Escuelas Refugio: al pie del cañón
Las escuelas refugio surgidas de la colaboración entre Better Shelter y 11Onze se Remanga tienen como objetivo garantizar que los niños afectados por los devastadores terremotos del norte de Siria no pierdan el acceso a la educación. Hablamos con Antony Merjan, Administrador de Asociaciones de Better Shelter, para que nos explique el trabajo que se está haciendo sobre el terreno.
El acceso en la educación ejerce un papel fundamental para los niños de las comunidades afectadas por catástrofes naturales o conflictos armados. Es precisamente por este motivo que 11Onze se ha asociado con Better Shelter, una asociación humanitaria sin ánimo de lucro, con el objetivo de recaudar 100.000 euros para construir 50 escuelas refugio para garantizar que las familias desplazadas por el conflicto armado y los devastadores terremotos del norte de Siria tengan un símil de la normalidad perdida a través de la educación escolar.
En esta conversación de 11Onze pódcast hablamos con Antony Merjan, Administrador de Asociaciones de Better Shelter para el Oriente Medio, Norte de África y Asia, de los retos a que se enfrentan los niños refugiados, de la importancia de colaborar con socios locales y del proceso que se sigue desde el momento de la recaudación de una donación hasta que se construye una escuela refugio en Siria.
Mucho más que una simple escuela
Actualmente, hay unos 14 millones de refugiados sirios, 6 millones de los cuales siguen en el país, y más de dos tercios de los desplazados son mujeres y niños. Por lo tanto, es de una importancia capital capacitar a estas familias con las herramientas para que sus hijos puedan acceder a la educación necesaria para asegurarse un futuro.
Pero la función de las escuelas refugio no es solo educar los niños, sino proporcionar un espacio seguro y digno en medio de una crisis humanitaria. Cómo explica Antony Merjan “proporcionarles educación no se trata solo sobre lo que están aprendiendo, sino que también es un espacio donde pueden hacer frente al estrés y al trauma. Simplemente, sacarlos de la normalidad, de la mala normalidad con la cual se ven obligados a vivir”.
Así mismo, hay que destacar la importancia de construir escuelas refugio que sean suficientemente resistentes y estén hechas con materiales de calidad para que no sean simples tiendas de campaña temporales. En este sentido, las unidades de Better Shelter están diseñadas para durar años y pensadas por un uso modular, de manera que, dependiendo de las necesidades, se puedan usar como un hospital de campaña, una infraestructura comunitaria, o lo que haga falta.
Colaboración con organizaciones locales
El trabajo que hace Better Shelter no sería posible sin la ayuda de socios locales que actúan directamente sobre el terreno. “No podríamos hacer nada de nuestro trabajo sin la fantástica red local de socios que tenemos”, apunta Merjan. Esta colaboración también se extiende a los proyectos con otras organizaciones como UNICEF o la fundación Watan, para establecer campamentos de escuelas refugio, y donde Better Shelter ayuda en la preparación del terreno y montaje de los refugios.
Por otro lado, la organización hace un seguimiento constante de los proyectos para analizar su impacto sobre el terreno y poder comunicar las novedades a sus socios donantes. De este modo tienen la certeza de que las contribuciones se usan como es debido y que son recibidas directamente por las personas necesitadas, sin que se pierda nada por el camino.
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gràciess
Gràcies a tu, Joan!!!