Con el inicio de las pruebas de la aplicación de 11Onze, que abrirá las puertas a los primeros servicios financieros de la entidad, aprovechamos para hacer un repaso del progreso de la banca móvil en los últimos años.

La semana pasada 11Onze inició las pruebas de su aplicación, con la cual ofrecerá servicios bancarios de última generación en nuestro país. Los primeros usuarios que tienen el privilegio de testearla han sido escogidos entre los miembros activos de La Plaça y todavía se puede solicitar la participación enviando un correo a [email protected].

11Onze ofrecerá sus servicios financieros de acuerdo con la creciente demanda de aplicaciones bancarias móviles por parte de los clientes, cada vez más utilizadas en detrimento de las operaciones tradicionales y presenciales. La evolución de la banca móvil nos confirma un aumento notable de las aplicaciones como opción preferente.

Una nueva tecnología de alcance mundial

Actualmente, el 35% de los clientes de banca a escala mundial recurren a las aplicaciones móviles para hacer sus gestiones bancarias cotidianas. Países tan diversos como Polonia, Suráfrica, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Suecia o Tailandia superan el 50% de usuarios de banca móvil, lo que nos habla de la globalidad de su implantación en el sector. Mercados principales como los Estados Unidos, ya cuentan con 57 millones de clientes usándola.

La banca móvil ha hecho un recorrido más largo del que recordamos, empezándose a desarrollar en el Reino Unido. En el Estado español lo hizo el 1983, a pesar de que los primeros sistemas telefónicos no llegaron hasta una década más tarde, el 1995. Hoy lo utilizan el 44% de los clientes del Estado habitualmente, situándose en la 21.ª posición a escala mundial.

La satisfacción de los usuarios avala la banca móvil

Hasta ahora, las entidades habían hecho la apuesta de dar un servicio combinado en varios canales, pero hay un aumento de la satisfacción expresado en la opinión de los clientes cuando disponen de buenos servicios de banca digital. En este sentido, cada vez valoran más positivamente tener una buena aplicación móvil: ágil, intuitiva y segura. Esta utilidad, rápidamente apreciada por el usuario de la aplicación móvil, queda reflejada en cómo se mantiene esta como una herramienta estable en nuestro dispositivo, conservándola un 6% más que cualquier otra aplicación de cualquier sector.

Las aplicaciones bancarias móviles han recibido el lógico impulso de las generaciones más jóvenes, más avezadas a las nuevas tecnologías y con menores recelo a usarlas. Los llamados millennials adelantan a cualquier otra franja de edad en hacer el cambio de la banca en línea a la banca móvil, por la comodidad que les representa. Este perfil joven está haciendo aumentar los clientes con cuentas en empresas fintech casi en un 20% mensual.

Más operativa a menos coste

La facilidad para trabajar con disponibilidad de 24 h, con menores comisiones y costes, sin papel físico en la documentación y la simplificación de los trámites, son los atractivos que más valoran los clientes a la hora de escoger la banca móvil. Los usos más frecuentes también son sencillos: los pagos, las consultas de movimientos y las transferencias.

Sin embargo, la innovación va de la mano de la evolución de estas apps. Desde los sistemas para garantizar la seguridad del usuario, hasta herramientas que faciliten el ahorro o hagan balance y asesoramiento ganancial y gastos de un determinado periodo, así como la gestión integral de las suscripciones. Las demandas de los clientes se amplían para incluir todos los servicios posibles dentro de las aplicaciones, como por ejemplo la petición y formalización de crédito. Una demanda conocida por las entidades que, a su vez, están abriendo cada vez más el abanico de funcionalidades.

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