que por el simple hecho de escoger criterios de decisión correctos, ya nos llevará de manera unívoca a escoger opciones del grupo de las soluciones éticas.
La ética como asignatura aislada
Lo peor llega cuando queremos realizar formación en ética empresarial pensando de esta manera, entonces sí que el lío puede ser monumental, así como la frustración posterior. Y si miramos la mayoría de formación empresarial, la ética es una sencilla “pastillita” que se da al margen de las asignaturas troncales, como si el directivo pudiera separar las decisiones que necesitan “ética” de las que no. En decisiones muy técnicas, tal vez sea posible, pero en la mayoría de decisiones es inseparable la parte ética de la que no lo es.
Pero en la formación para directivos se tiende a una curiosa especialización. Los cursos de ética se hacen aparte y muchos directivos creen que allí recibirán las recetas básicas que les permitirán elegir con ética entre una recua de opciones posibles. El mismo hecho de hacer un curso de “business ethics” permite caer en el pensamiento simple de que existe una página de pintura ética que de manera automática transforma las soluciones en soluciones éticas. El directivo puede pensar que en esta formación especializada aprenderá a pintar de color de rosa cualquier decisión. Pero la realidad indica que está en el mismo planteamiento del problema y en la justificación de este, si las opciones son exhaustivas, donde radica la verdadera ética.
Trabajar la empatía también con los trabajadores
Así pues, la ética no solo se encuentra en la elección entre opciones, sino en la propia definición del problema empresarial existente. Y también en qué opciones nos planteamos como posibles para solucionar el problema concreto. Por ejemplo, imaginemos que hemos considerado que tenemos dos opciones: despedir y no despedir a un trabajador. Lo que deberíamos hacer, es ir un paso atrás y ver qué es lo que queremos despedir. Definimos el problema y vemos que lo que pasa es que tenemos un trabajador que siempre llega tarde. Pero hay que ir un paso más allá y conocer porque llega tarde, y más o menos algo para compensar su tardanza. También las implicaciones que tiene el hecho de que llegue tarde. ¿Sale perjudicado alguien? ¿Afecta el buen funcionamiento de la empresa? Y una vez definido el problema, deberíamos ver las opciones posibles para solucionarlo (no simplemente despedir o no). No parece que despedir sea la única opción. También podría plantearse un cambio de jornada, amonestar, avisar de que llegar tarde afecta a la productividad, y un largo etcétera de opciones.
Parece bastante claro que el componente ético de la acción directiva es transversal en todo el proceso: cómo definimos el problema, qué soluciones planteamos como posibles, y cómo elegimos la más adecuada. La ética no puede ser reduccionista e ir directamente a la elección. Pero además, también debe ser transversal e impregnar todas las disciplinas de dirección de empresas. Reducir la ética a la mera elección ética desnuda la tarea del directivo. Hace que el directivo sea menos completo y su tarea no se muestre en toda su importancia. Le empequeñece y también hace empequeñecer el resultado de la buena dirección de empresas: el bien común en mayúsculas.
Si quieres que tu negocio haga un gran salto, utiliza 11Onze Business. Nuestra cuenta para empresas y autónomos ya está disponible. ¡Infórmate!
Algunos conceptos son fundamentales para entender por qué estamos al borde de una recesión, hacia dónde se encamina el nuevo orden económico mundial y quiénes serán sus grandes protagonistas.
El “Gran Reinicio” es el nombre de una iniciativa del Foro Económico Mundial que pretendía repensar el modelo económico capitalista una vez superados los estragos provocados por la pandemia. La realidad es que a la crisis sanitaria se han sumado una crisis de deuda y una crisis inflacionaria que nos han situado al borde de la recesión.
En el contexto actual, el “gran reinicio del capitalismo” que reclamaba este organismo internacional se hace más necesario que nunca. Repasamos algunos conceptos clave para entender cómo hemos llegado a una situación cercana al colapso y qué factores condicionarán el futuro próximo de la economía.
Asia
El eje de la economía global se está desplazando de Europa y Estados Unidos hacia Asia. Según un estudio de la consultora McKinsey, en 2040 el continente asiático supondrá más de la mitad del producto interior bruto mundial y un 40 % del consumo. La pérdida de protagonismo de Europa es evidente y el FMI prevé que al menos la mitad de los países de la eurozona entrarán en recesión en los próximos meses.
Cambio climático
El calentamiento global ha obligado a dejar atrás la idea de un crecimiento ilimitado a expensas de agotar los recursos naturales y ha dado paso a la idea de la economía circular, con oportunidades en el campo de la economía “verde”. Como ha puesto de manifiesto la COP27, ahora falta definir hasta qué punto los países industrializados van a asumir el coste económico del cambio climático que han generado y qué medidas están dispuestos a adoptar para ralentizar el calentamiento en un contexto de crisis económica.
Descentralización
Las nuevas tecnologías están permitiendo la aparición de productos y servicios que escapan al control de los Estados y las grandes corporaciones. Como apuntaba James Sène, presidente de 11Onze, en una sesión de Fintech Talks, nos encontramos ante una “transición del modelo antiguo, totalmente dominado por unos pocos, a un nuevo modelo que llega a más gente y está descentralizado”. La descentralización de la creación monetaria, por ejemplo, ha sido uno de los grandes pilares de las criptomonedas.
Desigualdad
Los datos del informe “World Inequality Report 2022” muestran que el 10 % de la población más rica del planeta ha acumulado desde mediados de los años noventa el 76 % de la riqueza generada en el mundo. De hecho, el 38 % se concentró en las manos del 1 % de la población mundial. Y la mitad de la población más pobre se ha tenido que conformar con las migajas: apenas el 2 % de la riqueza generada durante estas últimas décadas. Por desgracia, esta brecha entre los superricos y el común de los mortales no ha hecho más que ensancharse durante la pandemia. Y los expertos coinciden en que esa creciente desigualdad supone un freno para el desarrollo económico mundial.
Deuda pública
La deuda pública en el mundo se ha disparado en los últimos años y estrangula el crecimiento económico. Aunque el límite que establece el Tratado de Maastricht para los Estados de la Unión Europea es del 60 % de su PIB, el conjunto de países de la zona euro ya lleva más de un año por encima del 100 %, según datos de Eurostat. La situación fuera de Europa no es mejor, ya que el Fondo Monetario Internacional estima que, a finales de 2021, la deuda pública global también representaba el 100 % del PIB mundial. Además, los niveles de deuda podrían empeorar si la crisis se acentúa.
Estanflación
Desde marzo de 2021, los precios han subido con fuerza y de forma casi ininterrumpida. La inflación en Cataluña, que llegó a superar en verano el 10 % interanual, se situó en octubre cerca del 7 %. La situación más allá de nuestras fronteras no es mejor, ya que la inflación de ese mismo mes en el conjunto de la zona euro alcanzó el 10,7 %. Se espera que las sucesivas subidas de los tipos de interés contribuyan a controlar unos niveles de inflación desconocidos desde los años ochenta del siglo pasado. El precio a pagar será un mayor estancamiento de la economía, que llevará a la recesión de las grandes economías.
Impresión de moneda fiat
Se estima que el total de dinero en circulación en el mundo, incluyendo billetes, monedas, cheques y pagarés, supera los 60 billones de euros. El problema es que una parte considerable de esos billetes se han puesto en circulación en los últimos años. Por ejemplo, solo en 2020 la oferta monetaria de Estados Unidos aumentó un 24 %. La mayoría de los bancos centrales se han dedicado a imprimir moneda para hacer frente a una deuda pública galopante. Y ese aumento de moneda fiat ha sido el principal responsable de la actual inflación.
Monedas digitales
Ante el avance de las criptodivisas, que plantean un modelo monetario totalmente descentralizado, los Estados trabajan a contrarreloj en el desarrollo de monedas digitales controladas por los bancos centrales (CBDC) para mantener un sistema financiero centralizado. En China, más de 260 millones de personas ya han utilizado el yuan digital (e-CNY). En Europa, la Comisión Europea prevé que la regulación sobre el euro digital esté lista a principios de 2023 y que esta moneda digital entre en funcionamiento en 2025. El objetivo en un primer momento es que el euro digital, gestionado y supervisado por el Banco Central Europeo, no sustituya al dinero en efectivo, sino que lo complemente.
Poder corporativo
Las grandes multinacionales tienen un poder creciente frente a la menguante capacidad de influencia de los Estados. Muchas de estas corporaciones supervisan enormes cadenas de suministro, venden sus productos en todo el mundo y tienen unos ingresos superiores a los de muchos gobiernos. De hecho, si fuera un país, Walmart sería el décimo por nivel de ingresos. La globalización ha invertido las relaciones de poder y en muchos casos las grandes corporaciones se permiten eludir el pago de impuestos con total impunidad.
Suscripción
Como señalábamos en un artículo de La Plaça, está surgiendo un nuevo modelo mutualista, más comunitario y basado en la compartición de bienes y servicios, como alternativa al modelo de compra y uso individual. En los modelos de negocio de suscripción cada cliente paga cuotas que le permiten el acceso prolongado a un bien o servicio en lugar de realizar un gran pago por adelantado para poseer ese bien o servicio. Este modelo de negocio cada vez es más frecuente en la industria informática, el entretenimiento o la automoción.
Tipos de interés elevados
Tras 11 años sin aumentos, el Banco Central Europeo inició en julio la escalada de los tipos de interés en Europa. De momento, ya alcanzan el 2 % y la previsión es que sigan incrementándose en los próximos meses para enfriar aún más la economía y frenar la inflación. El BCE se ha alineado con la mayoría de bancos centrales del mundo, que también están incrementando sus tasas de interés para combatir la escalada de precios. Esta medida repercutirá directamente en el bolsillo de muchos ciudadanos, ya que las cuotas de las hipotecas y de los préstamos con interés variable resultarán cada vez más elevadas.
Virtualidad
No vivimos en un mundo virtual, pero sí virtualizado, ya que “lo que pasa en el mundo digital tiene un impacto real en nuestra vida”, como advertía James Sène en una sesión sobre la actual situación económica. En este sentido, el presidente de 11Onze vaticinaba que el metaverso, cuya economía depende de la autentificación de las propiedades digitales, jugará un papel clave a la hora de digitalizar nuestras identidades.
Si quieres que tu negocio dé un gran salto, utiliza 11Onze Business. Nuestra cuenta para empresas y autónomos ya está disponible. ¡Infórmate!
Si te ha gustado este artículo, te recomendamos:
El Banco Central Europeo ya ha empezado a reducir su cartera de deuda pública. Sin las compras masivas de este organismo, los tipos de interés que pagan los países europeos por la deuda pública están condenados a dispararse. Para cuadrar sus cuentas, los Estados se verán obligados a recortar gastos.
Tal como anunció en diciembre, el BCE ha empezado a reducir este mes de marzo su cartera de deuda pública adquirida en el marco del programa APP. Este programa se puso en marcha en 2014 para mitigar los costes de financiación de los Estados de la eurozona y le ha llevado a poseer más de dos billones de euros en deuda soberana.
La compra masiva de deuda pública por parte del regulador bancario europeo durante los últimos años ha provocado que los tipos de interés de dicha deuda se hayan contenido de forma notable a causa de la fuerte demanda. Esto ha permitido a los Gobiernos europeos financiar con un coste reducido el aumento de gasto para estimular la economía.
Ahora esas compras disminuirán “a un ritmo moderado y predecible”, según el BCE. Se estima que esta reducción será de 15.000 millones de euros al mes de media hasta el final del segundo trimestre de 2023 y todavía está por determinar el ritmo de reducción posterior.
Cambio de política monetaria
Se trata de un nuevo paso del regulador bancario europeo en su estrategia de endurecimiento de la política monetaria. El BCE ya había interrumpido las compras netas de activos en julio de 2022, aunque hasta ahora seguía reinvirtiendo en su totalidad los pagos correspondientes al principal de los valores adquiridos en el marco del programa APP que iban venciendo.
En el caso del Estado español, esta medida podría suponer que el Banco Central Europeo deje de comprar este año más de 14.000 millones de euros en bonos del Estado. Las cifras que se barajan para 2024 y 2025 oscilan entre los 17.000 y los 28.000 millones de euros por año.
Esta medida hará que se encarezca el coste de financiación de los Estados y, como este sirve de referencia para el del sector privado, también sucederá lo mismo para particulares y empresas. De momento, en las dos subastas de deuda española a diez años realizadas en marzo se superó el 3% de interés, algo que no sucedía en dos subastas consecutivas desde 2017.
Miles de millones en intereses
Los presupuestos del Gobierno español para 2022 preveían que el coste en intereses de la deuda pública fuera de 30.175 millones de euros, mientras que el previsto para 2023 ya es de 31.275 millones de euros, lo que supone un 3,6% más.
De hecho, esta partida supera a la destinada a los servicios públicos básicos, a los que este año se destinarán 27.753 millones. Y la brecha seguirá ensanchándose con el aumento de los costes de financiación. Algunos expertos advierten que, si persisten las subidas de tipos por parte de los bancos centrales, este año podría acabar pagándose hasta 33.675 millones en intereses, 2.400 millones más de lo presupuestado.
Los inversores privados deberán tomar el relevo del BCE como grandes compradores de deuda pública europea en el corto y medio plazo. Y solo se dejarán seducir por la deuda pública si los intereses que ofrece son suculentos. Según Goldman Sachs, esto podría suponer un aumento de 15 puntos básicos en la rentabilidad de los bonos alemanes a finales de este año y de entre 30 y 35 puntos básicos en los de los países periféricos.
¿Una decisión necesaria y dolorosa?
Entre otras razones, el regulador bancario europeo ha justificado la decisión de reducir su tenencia de deuda pública por la necesidad de “recuperar un valioso margen de maniobra en un entorno en el que el gran volumen actual de exceso de liquidez no es necesario para controlar los tipos de interés de mercado a corto plazo”.
El BCE necesita ese margen de maniobra para hacer frente a posibles turbulencias en el sistema financiero. Además, sus compras masivas de deuda pública han dopado artificialmente las economías de la zona euro en los últimos años, algo que no se puede mantener de forma indefinida.
Sin embargo, es improbable que se pueda prescindir de ese exceso de liquidez para controlar los tipos de interés que se pagan por la deuda pública. Esta decisión será dolorosa para muchos países europeos, sobre todo los de la periferia. En un contexto de incremento de tipos de interés por parte de los bancos centrales, lo cual incrementa la rentabilidad de muchos productos financieros, no está claro hasta dónde deberá subir la rentabilidad de la deuda pública para lograr atraer a los inversores privados.
Si quieres descubrir la mejor opción para proteger tus ahorros, entra en Preciosos 11Onze. Te ayudaremos a comprar al mejor precio el valor refugio por excelencia: el oro físico.
Swift, el principal protocolo de mensajería interbancaria para pagos transfronterizos, ha completado con éxito la primera fase de las pruebas piloto de interoperabilidad con las CBDC. El buen resultado de las pruebas allana el camino para el desarrollo de una versión beta del sistema.
En el ámbito mundial, la gran parte de bancos centrales y comerciales de más de 100 países, está explorando el uso de las monedas digitales emitidas por los bancos centrales. Para sacar el máximo de rendimiento, las CBDC tienen que poder interactuar dentro del sistema internacional de pagos, entre sí mismas y con las monedas fiduciarias existentes.
En este contexto, en octubre de 2022, Swift afirmaba que había desarrollado un protocolo para que las CBDC se puedan mover por sistemas basados en la tecnología de cadena de bloques, e interactuar con las monedas fiat. Un adelanto tecnológico que permitiría facilitar y agilizar las transacciones internacionales y los pagos transfronterizos, más allá de los sistemas tradicionales.
El reciente comunicado de prensa anunciando el éxito de las pruebas de interoperabilidad entre la cooperativa global de mensajería interbancaria y las monedas digitales es un paso importante para lograr el objetivo que los activos digitales interactúen con sus homólogos tradicionales de manera fluida, a través de una solución de pagos que aporte valor a los clientes y las entidades financieras.
Acelerar la implementación a gran escala
La primera fase de las pruebas piloto ha durado 12 semanas y se ha realizado con la participación de 18 bancos centrales y comerciales, incluyendo los bancos centrales de Francia, Alemania y Singapur, así como BNP Paribas, HSBC y UBS, entre otros.
Tom Zschac, Chief Innovation Officer de Swift, apuntaba que “se simularon con éxito casi 5.000 transacciones entre dos redes de blockchain diferentes y con sistemas de pago basados en moneda fiduciaria existentes”, y que “muchos de los bancos participantes han dejado claro su deseo de una cooperación continúa en materia de interoperabilidad”.
Por otro lado, en colaboración con otro grupo que incluía Cite, Clearstream, Northern Trust y SETL, también se demostró como esta misma infraestructura se puede usar para interconectar múltiples plataformas de tokenización con diferentes tipos de pagos en efectivo, simulando transferencias en el mercado secundario de bonos.
El siguiente paso será desarrollar una versión beta para la segunda fase de pruebas que permita demostrar nuevos casos de uso otras aplicaciones prácticas y funcionalidades, como pueden ser la liquidación de valores o la financiación comercial, a través de diferentes plataformas de las más de 11.500 instituciones financieras que forman parte del ecosistema Swift.
11Onze es la fintech comunitaria de Cataluña. Abre una cuenta descargando la super app El Canut para Android o iOS. ¡Únete a la revolución!
El elevado aumento que experimenta el precio y la rentabilidad de las criptomonedas, con el Bitcoin al frente, ha originado una auténtica fiebre del oro. Pero en este caso, las minas son de moneda digital.
A diferencia del sistema monetario tradicional, donde los Gobiernos imprimen dinero en función de sus necesidades, en el caso de los Bitcoin, la creación monetaria está limitada. Cada diez minutos se ponen en circulación bitcoins y aproximadamente cada cuatro años, el software disminuye a la mitad los bloques de moneda emitidos, en un proceso conocido como “halving”. Se prevé que hacia 2140 se habrán puesto en circulación un total de 21 millones de *Bitcoin.
Cómo funcionan las “minas” de Bitcoin
Los bitcoins no se emiten y quedan disponibles para quien quiera o quien llegue primero a cogerlos. No, se ponen en circulación en bloques encriptados que tienen que ser descifrados. Y aquí es donde entra el concepto de la minería de las criptomonedas: con cada emisión, cada diez minutos, los mineros conectados a la red reciben un nuevo algoritmo para resolver, un problema matemático que una vez solucionado, les da la recompensa de nuevos bitcoins o de comisiones para la transacción; los mineros validan el bloque y lo añaden a la cadena de blockchain.
La competencia cada vez más fuerte por hacer este trabajo ha llevado a la creación de las Granjas Bitcoin en todo el mundo, donde se dice que se cultivan las criptomonedas. Estas granjas responden a la necesidad de construir auténticos superordenadores añadiendo a la red unos a otros, que sean capaces de descifrar los algoritmos cada vez más complicados, lo más rápido posible, para hacerlo antes que los incontables competidores.
Estas estructuras generan un consumo de electricidad tan elevado que lo más frecuente es que se instalen en países donde esta energía es más económica y con climatologías frías, que permitan evitar el sobrecalentamiento de ordenadores y equipos. Pero también han llevado a la demanda intensiva de componentes informáticos imprescindibles para crear estas redes, como las tarjetas gráficas, hasta el punto de que algunas cadenas de venta en línea las han sacado de su catálogo abierto para evitar que se agoten.
En Cataluña, un problema de consumo eléctrico
En Cataluña la implantación de Granjas Bitcoin no es ilegal, pero topa principalmente con el elevado coste de la energía que sufrimos los consumidores en general, y que en el caso de estas instalaciones, pone la factura eléctrica por las nubes. Esto ha llevado a que, en algunos casos, sus propietarios optasen por pinchar la luz o conectarse fraudulentamente. Las consiguientes denuncias han llevado a los Mossos a abrir investigaciones, en la mayoría de los casos con la sospecha errónea de que se trataba de plantaciones de marihuana.
Es de este modo, han ido saliendo a la luz casos como el conocido de Cambrils en 2018, una gran “mina” en un hotel en remodelación de esta localidad costera, o esta misma semana, el descubrimiento en un piso de Sant Adrià de Besòs a la que antes nos referíamos. De momento son casos más bien aislados y semi clandestinos, pero que todo indica que pueden ir aumentando, a la vez que aumenta la rentabilidad de las criptomonedas y la fiebre de sus mineros por obtenerlas.
Por eso, de vez en cuando van apareciendo noticias como cobreixen, per error, una mina de criptomonedes a… El consum elevat d’electricitat havia fet obrir una investigació…”. Las Granjas Bitcoin y el afán por las presumibles ganancias también han llegado a Cataluña.
Pisos, sótanos o almacenes semi clandestinos, llenos de ordenadores conectados a la red “cultivando criptomonedas” o “minando bitcoins”, expresiones utilizadas para definir la extracción y obtención de monedas digitales. Puede parecer difícil de entender, pero todo esto tiene un sentido dentro de su sistema de emisión.
11Onze es la fintech comunitaria de Cataluña. Abre una cuenta descargando la super app El Canut para Android o iOS. ¡Únete a la revolución!
¿Qué consecuencias tendrá la devaluación del euro respecto al dólar? ¿Cómo repercutirá en nuestros bolsillos? La práctica paridad entre las dos monedas agravará la inflación y la teórica mejora en la competitividad de la industria europea se puede ver muy menguada por el incremento de los costes energéticos.
Un dólar ya vale prácticamente un euro. La paridad entre las dos monedas es casi una realidad. Muy lejos quedan los 1,6 dólares que se podían conseguir por cada euro en julio de 2008. De hecho, la cotización del dólar estos días es la más elevada respecto al euro desde finales de 2002, el año en que entró en circulación la moneda europea.
Desde principios de febrero, antes de la invasión rusa de Ucrania, el euro se ha devaluado cerca de un 13 % respecto al dólar. Y si tomamos como referencia principios de 2021, la depreciación ha sido de casi el 18 %, así que la moneda europea ha perdido prácticamente una quinta parte de su valor respecto a la americana en poco más de un año y medio.
Más leña para la inflación
El encarecimiento del dólar es una muy mala noticia para la inflación, puesto que el petróleo y muchas materias primas se pagan con la moneda norteamericana, por lo que la apreciación del dólar equivale a su encarecimiento. El importe que pagamos actualmente por el barril de Brent está alrededor de los 105 dólares. Con el cambio actual, nos cuesta casi la misma cantidad de euros, mientras que con el cambio de hace unos meses nos costaría poco más de 90 euros.
De forma indirecta, la subida del petróleo incidirá en el precio de la mayoría de productos por el aumento de los costes de transporte. También tendrá un papel importante el encarecimiento del gas licuado que se importa de Estados Unidos para la industria europea, que ya era mucho más caro que el gas ruso.
En este sentido, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, hizo un llamamiento a la unidad de los países europeos para hacer frente a un posible corte del suministro de gas ruso, que es vital para la competitividad de muchas fábricas europeas. Todo indica que nos tocará rascarnos el bolsillo todavía más.
Miedo a una recesión
La evolución del cambio entre el euro y el dólar refleja el viraje en la política monetaria de Estados Unidos, que subió los tipos de interés en marzo y en junio, situándolos entre el 1,5 % y el 1,75 %. Esto hace más atractivo para los inversores comprar deuda estadounidense, que obviamente se hace en dólares americanos. Y la previsión es que este interés vuelva a subir este mismo mes.
Por el contrario, el Banco Central Europeo (BCE) todavía no se ha atrevido a modificar la tasa del 0 % de interés por la fragilidad de la economía. Y los expertos vaticinan que el BCE solo lo incrementará un cuarto de punto en la reunión de julio. El hecho que la Reserva Federal de Estados Unidos ya haya subido este año entre seis y siete veces más los tipos de interés de lo que se espera que lo haga el BCE marca una gran diferencia.
Además, muchos analistas interpretan el debilitamiento del euro como una señal del miedo de los mercados a la recesión en Europa, que podría llegar a muchos países entre finales de este año y el próximo año.
¿Beneficios para la industria europea?
En teoría, la devaluación del euro supone una ventaja para las exportaciones europeas, puesto que los productos ganan competitividad. Un euro débil respecto al dólar hace que un producto fabricado en la zona euro sea más barato para los estadounidenses, mientras que un producto fabricado en Estados Unidos se encarece para los europeos.
A medio plazo, esto podría beneficiar sobre todo a economías como la alemana y la francesa, que son claramente exportadoras. Y, en principio, debería producir una reactivación industrial y comercial. Pero el aumento del coste de la energía puede limitar en gran parte esta teórica mejora de la competitividad. Además, la inflación desbocada tampoco ayudaría a ganar cuota de mercado.
Si quieres descubrir la mejor opción para proteger tus ahorros, entra en Preciosos 11Onze. Te ayudaremos a comprar al mejor precio el valor refugio por excelencia: el oro físico.
Después de que el presidente Nixon formalizara el fin de los Acuerdos de Bretton Woods, el dólar pasó de ser una moneda que basaba su valor en la existencia de una contrapartida en oro, a una moneda sin un valor tangible, lo que se conoce como dinero fiat. El agente Xavi Viñolas radiografía el proceso de desdolarización.
Este nuevo marco monetario establecido en los Acuerdos de Bretton Woods fue la base para la creación del sistema del petrodólar y para establecer el dólar, de facto, como moneda de transacción del petróleo, otorgando a los Estados Unidos una posición de privilegio, de la cual a menudo ha abusado, hecho que ha provocado la reacción de algunos países.
El agente Xavi Viñolas nos explica en el video de abajo por qué la tendencia a desvincular la economía mundial de la hegemonía del dólar, conocida como el proceso de desdolarización, es adoptada cada vez más por más países, y los motivos que hay detrás.
La subida generalizada de precios está complicando las finanzas de muchos hogares. Cada vez es más difícil cuadrar las cuentas para llegar a final de mes y todavía más dedicar una parte de nuestros ingresos al ahorro. Ante esta situación, recogemos once consejos para mejorar la economía familiar.
- Aplicar la fòrmula del 50/30/20. Se trata de intentar distribuir nuestros ingresos de forma que el 50 % vaya a parar a los gastos (luz, agua, alquiler, hipoteca, teléfono, comida, estudios…), el 30 % a ocio (nuestras salidas a desayunar o almuerzos fuera de casa, vacaciones, regalos…) y el 20 % restante al ahorro.
- Recortar suscripciones innecesarias. ¿A cuántas plataformas digitales estamos suscritos? ¿Las utilizamos todas? ¿Es necesario seguir pagando? ¿Y esa suscripción a esa revista que nunca acabamos leyendo? Todas las suscripciones automáticas deben revisarse para valorar si son necesarias. Hoy en día existen distintas plataformas con contenido en línea que son legales y gratuitas, solo hay que echar una ojeada por Internet para encontrarlas. Y recordemos que las bibliotecas también son una gran fuente de libros y contenido audiovisual.
- Revisar los contratos de electricidad, gas y teléfono. Es preciso revisar con mucho cuidado los contratos que tenemos con las distintas compañías de servicios. Es una de las partidas donde más dinero se nos va sin darnos cuenta al cabo del año. No podemos prescindir de estos gastos, pero sí reducirlos.
- Comer más en casa. Reducir las veces que salimos a comer fuera de casa o compramos comida para llevar puede llegar a ser una muy buena fuente de ahorro. No es necesario dejar de acudir a restaurantes, pero sí reducir el número de veces que lo hacemos, y más si somos una familia numerosa.
- Reutilizar. Cuando algo se dañe, veamos si podemos repararlo y alargar su vida útil antes de tirarlo a la basura. También es una buena herramienta para el ahorro comprar ropa de segunda mano, libros, muebles y hasta electrodomésticos.
- No comprar impulsivamente. Una de las razones principales por las que no hacemos un buen uso de nuestro dinero son las compras compulsivas. A partir de ahora, cuando queramos algo, démonos un margen de tiempo para saber si de verdad lo necesitamos. Nos sorprenderá comprobar que podemos prescindir de gran parte de las cosas que queremos comprar a golpe de tarjeta.
- Comparar precios. ¿Cuántas veces nos ha sucedido que compramos un teléfono móvil, por poner un ejemplo, y al día siguiente vemos una oferta del mismo producto en otra tienda? Esto nos sucede por no comparar. Debemos aprender a comparar todo lo que compramos, también la comida.
- Utilizar menos el coche. Aunque mucha gente no puede prescindir del transporte privado, en la mayoría de los casos sí que podemos reducir su uso. Intentemos hacer uso del transporte público o compartir coche si es posible. Y, en la medida de lo posible, hagamos uso también de la bicicleta y sobre todo de nuestras piernas, que caminar es sano y gratuito.
- Escoger una buena entidad financiera. ¿Son necesarias todas nuestras tarjetas de crédito? ¿Qué comisiones nos cobra nuestra entidad financiera? Hay que revisar si nos ayuda a tener una buena economía personal o si, por el contrario, nos conviene un cambio. Actualmente, hay muchas entidades financieras con herramientas que ayudan a controlar los gastos y ahorrar: escojamos una buena entidad financiera para nuestro futuro.
- Adaptarnos a nuestro bolsillo. Si ingresamos una cierta cantidad de dinero, no vayamos más allá de lo que nuestra economía pueda permitirse. En lugar de “tirar la casa por la ventana”, hagamos un uso responsable de nuestro dinero en función de nuestros ingresos.
- Ser previsores. Debemos analizar la evolución de nuestros gastos en los últimos meses para comprobar en qué se nos va el dinero y dónde podemos recortar. Ante la actual situación inflacionaria, en algunos casos será necesario aplicar una “economía de guerra” según como preveamos que van aevolucionar los ingresos y los gastos.
- Ya hace tiempo que sabemos que el dinero no da la felicidad. Pero podemos aportar estabilidad a nuestra economía personal para evitarnos disgustos. Además, en estos tiempos de incertidumbre económica, vale la pena recordar la frase del filósofo Séneca: “No es pobre quien tiene poco, sino quien mucho desea”.
Si quieres descubrir la mejor opción para proteger tus ahorros, entra en Preciosos 11Onze. Te ayudaremos a comprar al mejor precio el valor refugio por excelencia: el oro físico.
Del mismo modo que solicitamos créditos y otros mecanismos de financiación cuando el dinero que ganamos no llegan para cubrir los gastos de nuestro hogar, es habitual que un Estado pida un préstamo cuando sus ingresos no son suficientes para afrontar sus necesidades presupuestarias. Te explicamos de donde sale esta financiación y las consecuencias de una deuda pública elevada.
La deuda pública o deuda soberana es el conjunto de deudas de todas las administraciones públicas de un Estado hacia inversores particulares u otros países, mientras que al saldo negativo que origina la necesidad de financiación se le conoce como déficit público. Es una forma de financiación que permite al país obtener ingresos inmediatos, cuando la recaudación de impuestos no es suficiente para cubrir sus necesidades presupuestarias, para devolverlos gradualmente a lo largo del tiempo.
A pesar de que las cifras pueden resultar sorprendentes, en sí misma, la deuda soberana no es ni buena ni mala. Los países pueden requerir financiación para inversiones públicas para así estimular el crecimiento de la economía, sin sufrir las consecuencias de subir impuestos o emitir más moneda propia.
Dicho esto, no es el mismo endeudarse para hacer una inversión que generará valor a la economía, que pedir financiación para cubrir un gasto descontrolado. Así mismo, hay países que son capaces de afrontar niveles altos de deuda por el hecho que los mercados financieros confían en su capacidad de pago, gracias a la estabilidad de sus economías o de su moneda nacional.
Financiación a través de títulos de deuda pública
En función de las necesidades de financiación de cada país hay diferentes modelos de emisión de títulos de deuda pública. El plazo de amortización del préstamo, a corto, medio o largo plazo, y las diversas modalidades de obtener intereses determinan las principales diferencias.
Las Letras del Tesoro tienen el plazo de reembolso más corto, de 3, 6, 12 y hasta 18 meses, por lo tanto, ofrecen un interés más bajo, que los Bonos del Estado, con un plazo de entre dos y cinco años, que además reparten cupones a los inversores, que irán cobrando de manera periódica.
Por último, los gobiernos pueden emitir Obligaciones del Estado con plazos de reembolso de hasta 30 años, pensados para inversores a largo plazo que buscan un retorno de intereses más elevados. Precisamente porque se trata de activos con un periodo de vencimiento tan largo donde el tipo de interés no dependen tanto de la política monetaria del Banco Central del país, sino de factores estructurales de la economía, son un buen barómetro del grado de confianza de los inversores en la futura estabilidad económica de un Estado.
Desequilibrio presupuestario y endeudamiento público desbocado
Las políticas de inversión pública expansivas a raíz del estancamiento económico provocado por la crisis sanitaria han disparado la deuda soberana de muchos países hasta récords históricos. Economistas y organismos internacionales muestran su preocupación por el elevado nivel de deuda pública global, que puede acabar siendo insostenible para las economías en desarrollo.
Es decir, la deuda es un instrumento necesario para el crecimiento, siempre que sea sostenible, pero la realidad es que las cifras de deuda pública en el mundo se han aumentado considerablemente en los últimos años, acercándose a las del PIB global, por lo tanto, están lejos de esta sostenibilidad. La deuda pública de España sigue marcando récords históricos, el último el pasado mes de agosto, cuando alcanzó una cifra de 1,49 billones de euros después de repuntar en 4.440 millones.
Los datos publicados por el Banco de España el viernes 21 de octubre en su último informe económico, apuntaban que en los últimos 12 meses se ha incrementado la deuda en 72.029 millones de euros más. Así mismo, Eurostat afirmaba que la deuda de la zona euro en el segundo trimestre también lograba una cifra récord de 12,1 billones de euros. ¿Cómo se paga todo esto?
Algunos analistas dicen que la deuda pública nunca se paga realmente, es decir, que nunca se reduce en términos absolutos porque siempre se va renovando. Incluso cuando un Estado quiebra, como pasó con Grecia el 2008, se renegocian las condiciones y se emite nueva deuda. A la práctica, pero, lo estamos pagando todos, de manera desigual. Cómo pasó en Grecia, paga más quien menos tiene, el que guarda efectivo en su bolsillo o en la cuenta corriente, que ve como su dinero cada vez pierden más valor.
Si quieres descubrir la mejor opción para proteger tus ahorros, entra en Preciosos 11Onze. Te ayudaremos a comprar al mejor precio el valor refugio por excelencia: el oro físico.
La falta de lluvias lleva a reducir el suministro de agua en muchos municipios de nuestro territorio. Restricciones que afectan directamente a la agricultura, y en consecuencia, a la ganadería. El incremento de los costes de producción y la pérdida de cosechas por falta de agua tienen un impacto significativo en el aumento de la inflación. Nos lo explica Sílvia Garriga, agente 11Onze.
El calentamiento del planeta provocado por la actividad humana ha agudizado la sequía, un mal endémico de los países mediterráneos. Un hecho que queda patente en el estado de las reservas de agua de acuíferos y pantanos de nuestro territorio. Cataluña acumula meses de sequía y las reserves agua han disminuido hasta el 33%, casi a la mitad del año pasado.
Las lluvias y reservas hídricas son capitales para la producción agrícola, y tienen un impacto directo en los precios que pagamos por productos en el supermercado. Esta relación entre sequía e inflación no siempre es evidente. Cómo apunta Garriga, “muchos de nosotros no hemos sido conscientes de los incrementos de costes de producción provocados por la sequía”.
A la subida de costes de la electricidad, combustible, fertilizantes, y piensos, se suma la pérdida de cultivos por la falta de agua, que dejan al sector agrícola sin margen de beneficio. “Si se pierden cosechas por la carencia de agua, la demanda no disminuye, y se tiene que importar producto que acabará saliendo más caro para el consumidor”, explica Garriga.
Más de 500 municipios con restricciones en el consumo de agua
Cataluña está sufriendo la sequía más grave desde el 2008, cuando las reservas de agua de los embalses y cuencas internas cayeron hasta el 20%. Ante esta situación, la Agencia Catalana del Agua (ACA) se ha visto obligada a decretar la alerta por sequía en varias zonas del territorio, aprobando limitaciones en el consumo de agua a más de 500 municipios.
A los 301 que ya se encontraban en fase de alerta, este martes se sumaron los más de 100 municipios de las comarcas del Alt Penedès, la Anoia, el Baix Llobregat, el Barcelonès, el Garraf, el Maresme, la Selva, el Vallès Oriental y el Vallès Occidental, que suministra la cuenca del Ter-Llobregat, y también a los afectados por el ámbito de influencia del embalse Darnius-Boadella.
Aunque no se prevé que la situación se agravie tanto como para llegar al escenario de excepcionalidad, momento en el cual las reservas bajan del 25%, todo dependerá de las lluvias que puedan entrar durante el que queda de otoño. Los mapas de previsión meteorológica a largo plazo hacen pensar que, de noviembre a enero, caerá más lluvia de la normal en el litoral y en las comarcas de Girona, pero menos precipitaciones de las habituales en el Pirineo occidental.
Si quieres descubrir cómo beber la mejor agua, ahorrar dinero y ayudar al planeta, entra en Imprescindibles 11Onze.