La devaluación del euro aumentará la inflación
¿Qué consecuencias tendrá la devaluación del euro respecto al dólar? ¿Cómo repercutirá en nuestros bolsillos? La práctica paridad entre las dos monedas agravará la inflación y la teórica mejora en la competitividad de la industria europea se puede ver muy menguada por el incremento de los costes energéticos.
Un dólar ya vale prácticamente un euro. La paridad entre las dos monedas es casi una realidad. Muy lejos quedan los 1,6 dólares que se podían conseguir por cada euro en julio de 2008. De hecho, la cotización del dólar estos días es la más elevada respecto al euro desde finales de 2002, el año en que entró en circulación la moneda europea.
Desde principios de febrero, antes de la invasión rusa de Ucrania, el euro se ha devaluado cerca de un 13 % respecto al dólar. Y si tomamos como referencia principios de 2021, la depreciación ha sido de casi el 18 %, así que la moneda europea ha perdido prácticamente una quinta parte de su valor respecto a la americana en poco más de un año y medio.
Más leña para la inflación
El encarecimiento del dólar es una muy mala noticia para la inflación, puesto que el petróleo y muchas materias primas se pagan con la moneda norteamericana, por lo que la apreciación del dólar equivale a su encarecimiento. El importe que pagamos actualmente por el barril de Brent está alrededor de los 105 dólares. Con el cambio actual, nos cuesta casi la misma cantidad de euros, mientras que con el cambio de hace unos meses nos costaría poco más de 90 euros.
De forma indirecta, la subida del petróleo incidirá en el precio de la mayoría de productos por el aumento de los costes de transporte. También tendrá un papel importante el encarecimiento del gas licuado que se importa de Estados Unidos para la industria europea, que ya era mucho más caro que el gas ruso.
En este sentido, la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen, hizo un llamamiento a la unidad de los países europeos para hacer frente a un posible corte del suministro de gas ruso, que es vital para la competitividad de muchas fábricas europeas. Todo indica que nos tocará rascarnos el bolsillo todavía más.
Miedo a una recesión
La evolución del cambio entre el euro y el dólar refleja el viraje en la política monetaria de Estados Unidos, que subió los tipos de interés en marzo y en junio, situándolos entre el 1,5 % y el 1,75 %. Esto hace más atractivo para los inversores comprar deuda estadounidense, que obviamente se hace en dólares americanos. Y la previsión es que este interés vuelva a subir este mismo mes.
Por el contrario, el Banco Central Europeo (BCE) todavía no se ha atrevido a modificar la tasa del 0 % de interés por la fragilidad de la economía. Y los expertos vaticinan que el BCE solo lo incrementará un cuarto de punto en la reunión de julio. El hecho que la Reserva Federal de Estados Unidos ya haya subido este año entre seis y siete veces más los tipos de interés de lo que se espera que lo haga el BCE marca una gran diferencia.
Además, muchos analistas interpretan el debilitamiento del euro como una señal del miedo de los mercados a la recesión en Europa, que podría llegar a muchos países entre finales de este año y el próximo año.
¿Beneficios para la industria europea?
En teoría, la devaluación del euro supone una ventaja para las exportaciones europeas, puesto que los productos ganan competitividad. Un euro débil respecto al dólar hace que un producto fabricado en la zona euro sea más barato para los estadounidenses, mientras que un producto fabricado en Estados Unidos se encarece para los europeos.
A medio plazo, esto podría beneficiar sobre todo a economías como la alemana y la francesa, que son claramente exportadoras. Y, en principio, debería producir una reactivación industrial y comercial. Pero el aumento del coste de la energía puede limitar en gran parte esta teórica mejora de la competitividad. Además, la inflación desbocada tampoco ayudaría a ganar cuota de mercado.
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Gràcies!
Imaginació al poder i ajustar-se el cinturó per a contrarrestar la inflació🤔💡💪
Això sembla, Jordi, que tots ens haurem d’estrènyer el cinturó. Moltes gràcies pel teu comentari!!!
Però des del petit comerç i els consumidors diaris a nivell familiar què podem fer… Preparar-nos, molt bé!! Mentalitzats estem i que més??
Malauradament, Laura, poca cosa, a banda del que comentes, podem fer.
Ok 👍
Gràcies per ser-hi, Josep!😉
Aquest desastre econòmic sembla que no te aturador.
Caldrà que ens lliguem els cinturons per les pujades i baixades que ens esperen, qui sap on ens deixarà aquest vaixell i sobretot si al final de tot haurem consolidat o no un nou sistema que ens afavoreixi una mica més i sigui més just!
Les empreses exportadores, patiran de valent.
Bona observació Manel, seguim! Caldrà doncs afegir més valor al producte en tot cas i que es valorin millor les persones que els guanys.