El poder creciente de los BRICS
Los cinco estados emergentes que forman el grupo de los BRICS representan cinco de las economías más grandes del mundo. Una fuerza creciente que pretende redefinir el orden político y económico internacional, hasta ahora dominado por las organizaciones creadas por las potencias occidentales.
El foro integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica, un grupo de grandes economías emergentes conocido como los BRICS, representa más del 40% de la población y casi el 25% del PIB mundial. Una alianza estratégica que ha fijado las bases de un nuevo orden político y económico internacional, pensado para ofrecer una alternativa al modelo occidental, hasta ahora sometido al poder hegemónico de los Estados Unidos y del dólar como moneda de reserva en la economía global.
Otros muchos países han manifestado su interés para adherirse al bloque: Irán y Argentina solicitaron su adhesión durante el 2022, mientras que Arabia Saudí, Turquía, Argelia y Egipto también han manifestado su interés. Teniendo en cuenta que algunos de estos países son los principales productores de petróleo, no se puede menospreciar el impacto que estas adhesiones tendrían en reforzar la esfera de influencia de la alianza.
Democratizando la globalización
Con la creación de un nuevo banco de desarrollo y un fondo de estabilidad financiera, los BRICS ejercerán un papel clave en la configuración del sistema financiero mundial. El objetivo es proporcionar fuentes alternativas de financiación a los países en desarrollo. Se espera que estas iniciativas desafíen el statu quo de las instituciones financieras tradicionales dominadas por Occidente, como el Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial.
La necesidad de montar esta estructura alternativa ha surgido, en parte, por el hecho que el FMI no se ha adaptado a la nueva situación económica de un mundo multipolar. Los nuevos poderes emergentes ya no se conforman a ser tratados como el patio trasero de los Estados Unidos, países dónde durante décadas se han instaurado gobiernos, con la complicidad del FMI, para servir los intereses de las corporaciones americanas, tal como está pasando en Ucrania.
El persistente veto norteamericano a las propuestas de dar en los países emergentes derechos de voto más ajustados a su peso en la economía mundial, junto con la negativa a reformar las políticas restrictivas, ante crisis económicas, que aseguran la miseria para la población y grandes beneficios para las multinacionales, han espoleado un cambio de paradigma que reequilibrará el reparto del poder global.
Desmarcándose del dólar
Rusia y China hace décadas que firmaron acuerdos para iniciar programas de desdolarización para proteger y blindar sus economías ante las sanciones del gobierno de los EE. UU. y el Fondo Monetario Internacional (FMI). La guerra comercial contra China y las sanciones económicas sin precedentes contra Rusia a raíz del conflicto en Ucrania, han acelerado este proceso de desdolarización al que cada día se van sumando más países, preocupados por el abuso de privilegio del gigante americano, a la hora de militarizar el acceso y uso del dólar para servir sus intereses económicos y geopolíticos.
En este contexto, los BRICS están estudiando la creación de su propia divisa, una moneda común como proponía Lula da Silva, presidente del Brasil, que debilitaría todavía más la capacidad de los Estados Unidos para llevar a cabo su agresiva política exterior. El presidente Vladímir Putin, anunciaba en junio del 2022, que la idea será debatida en la cumbre de los BRICS que tendrá lugar en Suráfrica el agosto del 2023.
Así mismo, los bancos centrales de China, Rusia, Turquía, Uzbekistán, Qatar e india, están comprando y acumulando reservas de oro en cantidades récord, que no se habían visto desde hace 55 años. Un fenómeno que algunos analistas geopolíticos ven como una señal inequívoca que están diversificando sus economías para liberarse de la hegemonía del dólar.
Por otro lado, el uso de las sanciones económicas para excluir bancos del protocolo de comunicaciones interbancarias SWIFT, ha consolidado los esfuerzos para la creación de sistemas alternativos como el (CIPS) chino o el (SPFS) ruso, al cual ya tienen acceso 52 entidades financieras de 12 países, y que ya está disponible para la conexión de bancos de los cinco países que forman la alianza de los BRICS.
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Gràcies
Gràcies a tu, Joan!!!
Crear una alternativa a l’FMI pot obrir unes possibilitats molt noves als països en vies de desenvolupament lluny. del neo-colonialisme made in USA
Doncs, sí, Francesc. Nosaltres també pensem que és bo tot allò que vagi en la direcció de descentralitzar l’economia. Per això també parlem aquí de DeFi (Decentralized Finance): https://www.11onze.cat/11onze-tv/descobreix/finances-descentralitzades/.
Estarem atents 💪💪
A veure com evoluciona el BRICS…
Sí, Pere, hi haurem d’estar pendents.
Bon articles fent 4 cèntims sobre els Brics
Gràcies, Guillem!
Molt bon article!!!!
Gràcies, Manel!
Okee felicito als BRICS I per suposat us felicito per l’article
Gràcies pel teu suport, Alícia!
Impressionant article 👏👏👏👌veurem a l’agost com va 📊
Sí, Jordi; caldrà anar-ho seguint de prop. Gràcies per la teva bona valoració!