La responsabilidad de la banca en la inflación

La actividad bancaria tiene un papel fundamental en la inflación. Cuando el crédito no se dedica a la economía productiva, a la generación de nuevos productos o servicios, aumenta artificialmente la capacidad de compra, lo cual rompe el equilibrio entre oferta y demanda e impulsa el incremento de los precios.

 

El negocio bancario no funciona exactamente como la mayoría de la gente cree. Tendemos a pensar que los bancos son simples intermediarios financieros que reciben dinero de parte de sus clientes en forma de depósitos para prestarlo a otros clientes en forma de créditos. Y se supone que sus beneficios provienen del diferencial entre los intereses que pagan por el dinero depositado y los intereses que cobran por el dinero prestado.

La realidad es mucho más compleja. Lo que llamamos “depósitos” no son tales porque no se mantienen bajo custodia, sino que deberíamos considerarlos préstamos que hacemos al banco. A su vez, los créditos que concede una entidad bancaria no son en realidad préstamos tal como los entendemos.

Cuando firmamos un préstamo, lo que hace el banco es comprar nuestro compromiso de devolución del importe nominal concedido, lo que sería un pagaré. No existe necesariamente una transferencia de dinero físico del banco a nuestra cuenta porque lo que denominamos “depósito” no es más que el apunte contable de un importe que el banco adeuda al titular de esa cuenta.

Así es como los bancos comerciales crean dinero artificialmente, como explica el propio Banco de España. De hecho, la inmensa mayoría de los depósitos se generan a partir de la nada cuando los bancos conceden créditos, sin que estén respaldados por dinero real. 

 

¿Crédito productivo o improductivo?

Cuando esta creación ficticia de dinero sirve para financiar la economía productiva, haciendo posibles inversiones que generan nuevos bienes y servicios, se mantiene el equilibrio entre oferta y demanda. Existe más dinero nominal, pero también más productos y servicios que se pueden adquirir, con lo que no aumenta la inflación.

Sin embargo, si el banco genera artificialmente dinero para el consumo y esto no va acompañado de un aumento en el volumen de productos y servicios disponibles en el mercado, se rompe el equilibrio entre oferta y demanda. Al haber más dinero disponible para comprar el mismo volumen de productos y servicios, se genera inflación. Y, por desgracia, la mayoría de los préstamos no son productivos, sino que se dedican a transacciones financieras que simplemente permiten la transmisión de derechos de propiedad.

De ahí la conveniencia de que la regulación contemplara una categorización del crédito para evitar un exceso de préstamos especulativos que disparen la inflación. Si la mayor parte del crédito bancario se dedicara a fines productivos, tendríamos un sistema financiero más estable y una economía sana y sin inflación.

El marco normativo actual hace aguas porque se basa en la premisa de que los bancos son simples intermediarios financieros, cuando en realidad crean dinero artificialmente y provocan una espiral inflacionaria, que muchas veces acaba en el estallido de las lógicas burbujas financieras. 

 

Una posible solución

Algunos países han conseguido evitar este problema gracias a sistemas financieros dominados por los bancos comunitarios, que no priorizan la especulación financiera sino el crédito productivo. En Alemania, por ejemplo, este tipo de bancos pequeños dominan el mercado y destinan la mayor parte de sus créditos a las pymes.

Sin duda, gran parte del éxito económico alemán de los últimos 200 años se debe a su sistema financiero, que nunca ha necesitado dinero público para rescatar a alguno de sus bancos ni ha hecho perder depósitos a sus clientes. 

Para estabilizar y mejorar nuestra economía, sería conveniente romper con la actual lógica de nuestro sistema financiero e impulsar la creación de bancos comunitarios que prioricen la financiación de la economía productiva.

 

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Equip Editorial Equip Editorial
  1. Jordi MorenoJordi Moreno says:
    Jordi

    Prioritzar l’economia productiva amb comunitats financeres, aquest es el vertader aprenentatge, ara bé abans cal parlar o apendre a diferenciar les economies productives de les que no ho són. Gràcies per l’article👍

    • Silvia GarrigaSilvia Garriga says:
      Silvia

      Com sempre, l’aprenentatge i el coneixement és la base de tot, per poder prendre bones decisions. Gràcies pel comentari Jordi.

      Hace 1 año
  2. Joan Santacruz CarlúsJoan Santacruz Carlús says:
  3. Manuel Bullich BuenoManuel Bullich Bueno says:
  4. Laura León AmatLaura León Amat says:
    Laura

    Molt necessari a la nostra vida el corporativisme, el servei comunitari i el compartir coneixament, expertesa sabiesa, recursos i guanyar-hi tots. Treballar a petita escala amb proximitat i per a les necessitats eeals del col.lectiu

  5. Mercè ComasMercè Comas says:
    Mercè

    Crec que no vaig errada si dic que la sèrie “Els diners” ens va deixar bocabadats a una majoria pel que fa a la idea que teníem de com es creen els diners. El desgavell financer mundial fa necessari tornar-ho a explicar, i no hi ha dubte, s’entén perfectament. Com també s’entén perfectament la visió de futur i la clarividència al crear 11Onze, la primera fincom catalana, la banca comunitària que necessita Catalunya.
    Diagnòstic, solució explicada, i aplicada en un any. 👌 Grans arguments per confiar-hi.

    • Jordi CollJordi Coll says:
      Jordi

      És exactament això el que pensem des d’11Onze. Moltes gràcies pel teu comentari, Mercè!!!

      Hace 1 año

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