El interés de la deuda, en máximos desde 2015
La deuda pública en Europa está en máximos históricos y los intereses que deben pagar los Estados para financiarse han alcanzado en algunos casos niveles que no se veían desde hace años. Todo apunta a que los tipos de interés acabarán por subir en el futuro próximo, con lo que el crédito para familias y empresas se encarecerá.
El interés de los bonos alemanes a diez años llegó a superar el 1 % esta semana y el de los españoles alcanzó el 2 %. Ni lo uno ni lo otro sucedía desde 2015. La rentabilidad del bono español de referencia cerró 2021 en el 0,595 %, tras haber llegado a marcar en diciembre de 2020 niveles negativos. En cuanto al alemán, el incremento ha sido considerable en los dos últimos meses, ya que a principios de marzo era negativo. Al otro lado del Atlántico, el interés que paga Estados Unidos por los bonos a diez años superaba también esta semana el 3 %, algo que no sucedía desde finales de 2018.
El interés de la deuda de otros países europeos como Francia, Portugal, Italia o Grecia ha experimentado en marzo y abril una evolución similar a la alemana, con incrementos que en la mayoría de los casos se sitúan en torno a un punto porcentual. Así, el interés de los bonos franceses a diez años ya roza el 1,5 %; los portugueses están en torno al 2 %; los italianos han alcanzado el 2,8 %, y los griegos superan el 3 %.
Hay que tener en cuenta que el Banco Central Europeo (BCE), el mayor cliente de deuda pública de la eurozona, anunció en marzo que sus compras de deuda se reducirían drásticamente este año. Su previsión es pasar de los 80.000 euros mensuales que adquiría hasta hace poco a los 20.000 millones a partir de junio.
Se buscan nuevos inversores
Este gran descenso en la adquisición de deuda hace que oferta y demanda tengan que reajustarse y la forma de atraer nuevos inversores es incrementar la rentabilidad. Como consecuencia, los Estados deberán pagar más por su deuda y se reducirá su capacidad de inversión, algo que tiene un evidente efecto negativo en la economía.
Además, el incremento de los intereses de la deuda pública aumentará su atractivo a ojos de los inversores, con lo que parte del dinero que hasta ahora se dedicaba a financiar la economía productiva se destinará a la compra de deuda pública.
El fin de una época
La realidad es que la época de intereses negativos para la deuda europea gracias a la política monetaria ultralaxa del BCE ha quedado atrás. Y lo están sufriendo especialmente las economías europeas más frágiles por el riesgo de recesión. Estas ven cómo se está incrementando la prima de riesgo, que es el sobrecoste que pagan respecto al bono alemán a diez años.
La prima de riesgo exigida al bono español, por ejemplo, se mantiene ligeramente por encima de los 100 puntos básicos, con picos al final de las sesiones diarias que no se alcanzaban en los dos últimos años. Al igual que la italiana y la portuguesa, la española se ha incrementado en torno a un 40 % desde enero. Y la griega ya supera los 230 puntos básicos, tras aumentar más del 65 % desde principios de año.
Cada punto básico de la prima de riesgo equivale a un 0,01 % más de interés respecto a la rentabilidad del bono alemán a diez años. Por tanto, 100 puntos básicos significan pagar un 1 % más de interés que Alemania y 200 puntos equivalen a un 2 % más.
El alza de los intereses también está afectando a la deuda a corto plazo. En el caso de España, solo los bonos con vencimiento inferior al año cotizan con intereses negativos, ya que en los últimos días las letras a doce meses volvieron a registrar intereses positivos. Y la tendencia es similar en otros países de la eurozona.
Una deuda fuera de control
Ese aumento del coste de financiación afectará especialmente a las economías más endeudadas de la eurozona. Hay que tener en cuenta que la deuda pública de muchos países se ha incrementado drásticamente en los últimos años. Por ejemplo, en el caso de España, su deuda en febrero alcanzó un máximo histórico de 1,442 billones de euros, según el Banco de España. Esto supone el 119 % del PIB, mientras que en 2008, antes del inicio de la crisis económica, el porcentaje no llegaba al 40 %.
A este incremento de la deuda y los intereses que los países pagan por ella se suma el cambio en la política monetaria de los grandes actores internacionales, que han subido o se plantean subir el precio del dinero para combatir la inflación. Un ejemplo es Estados Unidos, que acaba de incrementar el tipo de interés 50 puntos básicos, y todas las previsiones apuntan a que el BCE también acabará subiendo los tipos en el futuro próximo para frenar la inflación. En definitiva, todo hace presagiar que se endurezca el crédito para pymes, autónomos y familias.
Si quieres descubrir la mejor opción para proteger tus ahorros, entra en Preciosos 11Onze. Te ayudaremos a comprar al mejor precio el valor refugio por excelencia: el oro físico.
Deja una respuesta
Lo siento, debes estar conectado para publicar un comentario.
gràcies
Gràcies a tu, Joan!!!
Bona explicació👌
Celebrem que t’hagi agradat, Jordi, i moltes gràcies pel teu comentari!
El problema de tot plegat és que l’economia va fent el seu curs, els cicles es repeteixen i l’únic que podem fer és estar a l’aguait, ser previsors i racionals per a no caure en paranys. Gràcies per la informació i per l’avís: van mal dades pels petits.
Si, Mercè, és tal com tu dius, però tot i ser previsors i racionals, estem vius i solem fer coses, com demanar préstecs i crèdits, o fer determinades inversions…, i pot passar que s’hagi contractat algun d’aquests productes, i just llavors hi hagi un catacrac econòmic que ens faci trontollar econòmicament… Moltes gràcies pel teu comentari!!!
Molt bon article!!!!
Agraïm l’afalagament, Manel, i moltes gràcies pel teu comentari.