El riesgo de una recesión “larga y fea”
Aunque el exvicepresidente de Estados Unidos, Dick Cheney, llegó a afirmar que nadie vio venir la gran crisis financiera de 2007-2008, lo cierto es que el economista Nouriel Roubini había advertido en 2006 que nos encaminábamos hacia una “profunda recesión”. Ahora prevé otra recesión “larga y fea”, que puede convertirse en la peor catástrofe económica de nuestra vida si no tomamos las medidas adecuadas.
Recuperar una tasa de inflación del 2 % sin un aterrizaje brusco de la economía va a ser una “misión imposible”, según el economista Nouriel Roubini. Por ello, advierte que no nos enfrentamos a “una recesión corta y superficial, sino que va a ser severa, larga y fea”, y podría implicar un desplome de hasta el 40 % en los valores bursátiles.
Roubini, que se ganó el apelativo de Dr. Doom (Dr. Catástrofe) por predecir el estallido de la burbuja inmobiliaria y la consiguiente recesión en la primera década de este siglo, lleva tiempo alertando sobre los elevados ratios de endeudamiento de particulares, empresas y gobiernos, algo que imposibilitaría un aterrizaje suave de la economía.
Según él, a medida que los tipos de interés suban, cada vez más hogares, empresas, bancos y países zombis “van a caer”. En economía, se ha popularizado el término “zombi” para referirse sobre todo a instituciones y empresas que sobreviven de forma artificial a base de la inyección de préstamos, sin los cuales se tendrian que declarar en quiebra.
La inevitable subida de tipos
Este economista daba por hecha la subida de 75 puntos básicos que se acordó en la reunión de septiembre de la Reserva Federal de Estados Unidos. Y prevé subidas de como mínimo 50 puntos básicos para las reuniones que se celebrarán en noviembre y en diciembre, lo que situaría los tipos de interés de Estados Unidos a finales de año como mínimo entre el 4 % y el 4,25 %. Si la fuerte inflación persiste, los tipos podrían llegar incluso a rozar el 5 %.
Con estas tasas de interés, cada vez más empresas serán incapaces de financiarse o hacer frente a los créditos ya contraídos. Será la puntilla para muchas compañías que en la actualidad se enfrentan a un aumento considerable de los costes de producción, perturbaciones en la cadena de suministro y un descenso acusado de la demanda.
De hecho, el Dr. Doom identifica en el libro ‘Megathreats’ una serie de amenazas para las empresas y la economía en la actualidad. Entre ellas, se encuentran el envejecimiento de la población, el proteccionismo, las restricciones migratorias, la deslocalización de fábricas de Asia a Europa y Estados Unidos, la rivalidad entre Estados Unidos y China, el cambio climático y las pandemias recurrentes.
Sin margen de maniobra
En este contexto, Nouriel Roubini considera que muchos países serán incapaces de aplicar medidas de estímulo fiscal para contrarrestar la recesión. Por una parte, el exceso de deuda hace que muchos gobiernos se estén quedando “sin balas fiscales”. Y, por otra, se corre el riesgo que los estímulos sobrecalienten la demanda agregada, lo cual sería contraproducente para el control de la inflación.
En definitiva, este profesor de Economía en la Universidad de Nueva York pronostica que entre finales de 2022 y finales de 2023 confluirá lo peor de las dos últimas grandes crisis: tendremos que hacer frente a una estanflación como la vivida en la década de 1970 y sufrir las consecuencia de los impagos de una deuda masiva, como sucedió en la crisis de 2007-2008.
Asi como en esta última crisis las hipotecas y los bancos fueron los más afectados, Roubini considera que en la recesión que se nos echa encima el eslabón más débil serán las empresas y la banca en la sombra, que en muchos casos “van a implosionar”. Ante esta posible crisis empresarial, el economista recomienda “ser ligero en acciones y tener más efectivo”.
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Molt bon article,
Cal q ens preparem pel q se’ns ve a sobre.
Celebrem que t’hagi agradat. La que ens ve a sobre l’haurem de passar com sigui. Moltes gràcies pel teu comentari, Manel!!!
Creus que hem de tenir metalic a casa ?
Penso que sempre podrem pagar, sigui en plàstic o sigui en metàl·lic, però malauradament, la llarga recessió no ens la traurà ningú… Moltes gràcies pel teu comentari, Joaquim!!!
👏
Gràcies, Joan!!!
Està molt bé, però realment què podem fer els petits?
Ens podem quedar amb l’última idea, “ser lleuger en accions i tenir més efectiu”. Serà important protegir el valor dels diners i ser més curosos que mai sobre on els dipositem. En seguirem parlant per aquí, Joan. 😉
Gràcies per aquest article tan entenedor
Gràcies, Francesc! 😊
Molt bon ticle el compartiré perquè tothom vegi el que estar per vindre
I tant, Cristian, el coneixement sempre s’ha de compartir, mai sabem a qui pot ajudar! Gràcies 💛
Estic en el mon de la fotovoltaica i el vent sembla bufar a favor però pel que veig cal nedar i guardar la roba. Ho tindré en compte.
Sempre és bo prevenir, Manel! 💪
👌 molt interessant
Gràcies Carles!
La veritat és que era força increïble que ningú hagués pronosticat la crisi del 2007-2008. S’haurà de fer cas a aquest economista que quan tocava va anar a contracorrent.
Em crida l’atenció el concepte «crisi lletja»
Les crisis són cícliques i periòdiques i estava molt clar que aquell desgavell de compra contínua de pisos i de constitució d’hipoteques i crèdits hipotecaris no podia continuar perquè era del tot desproporcionat. Moltes gràcies pel teu comentari, Mercè!!!
Prenc nota de l’article. A preparar-se👍
Celebrem que t’hagi agradat, Jordi, i moltes gràcies pel teu comentari!!!