El despliegue del sistema extractivo
El arco cronológico que va desde el Tratado de Tordesillas hasta la declaración de independencia de los Estados Unidades de América supone el primer proceso —a escala mundial— del reparto y explotación de todo el mundo, por parte de las monarquías europeas. Durante este periodo, se pasará de los suculentos ingresos producidos por los botines de guerra o por los saqueos indiscriminados de las poblaciones autóctonas a una borrachera de oro y de plata —sin precedentes— introducida dentro de la economía europea. Por este motivo, la construcción de los primeros imperios coloniales se basarán en una economía mercantil que les permitirá estar a la altura de las expectativas.
Desde el inicio, las monarquías europeas tuvieron la convicción que todos los territorios del mundo los pertenecían por derecho de conquista. De este modo, la cartografía les permitió ir ampliando y poseyendo la propiedad de una tierra, sobre la cual se autolegitimaron como posesores para imponer —no siempre a través de la fuerza— su modelo de civilización por sobre las sociedades nativas.
Este proceso de supremacía cultural se fundamentó sobre la certeza religiosa de cuestionar la verdadera naturaleza humana de los nativos. Y la firme creencia en este razonamiento motivará las monarquías europeas a proyectar una geografía de grandes espacios para cristianizar. La codicia de los recién llegados dará lugar a numerosos abusos y genocidios, pero también supondrá una catástrofe demográfica sin precedentes en cuánto los territorios del nuevo mundo verán reducida a un 80% de su población nativa.
El progresivo desarrollo de las técnicas marítimas —como por ejemplo, la mejora de la brújula, la construcción de las carabelas o la actualización de los mapamundis— permitirá a los europeos ser capaces de navegar por todos los mares y océanos que configuran el planeta en pocos años. Esta gesta tendrá como consecuencia la división del mundo en dos mitades, dos líneas geográficas que, trazadas entre los dos polos, les otorgará la potestad rubricada por la autoridad papal a repartirse el mundo por zonas de navegación, de pesca y de conquista. La primera línea se situará a 370 leguas en el oeste de las Islas del Cabo Verde, mientras que la segunda se fijará a 297,5 leguas al este de las islas Molucas.
El descubrimiento de importantes yacimientos de metales preciosos en América —entre México y Perú— o la llegada en las islas de las especies del sudeste asiático, propició la fundación o refundación de importantes ciudades americanas, africanas o asiáticas, las cuales adquirirán otro rol territorial a fin de asegurar importantes flujos de riqueza hacia Europa regularmente. De este modo, las monarquías europeas empezaron a controlar todo el comercio que pasará por sus territorios, con la voluntad de proteger sus ganancias económicas.
Desde principios del siglo XVI hasta mediados de siglo XVIII, los primeros imperios coloniales mantendrán un estricto monopolio mercantilista con sus colonias, y se prohibirá comerciar con personas o empresas que no sean súbditos o afines en la Corona. Castilla, por ejemplo, considerará los ingleses, holandeses o franceses, no como competidores sino como enemigos y causantes de prácticas corsarias.
El sistema mercantilista colonial
El comercio con las colonias se fundamentará bajo la premisa que los colonos tendrán que vender sus materias primas —abajo precio y con altos impuestos— exclusivamente a empresas designadas por la Corona. A la vez, los colonos solo podrán comprar los productos de consumo manufacturados por este selecto grupo de empresarios. De este modo, las monarquías favorecerán el enriquecimiento ilimitado de empresas e individuos próximos en el Estado, dado que se les anulará la competencia. Este sistema mercantilista creará necesidades inútiles para los nativos y buscará el mantenimiento perpetuo del subdesarrollo de las colonias —tanto americanas, africanas como asiáticas— con el propósito de anular posibles competidores directos con la metrópolis.
Y para rizar el rizo, el alto funcionariado próximo al consejo del rey también jugará un papel muy destacado en este innovador sistema económico, puesto que disponía de la capacidad de agilizar o atrasar trámites burocráticos para favorecer unos u otros. Por lo tanto, será inevitable la aparición de un comercio ilícito y paralelo entre colonias y propiciará que muchos empresarios, tanto grandes como pequeños, busquen la manera de burlarse de los controles burocráticos impuestos por la misma Corona.
Actuando como nuevos ricos, los primeros imperios coloniales —principalmente Castilla— gastarán una cantidad indecente de recursos económicos para construir su concepto de civilización. Esta obsesión —a veces incontrolada— les llevará a embarcarse en infinidad de conflictos de todo tipo, como por ejemplo: disputas teológicas, conflictos familiares, asuntos comerciales o fastuosas construcciones megalómanas.

“Este sistema mercantilista creará necesidades inútiles para los nativos y buscará el mantenimiento perpetuo del subdesarrollo de las colonias —tanto americanas, africanas como asiáticas— con el propósito de anular posibles competidores directos con la metrópolis.”
Financiando el imperio con metales preciosos
Coincidiendo con el momento de mayor extracción económica de las colonias americanas —entre finales XVI y principios del XVII— Castilla destinará más de 7 millones de ducados al mantenimiento de su flota en el Mediterráneo durante la famosa batalla de Lepanto. En unos siete años aproximadamente, se gastará la barbaridad de 11,7 millones de ducados para financiar las innumerables campañas de Flandes.
Para conmemorar la victoria en la batalla de Saint-Quentin contra las tropas francesas, se destinarán cerca más de 6,5 millones de ducados para construir el fastuoso Real Monasterio de San Lorenzo de El Escorial. Gracias a la construcción y puesta en marcha de la conocida Armada invencible, enviarán 9 millones de ducados directamente al fondo del mar. Y como no podía ser de otro modo, esta civilización católica y universal necesitará la construcción de una nueva capital a la orilla del río Manzanares. Para el lector que tenga curiosidad por la conversión, el ducado del siglo XVI y de comienzos del siglo XVII tendría actualmente una equivalencia de unos 167,1 euros. ¡Cierto, las cifras son… estremecedoras!
Por lo tanto, entre el 1500 y el 1650, la monarquía castellana —y por proximidad, el resto de monarquías europeas— vivirá dentro de una verdadera burbuja económica generada por la entrada masiva de los metales preciosos. Los últimos estudios estiman que la Corona castellana habría extraído de las colonias americanas unas 17.000 toneladas de plata y unas 70 toneladas de oro. Esta borrachera de metales conducirá al Estado a tener una visión tergiversada de la economía real.
La paradoja se producirá cuando, a pesar de la ingente entrada de oro y de plata y el cobro de impuestos elevados, no llegarán a cubrir todos los gastos producidos por el Estado. Tengamos presente que la Corona castellana solo utilizará esta extraordinaria riqueza para financiar todos los delirios de grandeza de las élites castellanas, que en la mayoría de las veces topará directamente con las necesidades reales de la población. Por este motivo, cuando las oligarquías de un país están más interesadas en trabajar por la fastuosidad que no por las posibilidades reales que ofrece la reinversión de capitales, todo ello conduce a la destrucción del propio tejido productivo.
Endeudamiento de la Corona castellana
A mediados de siglo XVII, la Corona castellana llegará a tener una deuda económica de más de 100 millones de ducados. Esta deuda gigantesca los obligará a declarar sucesivas suspensiones de pagos. Para tapar este agujero, la Corona se verá obligada a emitir gran cantidad de deuda pública que irá a parar en manos de los principales bancos europeos, como por ejemplo la banca alemana —los Fugger o los Welser— y la banca genovesa. La Corona pagará los Welser a través de la concesión de la explotación de las minas de México y el derecho de conquista sobre extensos territorios a las actuales Venezuela y Colombia. Por su parte, los Fugger conseguirán todas las concesiones comerciales sobre los territorios de Chile y Perú. Actualmente, son unas de las familias más poderosas del continente.
Ante las sucesivas crisis financieras que la Corona castellana empezará a sufrir, muchos empresarios europeos residentes a las colonias americanas preferirán no embarcar sus metales preciosos hacia los puertos castellanos —monopolio concedido en Cádiz y Sevilla— por miedo a las masivas confiscaciones decretadas por la Corona. Por eso, buscarán invertir sus activos en otros sectores emergentes de la economía colonial de finales del siglo XVII, como serán la agricultura, la ganadería y la producción de manufacturas.
Por lo tanto, la Corona castellana se verá obligada a buscar nuevas fuentes regulares de ingresos. Por este motivo, pondrá en marcha el ambicioso plan del ministro del rey —el conde duque de Olivares— conocido cómo la Unión de Armas, el cual pretenderá que cada reino que forme parte de la Monarquía Hispánica —o sea, principalmente Portugal y la Corona de Aragón— aporten un número determinado de dinero y soldados.

“A mediados de siglo XVII, la Corona castellana llegará a tener una deuda económica de más de 100 millones de ducados. Esta deuda gigantesca les obligará a declarar sucesivas suspensiones de pagos.”
Flexibilizando el monopolio comercial
Portugal, que formaba parte de la Monarquía Hispánica desde finales del siglo XVI, se negará a conceder cualquier aportación económica de más, dado que Castilla explota sus colonias, lo cual acabará con un conflicto bélico que durará más de 28 años. Finalmente, con el apoyo económico de Inglaterra y Holanda, Portugal conseguirá desatarse del control de los Austrias, pero el precio que tendrá que pagar comportará la cesión de importantes territorios del Brasil y el cambio de titularidad sobre las colonias de Ceilán —actual Sri Lanka—, Ciudad del Cabo, Goa, Bombay, Macao y Nagasaki, entre otros.
En cuanto a la Corona de Aragón, la oligarquía castellana no calibrará la situación correctamente cuando acepte que el rey Felipe IV jure las constituciones catalanas, condición sine qua non para obtener los fondos deseados. La ignorancia sobre las leyes que regulaban las funciones del rey dentro de los territorios catalanes será el foco de importantes discusiones institucionales, dado que el rey —dentro del Principado— estaba obligado por ley a dar explicaciones sobre la utilización de los recursos concedidos. Por su parte, los catalanes estaban más interesados a aprobar sus propuestas de nuevas constituciones catalanas y que se atendieran los agravios, que no en participar en guerras absurdas.
Pero a la génesis del debate institucional —entre Castilla y el Principado— encontramos un problema mucho más profundo. Si desde finales del siglo XVI, Castilla había transitado hacia un sistema político de carácter absolutista, donde el poder solo reside en una sola persona, la cual decide sin tener que rendir cuentas en ningún parlamento, en el Principado pasaba el contrario, donde las Cortes Generales de Cataluña eran el órgano legislativo que representaba todos los estamentos de la sociedad, incluido el rey.
La entrada constante de metales preciosos dentro de la economía castellana se mantendrá estable hasta mediados de siglo XVIII, pero solo un porcentaje muy ínfimo restará dentro del sistema económico castellano, dado que el resto continuará utilizándose para enjugar la monstruosa deuda del Estado. La historiografía estima que hasta el año 1820, el Estado español no se recuperará de este grandioso gasto y será —en gran parte— por el hecho de haberse anexionado la economía productiva de toda la franja mediterránea peninsular a principios del siglo XVIII.
El sistema de privilegios y monopolios desarrollados por la política comercial borbónica continuará haciendo aguas y se verá con la necesidad de introducir nuevos agentes para garantizar la viabilidad del comercio con América. Por lo tanto, con el Real Decreto de Libre Comercio del 2 de febrero de 1778 romperá definitivamente el monopolio de Cádiz y Sevilla y favorecerá el comercio directo de Cataluña con América, que aportará una nueva manera de hacer. Actualmente, y curiosamente, el 34% del PIB del Estado español lo continúa aportando la economía productiva de toda la franja mediterránea peninsular. Por lo tanto, nada es casual…
11Onze es la fintech comunitaria de Cataluña. Abre una cuenta descargando la super app El Canut para Android o iOS. ¡Únete a la revolución!
La confianza es el ingrediente fundamental de la economía moderna. Sin ella, los mercados tienden a desplomarse como un castillo de naipes. Desde 11Onze, repasamos 11 momentos de la historia en que la histeria se ha adueñado de los inversores y la economía ha pagado las consecuencias.
Ya en la Edad Antigua se pueden encontrar los primeros episodios de pánico financiero. Sin embargo, ha sido con el desarrollo del capitalismo y los sistemas financieros modernos cuando se han multiplicado los episodios de histeria colectiva, ya que la confianza ha ganado peso como la piedra angular de todo el entramado económico.
La realidad de la economía productiva no cambia radicalmente de un día para otro. No se pueden construir ni destruir muchas fábricas en un breve espacio de tiempo, pero un suceso puntual puede alterar completamente la percepción de los inversores y desencadenar una crisis de grandes proporciones.
Mientras todo el mundo quiere comprar, los precios no dejan de subir y la economía parece gozar de una salud de hierro, pero cuando, por alguna razón, se impone la fiebre vendedora, el efecto bola de nieve puede arrasar cualquier estructura económica. Aquí tienes algunos de los momentos más paradigmáticos de pánico financiero de los últimos siglos.
Fiebre de los tulipanes
Los tulipanes se hicieron muy populares en los Países Bajos entre finales del siglo XVI y principios del XVII. Como son flores de temporada, se creó un mercado de futuros y la especulación hizo que los precios se dispararan entre 1636 y 1637, en lo que se considera la primera burbuja económica de la historia capitalista. Como es lógico, al final la burbuja estalló, provocó la ruina de muchos inversores y casi llevó al colapso de la economía holandesa. En el siglo siguiente el fenómeno de las burbujas se reprodujo en Reino Unido con la Compañía de los Mares del Sur y en Francia con la Compañía del Mississippi.
Crisis de crédito de 1772
El optimismo por la marcha del Imperio Británico provocó una rápida expansión del crédito en Reino Unido. La euforia llegó a un abrupto final el 8 de junio de 1772, cuando un banco se hundió a causa de las pérdidas en sus inversiones y uno de sus socios huyó a Francia. La noticia se difundió rápidamente y desencadenó el pánico bancario en Inglaterra, con largas colas frente a los bancos para exigir la retirada de su dinero. La crisis se extendió rápidamente a otras partes de Europa y las colonias británicas americanas. Las posteriores dificultades por las que atravesó la Compañía de las Indias Orientales a causa de la escasez de efectivo llevó al gobierno británico a aprobar en 1773 una ley que le concedía el monopolio de la venta de té en Norteamérica. Las protestas acabarían por provocar la independencia de Estados Unidos.
Pánico de 1873
Fue el causante de la primera “Gran Depresión”, una denominación que después se asoció a la crisis de los años 30 del siglo XX en Estados Unidos. En Europa, al colapso de la Bolsa de Viena le siguieron las quiebras de diversos bancos en Austria y Alemania. En Estados Unidos, el hundimiento de diversas entidades bancarias provocó que la Bolsa de Nueva York interrumpiera sus operaciones por primera vez en su historia. Diversos países a un lado y otro del Atlántico sufrieron un prolongado estancamiento económico. La desmonetización de la plata en Alemania y Estados Unidos, el aumento de las inversiones especulativas, la inflación y la Guerra Franco-Prusiana fueron algunas de las causas del desastre.
Recesión de 1914
A medida que la guerra parecía cada vez más inevitable, el afán vendedor en los mercados globales fue aumentando. Al final, se desencadenó el pánico entre los inversores, que trataban de deshacerse de acciones y bonos para acumular oro. El mercado bursátil de Estados Unidos y la Bolsa de Londres tuvieron que cerrar el 31 de julio y no reabrieron hasta varios meses después. La crisis se contagió a decenas de países y la mayoría de bolsas del mundo también tuvieron que cerrar en los siguientes días y semanas.
Crack de 1929
Los locos años veinte llevaron al crack de Wall Street en 1929 y la Gran Depresión que vino a continuación. La bonanza económica había estimulado la especulación en la bolsa, muchas veces gracias a préstamos que se concedían alegremente. Solo en las primeras semanas de octubre de ese año las cotizaciones bursátiles llegaron a subir un 300 %. Pero el 24 de octubre, en lo que se conoce como el Jueves Negro, la Bolsa de Nueva York sufrió la peor caída de su historia. Miles de inversores lo perdieron todo de la noche a la mañana y cundió el pánico. Al final, la crisis cruzó fronteras y provocó una depresión económica mundial. Solo en Estados Unidos unos 15 millones de personas se quedaron sin empleo en los años siguientes.
Crisis del petróleo de 1973
El envío de armas a Israel durante la Cuarta Guerra Árabe-Israelí provocó el embargo de petróleo a Estados Unidos y sus aliados por parte de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), integrada mayoritariamente por países árabes. Esto dio lugar a un periodo de estanflación en las economías occidentales, caracterizado por una elevada inflación a causa del repunte de los precios del petróleo y el estancamiento económico. En el Reino Unido se llegó a racionar el suministro eléctrico.
Lunes Negro de 1987
Tras cinco años de fiebre alcista en las Bolsas, el 19 de octubre de 1987 los mercados de valores de todo el mundo se hundieron en un breve espacio de tiempo. El desplome se inició en Hong Kong y la histeria financiera se propagó hacia el oeste a medida que las Bolsas europeas y estadounidenses iban abriendo. El índice Dow Jones perdió más de un 22 % en esa jornada. Las turbulencias de los siguientes días hicieron que los descensos en muchos mercados bursátiles superaran el 20 % y en Nueva Zelanda se alcanzó el 60 %.
Crisis asiática de 1997
La crisis se inició en Tailandia y se extendió rápidamente a otros países como Indonesia, Malasia, Singapur, Hong Kong y Corea del Sur. Los flujos de capital especulativo ante el elevado crecimiento de los llamados “tigres asiáticos” había generado un exceso de deuda en las economías de esos países. El hecho de que el gobierno tailandés se viera obligado a abandonar el tipo de cambio fijo frente al dólar estadounidense en julio de 1997 desencadenó una oleada de pánico en los mercados financieros asiáticos y el retorno de miles de millones de dólares de inversión extranjera. El Fondo Monetario Internacional tuvo que salir al rescate de las economías más afectadas para evitar impagos.
Burbuja de las ‘puntocom’
¿Alguien se acuerda de Terra? Salió a Bolsa el 17 de noviembre de 1999 y el primer día se revalorizó un 184 %. Tras revalorizarse más de un 1.000 % en un trimestre a principios de 2000, el valor de las acciones se desplomó en la Semana Santa de ese año. Tres años después, Telefónica acabó recomprando las acciones a menos de la mitad del precio al que salieron inicialmente. Fue una de las numerosas empresas ‘puntocom’ que, con la eclosión de Internet a finales de los noventa, vieron cómo se sobredimensionaba su valor. Se calcula que solo en el Estado español entre 1999 y 2000 se lanzaron más de mil empresas cuyo modelo de negocio giraba en torno a Internet. Tras el estallido de la burbuja en el año 2000, muy pocas ‘puntocom’ acabaron sobreviviendo.
Crisis financiera de 2008-2009
El 15 de septiembre de 2008 Lehman Brothers, el cuarto banco de inversión más grande del mundo, se declaró en quiebra. Fue la constatación de una situación insostenible que hizo que los mercados inmobiliario y financiero se desplomaran, también en nuestro país. Hasta entonces, los bancos estadounidenses habían estado concediendo préstamos a clientes de dudosa solvencia y los habían reempaquetado como productos financieros “seguros” que se vendían a instituciones financieras de todo el mundo. Mientras tanto, aquí vivíamos nuestra particular burbuja inmobiliaria, que parecía no tener techo. La fiesta acabó con la crisis financiera más grave desde la Gran Depresión y una factura millonaria para los contribuyentes, que tuvieron que salvar al sector bancario.
Pandemia de covid-19
La aparición de la covid-19 inoculó el miedo en los mercados de todo el mundo en los primeros meses de 2020. Lo que inicialmente parecía ser un problema estrictamente chino, se convirtió en pocas semanas en una pesadilla global, que englobaba dos crisis interdependientes: una sanitaria y otra económica. En menos de un año murieron millones de personas y el PIB mundial cayó casi un 6 %, según los datos del Banco Mundial.
Todos estos ejemplos nos muestran cómo la euforia o el pánico pueden condicionar la visión de la realidad económica. La historia está llena de burbujas y cantos de sirena que se deben evitar.
Si quieres descubrir la mejor opción para proteger tus ahorros, entra en Preciosos 11Onze. Te ayudaremos a comprar al mejor precio el valor refugio por excelencia: el oro físico.
El mapa político de la Europa de finales del siglo XV se configura después de infinidad de acontecimientos sociales, políticos y económicos de carácter conflictivo ocurridos durante el siglo anterior y con una población reducida a menos del 50% a causa de la Peste Negra. La nueva geografía política surgida de este proceso mostrará una gran variedad de formas institucionales del poder. Junto a las dos herencias del Bajo Imperio cristiano —el Sacro Imperio y el Papado—, las monarquías feudales saldrán ampliamente reforzadas de todo este callejón sin salida estructural, lo cual las legitimará para gobernar de una manera diferente y las llevará a construir un nuevo concepto de Estado.
Para sustentar toda esta nueva concepción del Estado, las monarquías europeas buscarán los mecanismos básicos que les permita consolidar nuevas estructuras estatales con un carácter marcadamente centralizador y unipersonal. Por este motivo, primero combatirán enérgicamente contra todas aquellas familias poderosas —los Armagnac, los Lancaster, los Braganza, los Mèdici o los Paloma— que tengan la capacidad de disputar sus decisiones. El combate no siempre será por medio del uso de la violencia, sino que se empezarán a crear complots para deslegitimarlos o se les aplicará una milimétrica política matrimonial de antropofagia territorial a fin de ampliar las propiedades estatales de forma permanente, sin la necesidad de un derrame de sangre.
La nueva concepción política llevará a cabo un claro arrinconamiento de los órganos más representativos de la ciudadanía —como por ejemplo las Cortes, los Estados Generales o las Dietas— los cuales serán sustituidos por un potente consejo del rey, mucho más especializado. De este modo, el Estado multiplicará su presencia en el territorio a través de la creación de una potente red administrativa vinculada a las diferentes actividades del nuevo sistema de gestión. En poco tiempo, aparecerá el funcionariado, con carácter vitalicio al finalizar el siglo y que permitirá a un segmento de la población enriquecerse ilimitadamente por el solo hecho de trabajar cerca del poder.
Hasta este momento, las monarquías se habían financiado con sus propios recursos a través de rentas ordinarias vinculadas a los derechos señoriales o los beneficios producidos por sus posesiones, ya fuera por la explotación de los bosques, el troquelado de monedas o el tráfico de esclavos. Pero ahora esto ya no sería suficiente.

“La nueva concepción política llevará a cabo un claro arrinconamiento de los órganos más representativos de la ciudadanía —como por ejemplo las Cortes, los Estados Generales o las Dietas— los cuales serán sustituidos por un potente consejo del rey, mucho más especializado.”
Un cambio de paradigma económico
Las monarquías europeas calmarán su ambición a través de la imposición de una triple estrategia: primero, convertirán aquellos suministros del sistema feudal en regulares y en abundantes, lo cual hará aparecer infinidad de fondos de financiación extraordinarios sobre las personas y los bienes, como por ejemplo las tasas sobre los intercambios, la famosa gabela sobre la sal o los impuestos sobre las viviendas, los fuegos, entre otros; segundo, crearán la necesidad de consumo, como por ejemplo nuevos hábitos alimentarios o la introducción de la moda en la necesidad de vestir; y tercero, forzarán liberarse de la necesidad habitual de tener que pedir consentimiento a sus súbditos, los cuales —todavía representados en órganos institucionales— toparán con el argumento que “en tiempo de paz esta petición es del todo innecesaria”. Pero el elemento clave y fundamental que permitirá que todo este nuevo engranaje funcione a la perfección será la creación de un ejército permanente, orientado a controlar el interior —entre amenazas y persuasiones— y a proyectar el poder del monarca hacia el exterior.
El oro continuará siendo el principal problema de la economía europea dado que todavía será del todo necesario para los intercambios. Desde la Antigüedad, la relación Oriente-Occidente había pasado por infinitud de altibajos, pero su balanza comercial siempre había sido deficitaria —respecto al oro— dado que el continente asiático era pobre en yacimientos del preciado metal precioso. El único oro que llegaba con cierta regularidad a Europa —desde el siglo X— era el oro sudanés, pero este nunca llegará a satisfacer las necesidades de la economía feudal.

“El elemento clave y fundamental que permitirá que todo este nuevo engranaje funcione a la perfección será la creación de un ejército permanente, orientado a controlar el interior —entre amenazas y persuasiones— y a proyectar el poder del monarca hacia el exterior.”
El estudio y valoración de los clásicos grecolatinos
La atmósfera de un fuerte dinamismo económico impregnará todo este periodo, el cual obligará a las monarquías europeas a buscar nuevos campos de acción y nuevas fuentes de beneficios que permitan mantener las nuevas y costosísimas estructuras de Estado. Europa representará un espacio demasiado pequeño para satisfacer la ‘grandeur’ de los nacientes Estados modernos, pero sobre todo testimoniará un déficit de materias primeras. Entonces será cuando aparecerá el verdadero deseo de acercarse hasta el origen de las fuentes del oro africano o las especies orientales.
La cosmovisión de la sociedad medieval estaba condicionada por la religión, las leyendas imaginarias y el desconocimiento geográfico, pero esto cambiará radicalmente a partir del Quattrocento con la recuperación de manuscritos griegos ignorados por la Iglesia —que controlaba la cultura— dado que eran considerados textos paganos. Con la introducción de las reglas básicas sobre la correcta traducción latina —promovida por Petrarca y Boccaccio— se conseguirá transcribir correctamente estos manuscritos que cobrarán un nuevo sentido. Las relecturas de gran cantidad de textos clásicos —como por ejemplo Euclides, Pitágoras, Ptolomeo, Eratóstenes y muchos otros— permitirán construir un nuevo pensamiento crítico que conducirá a los sabios humanistas a querer verificar cuánta certeza contienen los textos antiguos sobre el mundo.
Este humanismo favorecerá la rotura definitiva con la tradición medieval y exaltará las calidades propias de la naturaleza humana. Permitirá descubrir el yo humano y le dará un sentido racional a su existencia. Este antropocentrismo desatará el ser de la maravilla metafísica y lo situará ante las puertas de la curiosidad empírica. La divulgación de este pensamiento innovador será posible gracias a la invención de la imprenta de tipos móviles. Pero este cambio mental también facilitará que un reducido grupo de personas —instaladas tanto a Sagres como Núremberg— empiecen a experimentar y aplicar métodos científicos modernos basados en las matemáticas y la astronomía, los cuales alterarán la cosmovisión universal.

“La cosmovisión de la sociedad medieval estaba condicionada por la religión, las leyendas imaginarias y el desconocimiento geográfico, pero esto cambiará radicalmente a partir del Quattrocento con la recuperación de manuscritos griegos ignorados por la Iglesia —que controlaba la cultura— dado que eran considerados textos paganos.”
La conquista y explotación colonial
Todo ello posibilitará que ambiciosos hombres de negocios se lancen a la búsqueda de rutas marítimas que los conduzcan a nuevos territorios donde encontrar abundantes productos que les permitan satisfacer la creciente demanda de los mercados europeos. Y en este contexto, el Estado favorecerá esta economía expansiva participante —de forma indirecta— en las aventuras comerciales de estos atrevidos emprendedores que mostrarán mucha audacia pero poca experiencia atlántica.
El azar y los alisios condujeron a los primeros navegantes a la zona más poblada del continente americano. La superficie terrestre del “Nuevo Mundo” —sumando tanto el norte como el sur— supone una área de 42,5 millones de km². Antes de la llegada de los europeos, se estima que vivían en todo el continente unos 100 millones de personas, en contraposición a los 1.000 millones que viven actualmente. Y de estos, unos 80 millones de personas vivían en la franja que va entre México y Perú. Por otro lado, en el progresivo descenso hacia el sur del continente africano, los europeos descubrieron que el mundo musulmán había penetrado mucho más allá de lo que pensaban. Más allá de la línea del ecuador se adentraron por un mundo totalmente desconocido y descubrieron el África negra. Con una área de 32 millones de km², las estimaciones actuales hablan de unos 60 millones de personas que podrían vivir en todo el continente africano a finales del siglo XV.
Desde el principio de los viajes hacia el oeste, los primeros navegantes tuvieron la certeza y la conciencia que donde habían llegado no eran las Indias Orientales, sino que se trataba de un territorio completamente diferente. Y al adornarse de este hecho, el Estado desplegó toda su moderna maquinaria jurídica y administrativa para poseerlo legítimamente. Sin encomendarse a nadie y por derecho de conquista, las monarquías europeas empezaron a adjudicarse la propiedad de aquellos territorios ignorando la población autóctona. En este punto, la religión jugó un papel clave para justificar la destrucción, aniquilación y exterminio de las culturas ancestrales que vivían armónicamente. Un camino similar seguirá el continente africano, aunque este proceso se iniciará unos ciento años más tarde.
A medida que los recién llegados —ya en nombre de la Corona— fueron adentrándose por estos nuevos territorios, descubrirían que los metales preciosos no eran la única fuente de riqueza. En menos de cincuenta años, los mercados europeos serán abastecidos, en cantidades impensables hasta entonces, de infinidad de productos tropicales, como por ejemplo la pimienta, el azúcar, el algodón o el tabaco. La fachada atlántica verá crecer una importante red portuaria que irá desde Cádiz hasta Amberes y vertebrará un nuevo espacio económico. ¡Y entonces, la Corona se autodefinirá Imperio, siempre, con un sol radiante!
11Onze es la fintech comunitaria de Cataluña. Abre una cuenta descargando la super app El Canut para Android o iOS. ¡Únete a la revolución!
El conflicto en Ucrania es el último ejemplo que ha puesto de manifiesto la creciente importancia de las sanciones económicas como instrumentos de coacción en las relaciones geopolíticas internacionales. Analizamos como el SWIFT, un protocolo de comunicación entre bancos, se ha convertido en una arma estratégica de Occidente.
El origen de las telecomunicaciones entre las redes bancarias globales se remonta a mediados del siglo XIX, cuando el recientemente desarrollado telégrafo eléctrico permitió unas comunicaciones más ágiles entre mercados bursátiles. El telégrafo establecía un sistema de negociación continuo, de casi tiempo real, que reducía las diferencias entre los precios de los valores de mercados separados por grandes distancias geográficas.
El año 1872, la Western Union usó su red telegráfica existente para lanzar el primer servicio de transferencias electrónicas que fue ampliamente utilizado. Un remitente pagaba dinero a una oficina telegráfica, y el operador transmitía un mensaje para permitir la transferencia de dinero a otra oficina, que mediante contraseñas y libros de códigos era verificada para que los fondos fueran librados a un destinatario.
A principios del siglo XX el telégrafo fue lentamente sustituido por las máquinas de teletipo o télex, un sistema desarrollado por Alemania que aprovechaba las líneas telegráficas y permitía a los usuarios escribir un mensaje en algún lugar e imprimirlo en el otro lado del mundo. A pesar de que el télex proporcionó al sector bancario una plataforma básica para los negocios, y un medio operativo a través del cual podían empezar a expandirse, la necesidad de asegurarse que los mensajes fueran seguros y precisos añadía mucha complejidad al sistema, que pronto se vio incapaz de asumir la presión de un mundo financiero cada vez más globalizado.
A medida que el incremento de transacciones hizo evidente que los límites de este sistema de comunicación suponían una restricción para la expansión del negocio bancario, los bancos, especialmente los europeos, decidieron explorar otras opciones. Una decisión espoleada por un subsidiario del banco americano, el First National City Bank (FNCB), que quería obligar los otros bancos a usar su sistema de télex patentado. Un ultimátum que horrorizó los bancos europeos, que veían como se pasaba de un sistema basado en la cooperación entre rivales a un monopolio a manos del socio americano.
Los bancos de 15 países crearon una empresa privada, SWIFT, las siglas en inglés de Society for Worldwide Interbank Telecommunication o Sociedad para las Comunicaciones Interbancarias y Financieras Mundiales, con sede en Bruselas, y dirigida como una empresa cooperativa global. SWIFT simplificó los procedimientos y minimizó los errores usando un formato estandarizado de mensajería que fue adoptado globalmente.
Redes de comunicación y la coerción estatal
El tira y afloja entre el nuevo y viejo continente por el control de un sistema global de comunicaciones interbancarias puso de manifiesto un fenómeno que ya se había visto con la aparición del telégrafo durante la época colonial. Mientras que estos sistemas de comunicación no se crearon pensando en la geopolítica, era inevitable que los grandes actores de la economía global los utilizaran como herramientas para controlar, espiar y castigar otros estados que compiten por los mismos intereses.
Un hecho que no deja de ser irónico en el caso de SWIFT, creado por Europa para mantener su soberanía respecto de los Estados Unidos, pero que finalmente ha estado incapaz de resistirse a obedecer las órdenes de Washington, incluso cuando van en contra de intereses europeos, como pasó cuando el presidente Donald Trump abandonó unilateralmente el acuerdo nuclear con Irán.
Los politólogos Henry Farrell i Abraham Newman lo definen como interdependencia armada, “weaponized interdependence”. En cuanto al SWIFT, explican: “En este mundo, las redes que permiten la interdependencia global ya no sirven como medios neutrales de transmisión de información o dinero. Por el contrario, se están convirtiendo en las herramientas de proyección de poder de los grandes estados”.
El uso de sanciones por parte del gobierno americano, contra enemigos y aliados, puramente por intereses económicos y geopolíticos, no empezó con la administración del presidente Donald Trump, pero es cierto que Trump hizo una expansión sin precedentes de las medidas económicas punitivas para promover la agenda de su administración. Un abuso de una posición de privilegio que inicialmente da buenos resultados, pero que es contraproducente a largo plazo cuando otros estados cuestionan las alianzas con los Estados Unidos, y buscan alternativas a las herramientas monetarias ligadas al poder hegemónico de este país.
Sistemas alternativos y las criptomonedas
Las últimas sanciones económicas a Rusia, y la exclusión de algunos de sus bancos del sistema SWIFT, siguen la misma tendencia de los últimos años, y no hacen más que consolidar los esfuerzos por parte de China, Rusia, e incluso la Unión Europea, para buscar sistemas alternativos que puedan blindar sus economías. Un nuevo golpe al sistema que podría desencadenar una reacción de cambio en cadena.
El 2017, Rusia puso en funcionamiento el Financial Messaging System of the Bank of Russia (SPFS), equivalente al SWIFT, y el 2015, China lanzó un sistema parecido llamado The Cross-Border Interbank Payment System (CIPS). Dos sistemas alternativos que todavía quedan lejos de poder sustituir totalmente al SWIFT, pero que cuando menos ayudan a reducir la efectividad de las posibles sanciones impuestas a bancos de estos dos países para dejarlos fuera del protocolo de comunicación interbancaria establecido por los bancos occidentales.
Por otro lado, la revolución de las criptomonedas basadas en las cadenas de bloques son otra herramienta que países como Corea del Norte e Irán ya han utilizado para eludir sanciones económicas, y la exclusión de sus bancos del ecosistema del SWIFT. El rublo digital es solo una de las varias herramientas digitales mediante las cuales el gobierno ruso puede impulsar el comercio bilateral con países aliados, tal como ya ha hecho China con el yuan digital.
No obstante, es indudable que el uso de sanciones económicas tendrán un impacto significativo en la economía de Rusia, y en menor medida en la de la Unión Europea. Aun así, también es evidente que el abuso de esta herramienta de persuasión o castigo está reduciendo su efectividad y promoviendo la creación de sistemas alternativos, que en última instancia son inevitables en un escenario geopolítico global multipolar, que ya no se conforma en estar sometido a las imposiciones e intereses de un solo país.
11Onze es la fintech comunitaria de Cataluña. Abre una cuenta descargando la super app El Canut para Android o iOS. ¡Únete a la revolución!
Sin duda, el oro no es de este planeta. Los científicos coinciden en que llegó a la Tierra por una lluvia de meteoritos. Su origen puede estar en la explosión de una supernova o en el choque de dos estrellas de neutrones.
El oro que conocemos es un mineral demasiado precioso para tener un origen vulgar. De hecho, proviene de algo tan brillante como las estrellas y llegó a la Tierra hace unos cuatro mil millones de años, mucho después de la formación del núcleo de nuestro planeta.
En sus inicios, hace unos 4.500 millones de años, la Tierra era básicamente una bola de magma. Durante el proceso de enfriamiento, los materiales más densos se fueron hundiendo hacia el centro. Por eso se vieron arrastrados hasta el núcleo, compuesto sobre todo por hierro, la mayor parte de los metales más pesados.
De ahí que no se entendiera la gran cantidad de oro y otros metales preciosos presentes en la actualidad en el manto de la Tierra. Diversas investigaciones científicas han concluido que la presencia de ese oro solo se puede explicar por el impacto de meteoritos cargados de este y otros metales preciosos.
Una de las investigaciones, publicada en la revista ‘Nature’, calcula que la tormenta de meteoritos pudo aportar a la Tierra unos 20 trillones de toneladas de material. Y otro estudio, publicado en la en la revista ‘Science’, considera que nuestro planeta no habría sido el único receptor de estos minerales, ya que también habrían llegado a Marte y a la Luna de forma similar.
¿De dónde provenía el oro?
Los científicos creen que el oro, al igual que la mayoría de los elementos más pesados que el hierro, se produce tanto por nucleosíntesis de supernovas como por la colisión de estrellas de neutrones. Pero se desconoce cuál de estos dos procesos originó el oro que actualmente podemos extraer del manto de la Tierra.
En el interior de las estrellas se producen constantes procesos de fusión nuclear. El elemento más abundante y más simple es el hidrógeno, cuyos átomos contienen un electrón y un neutrón. Cuando se fusionan dos de estos átomos a causa de la presión y la gravedad, se produce un átomo de helio. A su vez, la fusión del helio produce litio. Y los procesos de fusión continúan hasta llegar al hierro, que se empieza a formar cuando en la estrella ya no queda más combustible que fusionar.
Las supernovas son estrellas masivas que ya no pueden desarrollar reacciones termonucleares en su núcleo. La presión las lleva a contraerse repentinamente y colapsar. Es en este proceso donde muchos científicos piensan que se forman materiales pesados como el oro, aunque algunos astrofísicos dudan que el flujo de neutrones en el interior de la supernova sea suficiente para formar elementos pesados en la cantidad necesaria.
El otro posible origen para nuestro oro sería un choque de estrellas de neutrones, que se forman tras el colapso de las supernovas. Muy recientemente, el 17 de agosto de 2017 se detectó uno de estos eventos cataclísmicos. Se estima que colisionaron dos estrellas de neutrones de solo unos diez kilómetros de diámetro que contenían tanta materia como el Sol.
En opinión de los científicos, un evento de este tipo pudo generar tanto oro como la masa de la Tierra. Para ello es necesario que el hierro se encuentre en un entorno muy rico en neutrones para poder capturarlos con gran rapidez. Como parte de estos neutrones sufren una rápida desintegración radiactiva y se convierten en protones, el hierro, que tiene 26 protones y 30 neutrones, puede transformarse en oro, que consta de 79 protones y 118 neutrones.
La precipitación del oro
Según las principales teorías vigentes, la gran lluvia de meteoritos con los metales preciosos provocó una agitación del manto de la Tierra que finalmente acabó generando la aparición de los depósitos de estos minerales. Los asteroides se habrían introducido en el manto terrestre gracias a los enormes procesos de convección.
El oro se encuentra principalmente en áreas con actividad sísmica o volcánica, que provocan que el oro salga a la superficie. Durante los terremotos, las variaciones en la presión a lo largo de la falla pueden hacer que el agua de la roca se evapore rápidamente. Y las sustancias que se disuelven en el agua, como el oro y los silicatos, precipitan más tarde en la superficie. En el caso de los volcanes, durante las erupciones expulsan muchos minerales que se hallan en capas más profundas del manto terrestre, y uno de ellos es el oro.
Aunque es posible hallar oro en todo el mundo, la distribución geográfica es muy desigual. Estados Unidos, Canadá, Australia, China, Rusia y Sudáfrica son los países con una mayor concentración de este metal precioso.
El primer capítulo de la serie The Golden Thread, que aborda la importancia que ha tenido y tiene el oro en diferentes ámbitos de nuestra vida, incide en el origen del oro y el papel fundamental que ha jugado este metal precioso en la exploración del espacio.
Si quieres descubrir la mejor opción para proteger tus ahorros, entra en Preciosos 11Onze. Te ayudaremos a comprar al mejor precio el valor refugio por excelencia: el oro físico.
En la Unión Europea, las mujeres cobran de media un 13% menos que los hombres. Y la desigualdad salarial en Cataluña todavía es mayor, ya que alcanza el 20%. Letonia y Estonia son los únicos estados de la UE con una mayor desigualdad salarial. Por suerte, el problema podría reducirse gracias a las nuevas normas de transparencia salarial.
Según los últimos datos de Idescat, las mujeres en Cataluña cobran un 20% menos que los hombres. Mientras que la media del salario bruto anual de los hombres se situó en 2020 por encima de los 30.000 euros, el de las mujeres no alcanzó los 24.100 euros. El dato es bastante peor que el de la Unión Europea, donde las mujeres cobran de media un 13% menos que los hombres por hora trabajada. De hecho, Letonia y Estonia son los únicos estados de la UE con una brecha mayor que Cataluña.
El principio de igualdad de retribución está consagrado en el artículo 157 del texto fundacional de la Unión Europea. Sin embargo, la brecha salarial de género apenas ha disminuido en una década, ya que ha pasado del 15,8% en 2010 al 13% en 2020. Por eso el 22 de febrero se conmemora el Día Europeo de la Igualdad Salarial, que pretende poner el foco en el problema para que los miembros de la UE tomen medidas.
Hay que tener en cuenta que existen diversas desigualdades subyacentes a esta brecha salarial. No solo es que las mujeres ganen menos que los hombres cuando realizan el mismo trabajo. Además, las mujeres están sobrerrepresentadas en sectores de remuneración relativamente baja, como la prestación de cuidados y la educación, mientras que el llamado techo de cristal da lugar a una infrarrepresentación femenina en los puestos directivos.
Transparencia contra la desigualdad
Por suerte, la presidencia checa y el Parlamento Europeo alcanzaron en diciembre un acuerdo provisional sobre las normas de transparencia retributiva. Este facultará a las mujeres para que apliquen el principio de igualdad de retribución por un mismo trabajo mediante un conjunto de medidas vinculantes en materia de transparencia retributiva.
Para evitar la discriminación, las empresas deberán asegurarse de que sus empleados pueden acceder a los criterios para determinar la remuneración y los posibles aumentos salariales. Los trabajadores y sus representantes también tendrán derecho a solicitar y recibir información sobre su nivel retributivo individual y sobre los niveles retributivos medios de los trabajadores que realicen el mismo trabajo o un trabajo de igual valor, desglosados por sexos.
Las empresas con una plantilla de más de 100 personas también tendrán que informar sobre la brecha salarial entre trabajadoras y trabajadores. Cuando exista una diferencia en el nivel salarial medio entre hombres y mujeres de al menos un 5% sin justificar, el empleador deberá realizar una evaluación que incluya medidas para corregir las diferencias salariales injustificadas.
Sanciones para los infractores
Los trabajadores cuyo empleador no haya respetado el principio de igualdad de retribución tendrán derecho a reclamar una indemnización. Los tribunales podrán ordenar a la empresa que ponga fin a la infracción y adopte medidas correctoras. Tanto los organismos de igualdad como los representantes de los trabajadores podrán actuar en nombre de uno o varios empleados para hacer cumplir el principio de igualdad de retribución.
Ojalá estos sean los primeros pasos hacia una igualdad real entre hombres y mujeres en cuanto a retribuciones y oportunidades laborales. Faltará que los estados miembros de la UE adapten su legislación a la nueva directiva. Para ello disponen de un plazo de tres años.
Es curioso que Luxemburgo, el país que tiene la media salarial más elevada de la UE, con más de 70.000 euros al año, sea también el que ofrece una menor brecha salarial de género: las mujeres solo cobran un 0,7% menos que los hombres, según Eurostat.
11Onze es la fintech comunitaria de Cataluña. Abre una cuenta descargando la super app El Canut para Android o iOS. ¡Únete a la revolución!
El sol se puso. Una larga noche, fría y decadente, se extendió por toda la geografía española durante casi cuarenta años. Finalmente, las armas habían impuesto el “yo por encima de ti”. Pero la convicción y tenacidad de muchas mujeres permitió cambiar la situación a medida que avanzaba el siglo. Continuamos con el ejercicio histórico que nos propone Oriol Garcia Farré, agente de 11Onze e historiador, sobre la historia de la mujer contemporánea con la aportación de Maria Aurèlia Capmany.
El drama aumentó cuando unas 500.000 personas atravesaron la frontera con Francia entre las postrimerías del 1938 y enero de 1939, huyendo del horror. De hecho, hacía meses que se intuía que eso pasaría. La victoria del fascismo en el Estado español fue una realidad a partir de abril de 1939, cuando se truncaron definitivamente las esperanzas e ilusiones de una mayoría social que había trabajado para crear una sociedad más justa e igualitaria. A partir de entonces, la paz se impondría bajo la amenaza constante de prisión por los disidentes hacia el nuevo orden.
El régimen impuesto a través de las armas se fundamentaba en el nacionalsindicalismo, pero después de la Segunda Guerra Mundial se vio obligado a transitar hacia otra concepción del poder con el fin de garantizar su supervivencia. El mundo surgido a partir de 1945 ya no sería el mismo que el del final de la Guerra Civil Española, dado que la realidad histórica se construiría a partir del enfrentamiento de los bloques capitalista y comunista.
Fue entonces cuando el franquismo apostó decididamente por el nacionalcatolicismo como articulación social. La retórica católica sería más asumible por los aliados occidentales, ganadores del conflicto bélico mundial. Y la manifestación más visible de esta concepción del poder seria volver a otorgar la hegemonía a la Iglesia, la cual controlaría todos los aspectos de la vida pública y privada de la sociedad. El Estado pondría en la nómina a los clérigos y dotaría a la Iglesia de una amplia exención de impuestos y, lo más importante, le volvería a otorgar la absoluta libertad en la gestión de la educación.
Involución del papel de la mujer
La dictadura franquista destruiría todos los logros conseguidos durante la República. La Iglesia legitimaría la redefinición del papel de la mujer dentro de la sociedad. Así, el franquismo frenaría todas las conquistas femeninas del periodo anterior arguyendo un discurso antifeminista, en el cual la mujer se percibiría como un ser inferior al hombre, tanto espiritualmente como intelectualmente.
Con este pretexto, el nuevo régimen relegaría a la mujer a las tareas del hogar, como madre y como esposa. Muchas mujeres sufrirían la represión del régimen, sobre todo en el periodo 1939-1945. Alimentar, socorrer o curar combatientes republicanos fue considerado un delito por el cual muchas mujeres fueron encarceladas, enviadas a campos de concentración o incluso fusiladas. Otras, condicionadas por el miedo, silenciaron su participación en los campos de batalla, convirtiéndose en un recuerdo puramente privado.
Aun así, el régimen legitimó dos organizaciones juveniles, la Sección Femenina y el Frente de Juventudes, las cuales fueron constituidas para adoctrinar a todos los jóvenes en los principios del ‘movimiento’. De este modo, se pretendía construir una nueva sociedad articulada obligatoriamente por los nuevos valores que fundamentaban el franquismo.
Nuevo giro político
Hacia finales de la década de 1950 algo empezó a cambiar. El fracaso de la autarquía y la tensa situación internacional, con la guerra fría de fondo, llevarán al régimen hacia una obligada reorganización de fuerzas en las familias de poder. Los falangistas, grandes dominadores de la escena política hasta entonces y garantes de la simbología y retórica fascista, serán sustituidos por jóvenes políticos tecnócratas vinculados al Opus Dei.
Este cambio permitirá al régimen generar un nuevo discurso ideológico y proyectar una imagen social más moderna hacia el exterior. De este modo, el ‘desarrollismo’ favorecerá el crecimiento de una clase media española que sustentará el régimen durante unas décadas más, pero también le causaría la aniquilación. Este aperturismo controlado, por ejemplo, tolerará la edición de obras en catalán, pero también permitirá rescatar de las buhardillas de la memoria las reivindicaciones sobre la igualdad social de género.
La mujer en Cataluña
En este contexto fue en el que Maria Aurèlia Capmany i Farnés (1918-1991) publicó su famoso ensayo ‘La mujer en Cataluña’ (1966), una de las obras capitales para la recuperación de las reivindicaciones del feminismo en Cataluña. Era hija del folclorista Aureli Capmany i Maria Farnés, y nieta del periodista y político catalanista Sebastià Farnés. Desde pequeña, Maria Aurèlia Capmany manifestó una habilidad innata para la escritura y las actividades literarias en general. El impacto que supuso su ensayo le permitió dejar la docencia para dedicarse íntegramente a las actividades literarias y el teatro.
La tesis principal que plantea Maria Aurèlia Capmany en ‘La mujer en Cataluña’ pivota sobre la idea de que no se puede avanzar en el problema del género si antes no se arreglan los problemas sociales y políticos de Cataluña. Y esto lo escribe una persona que era mujer, catalana y socialista. O sea, ¡el demonio para el Régimen!
Un problema palpable
Para Capmany, el problema de género existe y es palpable dentro de la sociedad. Su ensayo manifiesta dos problemáticas importantes: por un lado, la definición de las mujeres como alteridad y dependencia; y, por otra, las desigualdades sociales y el acceso de las mujeres al mundo público. [Recordémoslo, controlado por la Iglesia.] Y, en este sentido, la conclusión a la cual llega Maria Aurèlia Capmany es muy clara: las mujeres tienen el mismo estatus social que los hombres, pero solo en apariencia, porque la realidad es que todas tienen conciencia de su falta de integración, del estado de evolución y de la inestabilidad de su inserción en la sociedad en que viven.
La mujer que trabaja puede descubrir fácilmente las condiciones objetivas de su marginación, puesto que trabaja igual que un hombre, estudia las mismas asignaturas, obtiene los mismos títulos que un hombre, pero con estos títulos hará un trabajo de segunda. Por lo tanto, si una mujer quiere dedicarse a una actividad más allá de las paredes de su casa, lo tendrá que hacer discretamente y sin dar importancia.
En consecuencia, Capmany volverá a plantear la tesis de los años treinta, que defiende enconadamente el “yo igual que tú”. Aun así, a lo largo de su dilatada carrera, primero como escritora y después como política, trabajará incansablemente para la igualdad y la integración de la mujer dentro de la sociedad. Combatirá el ultraconservadorismo rancio del régimen franquista a través de su prolífica obra, llegando a la conclusión que la palabra clave por la liberación de la mujer es la emancipación. Cómo dice su canción de ‘Teatro de cabaré’, fue una mujer emancipada que tuvo que pensar y decidir, suela y sensata, y lo hizo desde la libertad y el diálogo.
11Onze es la fintech comunitaria de Cataluña. Abre una cuenta descargando la super app El Canut para Android o iOS. ¡Únete a la revolución!
La economía catalana está conformada por una verdadera “gran telaraña”, como lo denomina Roger Vinton en el título de su libro. Ante esta idea, y ante la sospecha que los nudos y los actores de esta telaraña están bien poco explicados, han aparecido de forma recurrente un buen número de libros que intentan desenredarla. Los repasamos en 11Onze.
Las reflexiones que recogemos a continuación, sean de corte memorialístico, como las de Josep Pla y Cristian Segura, o en forma de ensayo periodístico, como las de Roger Vinton, Gemma Garcia Fàbregas, Jordi Amat, Pere Cullell y Andreu Farràs, describen cómo funciona la economía productiva y financiera en manos de unas élites que prefieren permanecer siempre en la sombra.
- ‘Homenots’, de Josep Pla. ‘Homenots’ es una serie de 60 perfiles hechos por Josep Pla sobre personajes de su tiempo. Se publicaron entre 1958 y 1962 en la Editorial Selecta y entre 1969 y 1974 en la Editorial Destino en cuatro volúmenes. En el prefacio de uno de los volúmenes, Pla afirmaba que, para él, “un ‘homenot’ es un tipo singular, insólito, una persona que se ha significado, en una cualquiera actividad, de una manera remarcable”. Entre estos perfiles destacan los de Prat de la Riba, Jaume Bofill, Joan Miquel Avellí y Ramon Godó, entre muchos otros, que configuran el sustrato económico y político del país.
- ‘L’oasi català’ (2001), de Pere Cullell y Andreu Farràs. El oasis catalán hace referencia a las relaciones estrechas que se gestaron entre la burguesía catalana y el centralismo de la corte de Madrid del siglo XIX. El término parece que lo acuñó el periodista Manuel Brunet. Y parece que, hoy en día, habría unas 400 personas que representarían esta élite catalana repartida en centros culturales y económicos. Con esta expresión titularon los periodistas Pere Cullell y Andreu Farràs su ensayo, donde explican las relaciones familiares, educativas y de veraneo de buena parte de estos prohombres de la sociedad catalana, y que abrazan todo el abanico político catalán.
- ‘Els senyors del boom’ (2014), de Gemma Garcia Fàbregas. La periodista toca a fondo una historia muy sensible, la de la fiebre del oro inmobiliario vivida en los Países Catalanes y sus impactos sociales, políticos y económicos, con información de primera mano y un análisis muy documentado que abre una perspectiva nueva sobre los motivos de una catástrofe anunciada como fue la de la burbuja inmobiliaria.
- ‘La gran teranyina’ (2017), de Roger Vinton. ‘La gran teranyina’ revela la estructura opaca desde donde determinados agentes ejercen el poder a través del cual controlan hechos y situaciones que afectan diariamente nuestra sociedad. Este libro nos permite, en palabras del mismo Vinton, “abrir los ojos y ser conscientes del inmenso poder del individuo”. Una investigación profunda que cambia la percepción que se tiene de Cataluña y que algunos han considerado un verdadero manual de consulta o de brújula en la selva del poder.
- ‘El hijo del chófer’ (2020), de Jordi Amat. A raíz de la figura oscura de Alfons Quintà —periodista, abogado, oficial de la Marina Mercante y juez, que el 19 de diciembre de 2016 asesinó a su mujer y después se suicidó con una escopeta de caza—, Jordi Amat hace una reflexión sobre el poder. Detrás de una carrera periodística fulgurante, que transcurre por la dirección de TV3 o las tertulias de Intereconomía, se oculta una trayectoria oscura llena de chantajes, persecuciones sexuales, abusos de autoridad y trapicheos diversos, que muestra cómo funcionan las cloacas del poder en Cataluña.
- ‘Gente de orden’ (2021), de Cristian Segura. A medio camino entre el ensayo, unas memorias y una crónica periodística, Cristian Segura escribe un retrato exhaustivo de las élites barcelonesas. Una sociedad en transformación a causa de la globalización, de la consolidación del estado del bienestar y también por la hegemonía del nacionalismo catalán. Las élites no desaparecen, se transforman. Y Barcelona es el paradigma de ello.
11Onze es la fintech comunitaria de Cataluña. Abre una cuenta descargando la super app El Canut para Android o iOS. ¡Únete a la revolución!
Acusada por haberse comido una manzana. Estigmatizada por el pecado del hombre. Controlada por los confesores. Purificada a través del fuego redentor. Atacada por la misoginia. La historia de la mujer plantea un panorama poco esperanzador, dado que ha tenido que acatar una realidad impuesta por el género masculino. Emprendemos un recorrido por la historia con el primero de seis artículos sobre la lucha de la mujer contemporánea para lograr la plena igualdad de la mano de Oriol Garcia i Farré, agente 11Onze e historiador.
A principios del siglo XX, Cataluña hizo el salto definitivo hacia la modernidad. La generación del 1900 trabajó intensamente para modernizar la sociedad catalana hasta conseguir transformar todos los ámbitos de la vida cotidiana. Desde la cultura hasta la política serán redefinidas y, aun hoy, perduran intensamente todos aquellos cambios tan profundos dentro de nuestra memoria colectiva.
La modernidad anhelaba cambiar los esquemas anteriores por medio de la cultura, la ciencia y la educación, y fue en este último ámbito donde topó con la Iglesia, la cual ostentaba -desde hacía siglos- el monopolio de la educación. Entonces, el debate se articuló sobre sí para ser modernos había que transitar absolutamente hacia una sociedad plenamente laica o existía otra opción.
La sociedad catalana conservadora de la época esperaba que la esposa de una de las personalidades más relevantes del panorama político del momento -como era el abogado y miembro fundador de la Liga Regionalista, Narcís Verdaguer y Callís- se mantendría al margen de toda la efervescencia social y cultural del país.
El modelo social de entonces entendía que la mujer -con suficientes recursos económicos- tenía que tener una actividad limitada a las funciones de ama de casa y a actas sociales que incluían obras de caridad en el ámbito parroquial. Por lo tanto, cuanto más blanca era su piel, más importante era su estatus social.
La realidad fue otra, cuando Francesca Bonnemaison y Farriols (1872-1949) -de profundas convicciones religiosas, transmitidas por línea materna- inició un proyecto revolucionario que lo cambiaría todo. Sin darse cuenta, haría tambalear los cimientos más conservadores de la sociedad catalana.
Democratizando el acceso en la educación
Reunidas alrededor de la parroquia de Santa Anna de Barcelona, las conocidas como ‘damas cooperadoras’ se reunieron un viernes de mayo del 1909 en las dependencias de la vicaría. Lejos quedaban las acaloradas discusiones de cuál era la opción más idónea para constituir la nueva entidad dentro de la parroquia: o bien se creaba una obra social para la juventud femenina adinerada, o bien se fundaba un círculo literario exclusivo para mujeres del alta sociedad. Pero nada de esto sucedió.
Con el aval de en padre Gatell, se impuso la opción sugerida por la señora Bonnemaison. A partir de aquel viernes 28 de mayo de 1909 se ponía en marcha la primera biblioteca pública para mujeres de Barcelona. Sí, para todas las mujeres de la ciudad y abierta, tanto a mujeres acomodadas como mujeres trabajadoras.
De este modo, se ponía en práctica el ideario renacentista que defendía Francesca Bonnemaison, el cual creía imprescindible acercar la cultura a la mujer, la regeneración social y el desarrollo económico del país. Un año más tarde se fundaba lo lnstitut de Cultura de la Dona y de este modo se ponían las bases para formar mujeres de todas las capas sociales, que caminaran hacia su liberación personal, el reconocimiento de algunos derechos básicos y la igualdad de oportunidades laborales.
El ideario que desplegó la nueva institución -tan revolucionaria en su tiempo- se fundamentaba en tres pilares esenciales: El primero se articulaba en el fomento de la lectura y la práctica sensata de la doctrina cristiana. El segundo entendía que el aprendizaje intelectual adquirido por la mujer -a través de la educación- era necesario para ayudar al hombre y no para competir con él. Y el tercero pivotaba sobre el entendimiento que la mujer tenía que ser una buena gestora doméstica que pudiera colaborar en el sostenimiento económico familiar y en la transmisión de conocimientos a los hijos.
La puesta en marcha del lnstitut de Cultura y la Biblioteca Popular de la Dona fue un éxito sin precedentes, como constatan los libros de registros de lectoras que se reunían cada domingo después de misa y el fuerte incremento de la demanda docente. Rápidamente, tuvieron que abandonar la parroquia para instalarse primero en la calle Elisabets y después en la actual calle Sant Pere Més Baix de Barcelona. Está documentado que hasta julio del 1936, la biblioteca disponía de un fondo con más de 23.000 volúmenes y el Instituto impartía docencia a unas 6.200 alumnas.
El exilio forzado y cambio de paradigma político
Francesca Bonnemaison creyó que la historia le ofrecía una segunda oportunidad para amplificar su ideal de mujer y empezó a hacer campañas después de la proclamación de la Segunda República. Por este motivo, constituyó -aconsejada por Francesc Cambó- la sección femenina de la conservadora Liga Regionalista. Desde entonces, trabajaría incansablemente para difundir su modelo de mujer, basado en la religión, el conocimiento y la familia.
Pero todo cambió a partir de julio de 1936. Después del fallido golpe de estado y el consiguiente estallido de la Guerra Civil, todo se polarizó. Miembros de la Liga Regionalista -recordémoslo, un partido conservador catalanista- serían colaboracionistas del fascismo a través del espionaje interno y de oficinas de prensa en el exterior -como la de París-, que se dedicarían a elaborar contenidos para explicar el nuevo relato franquista al mundo.
La “proletarización” llevada a cabo por la insurrección anarquista a principios del conflicto de la Biblioteca y del lnstitut de Cultura hizo entender a Bonnemaison que su vida corría peligro. Aquella inseguridad la llevó hasta París, donde fue la secretaria personal de en Francesc Cambó. En el extranjero trabajó incansablemente para difundir los ideales de los insurrectos, dado que confiaba que estos volverían a garantizar la orden y la estabilidad social, con los que su ideal de mujer encajaba perfectamente.
Al volver a Barcelona en 1941, se dio cuenta de que la dictadura franquista había articulado la sociedad a partir de la familia y siguiendo las pautas católicas, pero la mayoría de mujeres habían sido obligadas a abandonar sus trabajos para dedicarse exclusivamente a las tareas domésticas y familiares. De este modo, la mujer pasaba a ser considerada inferior al hombre y no tendría ningún tipo de autonomía.
Descubrir que los vencedores practicaban este sectarismo ideológico, sumado a una agresividad sin precedentes frente a todo aquello que fuera catalán, la hizo caer en una profunda depresión de la cual ya no se recuperó nunca. Y más aún cuando el lnstitut de Cultura y la Biblioteca de la Dona fueron controlados por la Falange y esta se dedicó a tergiversar completamente el espíritu fundacional de aquel viernes de 1909.
Si bien es cierto que el ideal de mujer de Francesca Bonnemaison era de inspiración conservadora y paternalista, no tenemos que olvidar nunca que dio alas a miles de barcelonesas con la creación de sus instituciones, y mucho antes de las míticas ‘Fawcett Library’ de Londres o la ‘Biblioteque Marguerite Durand’ de París. Francesca Bonnemaison fue una pionera en su tiempo, creando los elementos necesarios para empoderar a la mujer, paso primordial hacia la igualdad social.
11Onze es la comunidad fintech de Cataluña. Abre una cuenta descargando la super app El Canut para Android o iOS. ¡Únete a la revolución!
Los precios de los alimentos siguen disparados y han crecido un 15,4% aunque el global de la inflación haya descendido. ¿Es posible comer bien y bien de precio? En 11Onze te proponemos 11 platos para sacarle el máximo rendimiento a tu presupuesto.
Los datos del INE (Instituto Nacional de Estadística) revelan un hecho que la gente ya había notado, seguro, al hacer la compra: que los precios de los alimentos no paran de subir. Esto ha provocado, según la OCU, que el 90% de los ciudadanos modifiquen sus hábitos de compra, que compren un 23% menos de comida, que hayan reducido en un 18% la compra de fruta y verduras y que 3 de cada 10 hayan limitado la compra de carne y pescado.
Esto puede provocar que la dieta de las familias bascule hacia compras más baratas y quizás menos saludables. Revisando los datos, existen productos básicos como la leche que han subido un 33,4%, los huevos un 22,9% o las patatas un 18,9%. Las carnes subieron entre un 13% y un 25%, mientras que las legumbres y verduras subieron entre el 11% y el 15%. La fruta ha subido un 4%, pero hay que tener en cuenta que es uno de los productos habitualmente más caros.
Congelar, el gran aliado
¿Qué hacer, pues? Existe el riesgo de tender a una alimentación basada en alimentos procesados, pastas y harinas, que tienen mejores precios pero son peores para nuestra salud. Por eso, lo recomendable de entrada es aprovechar las ofertas para comprar al por mayor, lo que permite reducir el coste por unidad y congelar el sobrante. Evidentemente, es necesario aprovechar las ofertas de carnes y pescados frescos con descuento por fecha de caducidad cercana, porque los podemos congelar directamente. Pero esto también puede hacerse con otros productos. Quesos como el cheddar o la mozzarela se pueden congelar si los piensas utilizar para fundir. También se puede congelar la mantequilla, o huevos hervidos. Y en lo que se refiere a la fruta, lo más recomendable es aprovecharla para hacer compota o pasteles que se pueden congelar.
Recetas tradicionales contra la inflación
Si no desea renunciar a los sabores tradicionales ni a la cocina saludable, puede hacer una inmersión en el Corpus del Patrimonio Culinario Catalán. Encontrará recetas que sacan el máximo rendimiento a los ingredientes más costosos. Hemos seleccionado 11.
- Tortilla con jugo. Una tortilla rellena de legumbres o patatas y acompañada de sofrito. Un plato sencillo, para mojar pan.
- Pollo con chanfaina. Una de las carnes menos caras y saludables, acompañada por uno de los recursos más habituales de la cocina catalana.
- Garbanzos con bacalao y espinacas. Las legumbres son el producto base, el bacalao y las espinacas las complementan.
- Sopa de cebolla. Una buena forma de aprovechar el pan seco y hacer una sopa sabrosa.
- Butifarra con peras. Con unas peras maduras podemos preparar un plato de contraste de sabores con uno de los clásicos de la carne en Cataluña.
- Escudella de calabaza y judías. Poca carne y un buen plato de cuchara.
- Escudella Montserrat. El congrio (o similar) y la coliflor son las estrellas de este plato que también lleva arroz, garbanzos y fideos.
- Arroz en la cazuela. Un clásico de la cocina catalana y una buena forma de servir muy buenos platos con una inversión modesta.
- Arroz de recortes. Si compra un pollo entero para asarlo, aproveche los recortes para hacer este plato de aprovechamiento.
- Arroz a la Piula. Con una base de anchoas, un buen arroz caldoso con un sabor marinero.
- Sardinas con patatas y huevos estrellados. Si te gustan los famosos huevos estrellados aquí tienes una versión nostrada con sardinas.
Ésta es sólo una elección de los miles de recetas del Corpus Culinario del Patrimonio Catalán. Muy a menudo, nuestros antepasados cocinaban sacando mucho rendimiento a una pequeña porción de carne o pescado. Acompañada con legumbres, patatas, verduras o arroz, las raciones que se podían servir con ese ingrediente más caro se multiplicaban. Lo que no sabían entonces, quizás, es que así también hacían de ese plato una comida nutricionalmente más completa y saludable.
Ahora, con una inflación que en el caso de los alimentos sube hasta el 15,4% quizá sea un buen momento de recuperar esa forma de cocinar. Seguramente, además de ahorrar dinero, ganaremos salud.
Y vosotros, ¿qué receta de aprovechamiento preparais en casa?
11Onze es la fintech comunitaria de Cataluña. Abre una cuenta descargando la super app El Canut para Android o iOS. ¡Únete a la revolución!