

Etiqueta eco: falsa lucha contra los plásticos
Hace años que sentimos la expresión que los plásticos han tomado la tierra. Al mismo tiempo, la cultura del reciclaje y la conciencia medioambiental cada vez toman más fuerza en nuestra sociedad. Pero, en un mundo donde diariamente se producen más de 300 toneladas de plástico, ¿es suficiente nuestra acción?
Una necesidad tan básica y vital como beber agua supone uno de los mayores problemas de conservación del planeta. Mientras en países del tercer mundo llevar agua a los pueblos todavía es todo un reto, en países como el nuestro nos descubrimos inmersos en un dualismo en que tenemos agua disponible desde el grifo y, al mismo tiempo, consumimos kilos y kilos de plástico para lograr el mismo objetivo: beber agua.
Cada vez más empresas ofrecen alternativas al consumo de botellas de plástico, para minimizar la huella ecológica y apostar por botellas de vidrio o reutilizables. La cuestión, aun así, continúa siendo la misma en esencia y recae en el origen de esta agua: si tenemos agua sin salir de casa, ¿por qué ir a buscarla afuera?
Evitar las botellas de plástico, un pequeño gesto de gran impacto
La cultura del plástico de un solo uso crece sin parar, y las medidas que se implementan se orientan al reciclaje, para mejorar la gestión de los residuos. Una acción imprescindible para la conservación del planeta, pero insuficiente teniendo en cuenta el foco del problema: más de 350 millones de toneladas de plástico producido, según los últimos datos de Plastics Europe en 2019.
De estos plásticos, que la mayoría serán utilizados para un solo uso, en el Estado español solo se reciclan alrededor del 25% de envases, según datos de Greenpeace España. La gran parte restante acaba en ríos, mares, vertederos o incluso se quema. La cuestión, pues, recae en buscar alternativas para que productos tan básicos como los alimentos de primera necesidad o el agua no requieran plásticos que, además del coste medioambiental y económico que pueden suponer, incluso pueden tener consecuencias nocivas en términos de salud.
¿Qué hay detrás de una botella de plástico?
Detrás de cada botella que compramos hay un ciclo de vida que genera un impacto ambiental importante, y a menudo evitable. Empieza en el origen y la fabricación del plástico, e incluso el lugar y la forma en que se obtiene. Seguidamente, hay que tener en cuenta la fabricación del producto y la localización, que irá estrechamente ligada a los costes de transporte y a los centros de producción y distribución que se pueden necesitar.
Por lo tanto, en el momento que tenemos una botella de agua en la mano, aquel producto ya ha causado un impacto ambiental que nunca podremos contabilizar. En este punto, optar por una botella hecha con plástico reciclado u otros materiales más ecológicos puede favorecer el futuro de aquel envase, y evitar generar un residuo más que, en el caso de la botella, puede tardar hasta 500 años a descomponerse. Pero ni siquiera los materiales ecológicos aseguran un impacto medioambiental positivo.
Los materiales ecológicos también impactan
Hay que estar alerta porque los materiales biodegradables pueden suponer un impacto ambiental igual de importante que la creación de plásticos, aunque sea para producir y tratar los materiales de origen natural que se precisan para producirlos. Greenpeace alerta que el producto final, a pesar de tener una base de origen vegetal, a menudo acaba conteniendo bioplásticos, que consiguen abaratar el coste sin renunciar al sello ecológico.
Estos datos nos sitúan en un nuevo escenario en que los consumidores tenemos mucho que decir, y sobre todo a hacer. Al reciclaje se suma otro objetivo todavía más importante como es evitar el consumo de plástico. Llevar esto a nuestra vida cotidiana puede suponer un gran adelanto a escala medioambiental, pero también puede tener un impacto positivo en nuestra economía.
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Hem de canviar molts costums.
Per millorar coses sempre hi serem a temps, la qüestió és fer-ho… Moltes gràcies pel teu comentari, Pere!!!
Hauríem de tornar al vidre; líquids com la llet, els sucs, l’aigua, les cerveses… i retornar embasos com es feia quan jo era petita
Seria genial, reutilitzar i en vidre, molt més net. Gràcies, Laura.
Gràcies per aquesta informació
Gràcies a tu, Alícia, per apreciar-ho!
O fan una normativa més rigurosa o això servirà de poc.
Per descomptat, els que manen són els que tenen la gran responsabilitat de fer que minvi aquest excés en què ens trobem. Gràcies, Manuel.
Calen mesures mès eficaces contra el plastic, de res serveix etiquetar-los si no hi ha alternativa seriosa.
Totalment d’acord Jordi, per això al final sempre cau la responsabilitat en l’usuari final, intentant com es pugui consumir-ne el mínim possible. Gràcies pel teu comentari.
Per reflexionar.
Doncs, sí, Pere. Anem descobrint progressivament tot l’impacte real de la indústria i, a la vegada, el poder que tenim de canviar les coses amb les nostres opcions de compra.
Gràcies pel teu comentari!
Es que això de les etiquetes és tot un món….
Del tot d’acord, Mercè! Una simple etiqueta té unes implicacions al llarg de tota la cadena de producció i distribució de què sovint no som conscients.
Gràcies per la teva reflexió!