Igualdad salarial de género, una tarea pendiente
En la Unión Europea, las mujeres cobran de media un 13% menos que los hombres. Y la desigualdad salarial en Cataluña todavía es mayor, ya que alcanza el 20%. Letonia y Estonia son los únicos estados de la UE con una mayor desigualdad salarial. Por suerte, el problema podría reducirse gracias a las nuevas normas de transparencia salarial.
Según los últimos datos de Idescat, las mujeres en Cataluña cobran un 20% menos que los hombres. Mientras que la media del salario bruto anual de los hombres se situó en 2020 por encima de los 30.000 euros, el de las mujeres no alcanzó los 24.100 euros. El dato es bastante peor que el de la Unión Europea, donde las mujeres cobran de media un 13% menos que los hombres por hora trabajada. De hecho, Letonia y Estonia son los únicos estados de la UE con una brecha mayor que Cataluña.
El principio de igualdad de retribución está consagrado en el artículo 157 del texto fundacional de la Unión Europea. Sin embargo, la brecha salarial de género apenas ha disminuido en una década, ya que ha pasado del 15,8% en 2010 al 13% en 2020. Por eso el 22 de febrero se conmemora el Día Europeo de la Igualdad Salarial, que pretende poner el foco en el problema para que los miembros de la UE tomen medidas.
Hay que tener en cuenta que existen diversas desigualdades subyacentes a esta brecha salarial. No solo es que las mujeres ganen menos que los hombres cuando realizan el mismo trabajo. Además, las mujeres están sobrerrepresentadas en sectores de remuneración relativamente baja, como la prestación de cuidados y la educación, mientras que el llamado techo de cristal da lugar a una infrarrepresentación femenina en los puestos directivos.
Transparencia contra la desigualdad
Por suerte, la presidencia checa y el Parlamento Europeo alcanzaron en diciembre un acuerdo provisional sobre las normas de transparencia retributiva. Este facultará a las mujeres para que apliquen el principio de igualdad de retribución por un mismo trabajo mediante un conjunto de medidas vinculantes en materia de transparencia retributiva.
Para evitar la discriminación, las empresas deberán asegurarse de que sus empleados pueden acceder a los criterios para determinar la remuneración y los posibles aumentos salariales. Los trabajadores y sus representantes también tendrán derecho a solicitar y recibir información sobre su nivel retributivo individual y sobre los niveles retributivos medios de los trabajadores que realicen el mismo trabajo o un trabajo de igual valor, desglosados por sexos.
Las empresas con una plantilla de más de 100 personas también tendrán que informar sobre la brecha salarial entre trabajadoras y trabajadores. Cuando exista una diferencia en el nivel salarial medio entre hombres y mujeres de al menos un 5% sin justificar, el empleador deberá realizar una evaluación que incluya medidas para corregir las diferencias salariales injustificadas.
Sanciones para los infractores
Los trabajadores cuyo empleador no haya respetado el principio de igualdad de retribución tendrán derecho a reclamar una indemnización. Los tribunales podrán ordenar a la empresa que ponga fin a la infracción y adopte medidas correctoras. Tanto los organismos de igualdad como los representantes de los trabajadores podrán actuar en nombre de uno o varios empleados para hacer cumplir el principio de igualdad de retribución.
Ojalá estos sean los primeros pasos hacia una igualdad real entre hombres y mujeres en cuanto a retribuciones y oportunidades laborales. Faltará que los estados miembros de la UE adapten su legislación a la nueva directiva. Para ello disponen de un plazo de tres años.
Es curioso que Luxemburgo, el país que tiene la media salarial más elevada de la UE, con más de 70.000 euros al año, sea también el que ofrece una menor brecha salarial de género: las mujeres solo cobran un 0,7% menos que los hombres, según Eurostat.
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Gràcies!
Gràcies a tu, Joan!!!
Ja fem salat en implementar-ho. Sóc bastant escèptic, tant debò es dugui a terme per acabar amb aquesta descriminació.
Doncs sí, Manel. Dissortadament, és una discriminació massa arrelada a la nostra societat, en què la majoria d’empresaris semblen trobar-s’hi còmodes. Coincideixo amb tu que costarà, però, alhora, no podem deixar de fer passes cap al tancament d’aquesta bretxa vergonyosa.
Pendent i molt necessàri d’implementar
Gràcies, Jordi!
Veurem si això passa. No confío gaire amb la política 😞
És que els polítics fan de tot, menys generar confiança. Gràcies per comentar, Carles!
El percentatge pujarà si excloem de l´estadística el ram de la política i del funcionariat.
Tens raó, Mercè. L’empresa pública no és de cap manera representativa de la desigualtat salarial de gènere.
Sembla que aconseguir que el salari vagi en funció de la valua de la persona.es una fita difícil d’aconseguir,mentre es segueixi parlant amb terme «genere»
Exactament, Alícia; aquest hauria de ser l’únic criteri a l’hora de retribuir les persones.