Cataluña es una de las regiones de la red “Cuatro motores para Europa”, fundada a finales de los años ochenta para fomentar su cooperación. La integran cuatro de las áreas más industrializadas de la Unión Europea.

El 9 de septiembre de 1988 Auvernia-Ródano-Alpes, Baden-Wurttemberg, Cataluña y Lombardía firmaron un acuerdo de cooperación que constituía la red de los “Cuatro motores para Europa”. Cómo explica Sandra Molas, responsable comercial de 11Onze, estas cuatro regiones comprenden actualmente “36 millones de habitantes” y representan aproximadamente “un 9 % de la economía europea”.

Los objetivos iniciales de esta asociación de cooperación interregional estaban relacionados sobre todo con la economía y la investigación, así como con el arte y la cultura. Pero a lo largo de las siguientes décadas los ámbitos y el nivel de cooperación han aumentado notablemente.

Los ámbitos de cooperación actuales comprenden desarrollo económico, investigación e innovación, formación y educación superior, clima y medio ambiente, transporte y movilidad, salud, agricultura, sociedad civil y artes.

En el marco de la integración europea

La fundación de la red coincidió con grandes procesos de integración europea. Por ejemplo, como recuerda Sandra Molas, en 1992 se firmó el Tratado de Maastricht, que “entró en vigor el noviembre de 1993” y supuso la creación de la Unión Europea.

Los Cuatro motores para Europa siempre han apoyado el importante rol que juegan las regiones en el continente y han servido como ejemplo de fuerte afiliación internacional de las regiones europeas.

“El grupo contribuye activamente en los asuntos europeos, concretamente con la publicación de posicionamientos comunes dentro de la política de la Unión Europea”, como explica Molas. De hecho, intentan “actuar como ‘lobby’ en los asuntos que les interesan más”.

En algunas ocasiones, se adhieren regiones en calidad de asociadas para participar en iniciativas, sobre todo de cooperación económica. Ha sido el caso de Flandes, Gales y Quebec. Sin embargo, en la mayoría de actividades tan solo participan los cuatro territorios signatarios.

La flexibilidad es una de las características que define la red, la cual no tiene instituciones ni presupuesto propio. La asociación está dirigida por un Comité de Coordinación formado por los coordinadores generales de las oficinas ejecutivas de los presidentes. Y el trabajo temático se lleva a cabo en varios grupos de trabajo.

Presidencia rotatoria

La presidencia cambia cada año siguiendo una rotación fija. Cataluña asumió su última presidencia el septiembre de 2020 y pasó el relevo a Auvernia-Ródano-Alpes en diciembre de 2021.

El programa de la presidencia catalana se centró en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible de la Agenda 2030, así como en el Pacto Verde Europeo, para reforzar la resiliencia transformadora de nuestras sociedades. Inspirándose en las tres dimensiones de la Agenda 2030, el programa se organizó en tres resiliencias: económica, social y ambiental.

Para dotar al programa de contenido, se hizo una consulta a todos los departamentos de la Generalitat, de la que surgieron más de 30 iniciativas concretas que se desarrollaron a lo largo de los 14 meses de la presidencia catalana.

Presente y futuro de la red

Como advierte Sandra Molas, los estragos de la pandemia y la situación económica actual hacen que las cuatro regiones que integran el grupo deban “reajustar sus políticas y actividades de recuperación” hacia nuevos modelos que “se ajusten a las necesidades del momento”. Y esto se tendrá que hacer “con una visión regional, europea, pero también mundial”.

La responsable comercial de 11Onze concluye que no lo tendrán fácil por “la amenaza de una inminente crisis mundial provocada por una deuda de los Estados desbocada, una inflación rampante y los precios de los minerales fósiles por las nubes”.

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