El impacto ambiental que genera el ciclo de vida de las botellas de plástico se puede reducir mediante el reciclaje, pero, ¿y si eliminamos el problema con pequeños cambios en nuestros hábitos de consumo? Sandra Molas, responsable comercial de 11Onze, nos plantea alternativas para hacer posible un planeta sin plástico.
Científicos han descubierto que incluso en la nieve recientemente caída en la Antártida se pueden detectar microplásticos. Como declara Molas, “literalmente, nos llueve plástico”. El problema de la polución plástica es directamente proporcional a la producción y consumo de productos de materiales plásticos, “si realmente nos preocupa, tenemos que actuar y dejar de comprar plásticos”, apunta Molas.
En este sentido, la producción mundial de plásticos se ha incrementado un 500% desde principios de la década de los ochenta, y cada año se producen en el mundo unos 300 millones de toneladas de plástico, de las cuales, 8 millones de toneladas se abocan en los océanos.
La sociedad se ha concienciado del problema, pero como explica la responsable comercial, “nuestra responsabilidad como individuos no exime a las administraciones y a las empresas a ser las primeras a dar ejemplo”, y hace falta una legislación y normativa suficientemente estricta para afrontar los retos medioambientales que se plantean.
Sandra Molas: “Literalmente, nos llueve plástico”
Pequeños cambios que tienen un gran impacto
Aun así, ¿somos realmente conscientes de nuestra contribución a las ingentes cantidades de residuos plásticos que se generan cada año? ¿Cómo podemos reducir nuestro impacto con pequeños cambios en nuestros hábitos de consumo? Cómo afirma Molas, “cada cual, por sí mismo, puede hacer muchas cosas de una manera sencilla” por ejemplo “poniendo un método de filtraje de agua a casa”.
Teniendo en cuenta que el consumo de agua embotellada para una familia de cuatro personas es de unos 3.000 litros el año, con un gasto anual de 1.000 euros en agua embotellada, que se traduce en 60 kg de plástico, pequeños cambios como el uso de un filtro de agua, representan una opción más respetuosa con el planeta y que “además te ayudan a ahorrar”.
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Doncs sí, cal conscienciar-se no sols individualment sinó que colectivament administrativament cal donar exemple. Ja fem tard.
Petits canvis…fer servir bosses compostables, comprar a pes. Posar el nostre gra de sorra per eliminar el gra de plàstic
Exacte 😀
una bona opció és tbé comprar tot a granel. costa una mica anar al mercat amb el tapper i les ampolles per els sabons i gels xò jo gairabé plàstic 0
Doncs sí, és una altra opció, però vols dir que existeixen gaires comerços a on encara facin vendes a granel? Moltes gràcies pel teu comentari, Carme!!!
També els governs haurien de parlar amb les empreses perque no facin servir envasos de plàstic.
Tens tota la raó, Jordi, és feina de tots.
Hem de començar a canviar d’hàbits, ens hi va la salut.
Exacte Manuel, si cada un de nosaltres canviem hàbits, l’impacte positiu pel planeta serà massiu.