

“Diverflación”: ¿el nuevo “carpe diem”?
El confinamiento a raíz de la pandemia sanitaria y dos años y medio de una inflación desbocada han cambiado nuestros hábitos de consumo. Los últimos datos económicos muestran que hemos reducido el gasto en bienes materiales, pero, a pesar de la subida de precios, gastamos más en actividades de ocio. Es lo que se conoce como “diverflación”.
Agroflación, biflación, deflación, estanflación, hiperinflación… Si has conseguido mantenerte al día sobre el interminable repertorio de términos relacionados con la inflación que han ido surgiendo en los últimos años, aquí tienes uno de nuevo para añadir a tu diccionario: ‘diverflación’.
Se trata de un concepto económico que combina la aparente contradicción entre diversión e inflación, para reflejar una sociedad que prefiere disfrutar el presente, llenando terrazas, restaurantes y hoteles, a pesar de la subida de precios. Y es que, aunque la elevada inflación continúa erosionando los ahorros de los hogares, que han reducido su gasto en bienes materiales, la gente no ha parado de gastar en actividades de ocio, y el turismo se mantiene en niveles de récord.
Nos encontramos con unas nuevas y no tan nuevas generaciones conscientes de la casi imposibilidad de acceder a una vivienda o de tener un sueldo que permita el ahorro, pero convencidas del hecho que se tiene que disfrutar de la vida.
Más gasto en restaurantes, hoteles, ocio y cultura
Los datos de la última Encuesta de Presupuestos Familiares realizada por el Instituto Nacional de Estadística (INE), muestran que el gasto medio por hogar fue de 32.617 euros en 2023, lo cual supuso un aumento del 3,8% respecto al año anterior.
Los sectores donde más aumentó el gasto medio por hogar fueron restaurantes y hoteles, ocio y cultura. Concretamente, se gastaron 3.331 euros por familia en restauración y servicios de alojamiento, 386 más que en 2022, representando el 13,2% del gasto. Mientras que en ocio y cultura el mayor incremento se dio en los paquetes turísticos, con un gasto medio total por hogar de 1.651 euros, 138 más que en 2022.
Según Business Insider, los datos económicos muestran que el gasto en restauración y ocio ha aumentado, mientras que la compra de bienes materiales ha disminuido. Pedro Rey, profesor del Departamento de Economía de ESADE, especializado en la economía del comportamiento, explicaba al diario económico que la diferencia está en el hecho que ahora se prioriza más la experiencia, en detrimento otras partidas, como ropa, electrodomésticos o coches, el precio de las cuales resulta elevado en tiempo de vacas flacas.
La tendencia es vivir el presente y disfrutar de los placeres de la vida como si se fuera a acabar el mundo. Después del choque que representó el confinamiento y las subsecuentes crisis que se han enlazado, no es sorprendente que muchos consumidores den prioridad a su bienestar mental y a la interacción social por encima de la seguridad financiera.
Protégete de las crisis económicas con el valor refugio por excelencia: el oro. Si quieres que tus ahorros tengan valor el día de mañana, Oro Patrimonio.