España, en la cuerda floja pese al apoyo del BCE
Tras la escalada en la prima de riesgo que pagan Grecia, Italia, España y Portugal por su deuda, la intervención del Banco Central Europeo ha devuelto cierta estabilidad al mercado. Pero los intereses que pagan estos países por su deuda siguen subiendo y la situación se hace cada vez más insostenible.
El 14 de junio la prima de riesgo de Grecia se acercaba peligrosamente a los 300 puntos básicos, la de Italia llegó a rozar los 250, la de España alcanzó los 140 y la portuguesa cerraba la sesión en 138. Los intereses que debían pagar los países del sur de Europa por su deuda se habían disparado en los últimos días respecto a los de Alemania.
Porque eso es lo que mide la prima de riesgo: cada punto básico de la prima de riesgo equivale a un 0,01 % más de interés respecto a la rentabilidad del bono alemán a diez años. Por tanto, 100 puntos básicos significan pagar un 1 % más de interés que Alemania y 200 puntos equivalen a un 2 % más.
El mercado había ido mostrando en la primera mitad de junio la creciente desconfianza respecto al pago de la deuda de los PIGS, un acrónimo peyorativo para referirse a Portugal, Italia, Grecia y España por sus iniciales en inglés. Así que el diferencial del interés que se veían obligados a pagar estos países para colocar sus bonos de deuda respecto a Alemania había ido subiendo.
Mucho ruido y pocas nueces
El Banco Central Europeo (BCE) decidió tomar cartas en el asunto y, tras una reunión de urgencia, anunció el 15 de junio que reinvertirá parte de la cartera del programa de compras de emergencia frente a la pandemia (PEPP) para evitar que las primas de riesgo de estos países se disparen. Todo el mundo lo ha interpretado, de manera ineludible, como un nuevo rescate para estos países, tal y como ya pasó en la última crisis. España, pues, parece que será rescatada de la quiebra nuevamente por el BCE.
Desde entonces, la situación se ha calmado. La prima de riesgo de la deuda griega ha bajado en una semana 70 puntos básicos, la italiana ya vuelve a estar por debajo de los 200 puntos, y la española y portuguesa no llegan a los 110 puntos.
En realidad, el anuncio del BCE no supone una gran novedad. Como explicamos en el artículo “Jaque del BCE a las economías más frágiles”, en los últimos años el regulador bancario ha comprado cerca de dos billones de euros en deuda y anunció en marzo que las adquisiciones se reducirían drásticamente a partir de junio. Pero este organismo también advirtió que reinvertiría el principal devuelto (es decir, el capital, no los intereses) de los valores adquiridos en el marco de los programas de compra de deuda “durante el tiempo que sea necesario para mantener unas condiciones de liquidez favorables”. Ahora solo va un poco más allá, ya que añade la posibilidad de reinvertir también los intereses devueltos.
¿Una buena noticia?
El hecho de que la prima de riesgo de los PIGS haya bajado en los últimos días es una buena noticia en el sentido de que su financiación no se ha disparado respecto a la alemana. Pero esto no significa que los intereses de su deuda cuesten lo mismo que antes, porque el interés que paga Alemania por sus bonos a diez años ha subido 1,78 puntos porcentuales en apenas cuatro meses.
El rendimiento de los bonos alemanes, que estaba en niveles negativos a principios de marzo, no ha dejado de incrementarse desde entonces, ni siquiera después de la reunión de urgencia del BCE, y ya alcanza el 1,69 %. En definitiva, tanto Alemania como los PIGS pagan bastante más hoy por su deuda que a principios de marzo.
Más nubes que claros en el horizonte
Se avecinan tiempos complicados para todos, aunque, obviamente, el colchón de los PIGS es mucho más fino que el de países como Alemania. La futura subida de tipos del BCE para intentar controlar la inflación debería traducirse en una escalada generalizada del coste de la deuda. Y, además, cuando se pasen los efectos del reciente anuncio del regulador bancario sobre la compra de deuda, no puede descartarse que vuelva a incrementarse el diferencial de los países del sur de Europa respecto a Alemania.
El BCE se está quedando sin herramientas para mantener la estabilidad de una economía cogida con pinzas porque se halla entre la espada del estancamiento y la pared de la inflación. Y, con una deuda desbocada, los PIGS serían los principales perjudicados por las posibles medidas de ajuste o recortes que Europa exija en el futuro.
Hay quien advierte que, si llega la recesión, la solidaridad de los socios europeos podría resquebrajarse, como ya estuvo a punto de suceder hace una década. A partir de ahí, el futuro de la eurozona es toda una incógnita, al igual que el de las pensiones y la sanidad pública.
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gràcies
Gràcies a tu, Joan!!!
Gràcies per la informació👍
De res Jordi, és un plaer!
Tocarà apretar-nos el cenydor
Desgraciadament, sembla que així serà, Francesc.
D’aquí a poc els paisos frugals diran la seva, perquè sinó els hi costará més la salsa que el peix.
Haurem de veure que passarà aquests anys vinents, i tots sabem que té una difícil solució… Veurem amb quina ens sortiran els que manen i esperem que no ens afecti més del compte el que decideixin… Moltes gràcies pel teu comentari, Jesús!!!
Quin resultat va tenir el rescat de Grècia per part de la UE? No se’n sent a parlar ni en la vessant política ni en l’econòmica. Va ser notícia l’allau de refugiats sirians arribant a les seves costes i després altra vegada silenci. Potser va ser una solució poc reeixida, que més val no tornar a aplicar. Vejam què farà ara la UE.
Haurem d’anar veient, Mercè, no ens queda altra opció🤨
Venen temps molt convulsos, ja ens podem anant preparant.
Per desgràcia, Manuel, tot apunta a que serà així 😞