La demanda de oro se dispara en 2022

La demanda de oro en el mundo aumentó un 18 % en 2022 y se situó en 4.741 toneladas, la cifra más elevada en más de una década. Las ingentes compras de oro por parte de los bancos centrales fueron decisivas para incrementar la demanda anual hasta prácticamente los niveles récord de 2011.

 

La demanda de oro, sin contar los mercados OTC o extrabursátiles, alcanzó en 2022 las 4.741 toneladas, lo que supone un aumento del 18 % respecto a 2021 y prácticamente la misma cantidad que en 2011, un año con una demanda récord.

El fuerte incremento anual se vio impulsado por la extraordinaria demanda de los bancos centrales, la mayor en los últimos 55 años, y un cuarto trimestre de gran actividad a pesar de la subida de precios. Así lo indica un informe del Consejo Mundial del Oro sobre el comercio de este metal precioso a lo largo de 2022.

 

La fiebre de los bancos centrales por el oro

En la segunda mitad del año, los bancos centrales acapararon oro a un ritmo frenetico. Algunos analistas atribuyen esta fiebre por el oro a la voluntad de diversificar las reservas y reducir la dependencia del dólar. Las más de 800 toneladas adquiridas desde julio elevaron la demanda anual de este sector a 1.136 toneladas.

Se trata de una cifra récord en los últimos 55 años y que más que dobla las 450 toneladas de 2021. El aumento de precio tampoco fue un obstáculo para que la demanda se disparara en el último trimestre hasta las 417 toneladas.

Estos datos vuelven a poner de manifiesto el cambio de política de los bancos centrales, en particular los de Europa, respecto a lo que hacían en las décadas de 1990 y 2000, cuando lo habitual era que vendieran cientos de toneladas al año. Con la crisis financiera de 2008-09, los bancos europeos dejaron de vender y un número creciente de economías emergentes han pasado a realizar compras significativas.

Bancos centrales como los de Turquía, China, Egipto o Qatar declararon haber comprado oro el año pasado, aunque el Consejo Mundial del Oro advierte que unos dos tercios del oro comprado no se comunicaron públicamente. De hecho, solo una cuarta parte de las compras de los bancos centrales en el cuarto trimestre se comunicaron al FMI.

Las compras notificadas en 2022 estuvieron encabezadas por Turquía, con casi 400 toneladas. Entre los bancos centrales que no publicaron regularmente información sobre los cambios en sus reservas de oro se encuentra el de Rusia.

 

Menos joyería y más inversión

Como es habitual, el consumo de oro para joyería fue el de mayor volumen, con 2.086 toneladas, aunque experimentó una caída del 3 % respecto al año anterior. Gran parte de este descenso de la demanda se produjo en el cuarto trimestre, a causa de la subida del precio del oro.

El incremento de precios también afectó a la demanda de oro para el sector tecnológico, que, además, se vio lastrado por el deterioro de la coyuntura económica mundial. La fuerte caída del cuarto trimestre propició un descenso anual del 7 %, hasta las 309 toneladas. 

Por su parte, la demanda de inversión alcanzó las 1.107 toneladas, un 10 % más que el año anterior. La demanda de lingotes y monedas de oro se situó en las 1.217 toneladas, un 2 %, más que en 2021, aunque hay que descontar de esta cantidad la caída de las tenencias de ETF de oro (-110 toneladas). Está claro que la elevada inflación incentivó las compras de los inversores minoristas.

 

Demanda anual de oro

Repunte del precio

En 2022 se registró una media anual récord del precio del oro en la cotización PM de la London Bullion Market Association de 1.800 dólares por onza. Asimismo, el precio del oro cerró el año con una ganancia marginal, a pesar de la presión bajista por la fortaleza del dólar estadounidense y la subida de los tipos de interés.

Aunque el precio medio del cuarto trimestre fue ligeramente inferior tanto en términos intertrimestrales como interanuales, al fuerte repunte de noviembre le siguió una recuperación continuada a lo largo de las últimas semanas del año.

Los precios del oro habían caído desde su máximo histórico en marzo, cuando llegó a superar los 2.000 dólares por onza troy, hasta algo más de 1.600 dólares en el penúltimo mes del año, ya que la subida de los tipos de interés provocó ventas por parte de algunos fondos de inversión. Sin embargo, la demanda de los bancos centrales y de los inversores minoristas detuvo la caída y sentó las bases para una fuerte subida.

De hecho, el dinamismo de la inversión minorista elevó la demanda de lingotes y monedas en 2022 al nivel más alto de los últimos nueve años. El fuerte crecimiento en Europa, Turquía y Oriente Medio compensó la brusca desaceleración en China, donde la demanda se vio afectada por la crisi de la COVID-19. 

 

La oferta también crece

En 2022, la oferta total de oro aumentó un 2 % y alcanzó las 4.755 toneladas. De esta manera se puso fin a dos años de descensos sucesivos, gracias a los modestos aumentos registrados en todos los segmentos. 

Tres cuartas partes del total corresponden a la producción minera, que alcanzó las 3.612 toneladas. Se trata de la mayor cantidad en los últimos cuatro años tras experimentar un crecimiento del 1 % respecto a 2021. En cuanto a la oferta de reciclaje, solo registró ganancias marginales en 2022 a pesar de las fuertes subidas de precios en moneda local en muchos mercados.

 

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  1. Manuel Bullich BuenoManuel Bullich Bueno says:
  2. Joan Santacruz CarlúsJoan Santacruz Carlús says:
  3. Carles MarsalCarles Marsal says:

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