

La evolución de la inteligencia artificial
La inteligencia artificial (IA) es una tecnología cada vez más omnipresente en nuestro día a día y ya está suplantando algunas funciones humanas. ¿Nos tiene que preocupar? ¿Superará a la inteligencia humana? Hablamos con el Dr. Ricardo Baeza Yates, director de investigación en la Northeastern University de Silicon Valley.
La convivencia entre personas e inteligencia artificial se ha normalizado. El incremento exponencial de la capacidad de procesamiento de los ordenadores, la acumulación masiva de datos y los adelantos en algoritmos de aprendizaje automático y redes neuronales han posibilitado que la inteligencia artificial avance a pasos de gigante.
A pesar de que la IA está avanzando a un ritmo vertiginoso, todavía no puede replicar las emociones, la creatividad o la intuición humana. Se basa en el aprendizaje específico y no tiene la capacidad de entender el mundo como lo hace un ser humano. Sin embargo, solo es una cuestión de tiempo hasta que llegue a superar la inteligencia y pensamiento abstracto característicos de los humanos.
Los ingenieros informáticos que han desarrollado el ChatGPT avisan que en diez años los sistemas de inteligencia artificial podrán superar a los humanos en la mayoría de disciplinas. Aun así, Ricardo Baeza cree que es posible que en un futuro “tengamos un tipo de humanidad aumentada, más que robots que nos dominen o exterminen”, y añade, “siempre somos nosotros los que tenemos el control y, si no lo tenemos, es un problema nuestro, no de la inteligencia artificial.”
La transformación del mercado laboral
Una de las principales preocupaciones que plantea el desarrollo de la IA es el impacto en el mercado laboral. La automatización de tareas supone una amenaza para ciertos puestos de trabajo, especialmente aquellos que son rutinarios o repetitivos. Pero esto ya ha pasado antes, y es importante recordar que la historia ha demostrado que la tecnología también crea nuevas oportunidades laborales. “La inteligencia artificial tendría que complementar a las personas. Haciendo un uso correcto de ella para aumentar su productividad”, apunta Baeza.
Por otro lado, el uso masivo de los datos personales y el aprendizaje automático plantean cuestiones sobre la privacidad, la discriminación algorítmica y la responsabilidad en las decisiones tomadas por sistemas gobernados por la inteligencia artificial. Es crucial establecer marcos éticos sólidos y la adopción de prácticas que garanticen que la IA sea utilizada para el beneficio de la sociedad en general.
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Interessant article. Caldria preguntar -li a alguna IA quins són els veritables perills que comporta. A mi se m’escapen…
Bona pensada, Francesc! Seria interessant comprovar com de perillosa es veu l’IA a ella mateixa.
La mal anomenada IA és una fal·làcia. Nomes cal que en el programa s’introdueixi una una dada aleatòria perquè tota la seqüència del càlcul que s’està fent, quedi col·lapsat.
Gràcies per la teva reflexió, Lluís!
Gràcies
Gràcies a tu, Daniela, per ser-hi i per seguir-nos!!!
👌
Gràcies, Joan!!!
👍
Gràcies, Manel!!!