El precio del oro continúa la tendencia alcista con que acabó el 2023 y sigue marcando máximos históricos. En este contexto de precios elevados, ¿continúa siendo recomendable la compra de oro para proteger nuestros ahorros o para diversificar nuestras inversiones?

El oro se ha revalorado un 23% desde principio de 2024 y su cotización se mantiene en máximos históricos alrededor de los 2.290 euros la onza. Si bien es cierto que las causas que hacen que este metal precioso sea el activo refugio preferido por los inversores se repiten a lo largo del tiempo, este comportamiento al alza actual supera al que suele ser habitual.

Después de la fuerte subida mensual experimentada durante el mes de julio, el oro volvió a subir con fuerza en agosto y se situó en 2.280 euros la onza, un 3,6% más. También alcanzó un nuevo máximo histórico el 20 de agosto, antes de registrar un descenso muy marginal a finales de mes.

Entrado este mes de septiembre, el precio del oro ha perdido parte de sus ganancias, aun así, ha seguido mantenerse cómodamente por encima de la marca psicológica de 2.500 $ (2.267 euros) durante la sesión europea del jueves.

La continuada demanda de oro por parte de los bancos centrales, la debilidad del dólar y las tensiones geopolíticas globales, así como el optimismo que la Reserva Federal recortará los tipos de interés este mes, explican las recientes subidas de precios.

Por otro lado, el esperado informe del Índice de Precios al Consumo (IPC) de los Estados Unidos publicado ayer miércoles muestra que la inflación se sigue moderando, bajando cuatro décimas durante el mes de agosto, hasta el 2.5% interanual, mientras que la inflación subyacente se mantiene en el 3.2% interanual, como se esperaba. Esto hace que se moderen las expectativas de un gran recorte de tipo por parte de la Fed, que a la vez impulsa el valor del dólar y puede moderar la demanda de oro.

¿Continuará subiendo de precio el oro?

A pesar de que el último informe publicado por el Consejo Mundial del Oro (WGC) reconoce que el entorno macroeconómico actual es difícil de interpretar debido a un cúmulo de datos económicos contradictorios, esta incertidumbre macroeconómica se está reflejando positivamente en el mercado del oro.

En este sentido, informa que la actividad en las operaciones con diferenciales de opciones (PSO) no ha dejado de aumentar, acercándose a niveles no vistos desde 2020, o anteriormente durante el 2011 y 2013. Lo cual refleja la voluntad de los inversores de buscar cobertura frente a las variaciones de los tipos de interés y del resultado de las próximas elecciones estadounidenses.

“Si se analizan estos periodos, parece que los desencadenantes de un aumento de la actividad de los PSO estaban relacionados con uno de estos dos escenarios: un cambio en la política de tipo de interés o incidencias de riesgo en el mercado. Hoy nos enfrentamos a los dos”, apunta el WGC.

Por otro lado, los analistas de ING Research, prevén que la esperada bajada de tipo de la Fed impulsará al oro a nuevos máximos históricos, mientras que las elecciones presidenciales estadounidenses de noviembre también continuarán contribuyendo al impulso alcista del metal dorado hasta finales de año.

En conclusión, todo y la subida de precio, la capacidad el oro para actuar como protección contra la volatilidad económica, su estabilidad frente a las presiones inflacionistas y el incremento en la demanda global son factores clave que continúan reforzando su atractivo como activo de inversión y como refugio del ahorro. Dicho esto, su precio puede estar sujeto a cierta volatilidad puntual, por lo tanto, es crucial evaluar el riesgo que estamos dispuestos a asumir y definir claramente los objetivos de inversión antes de hacer una compra.

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