Análisis: la quiebra de Silicon Valley Bank
Cae una gran entidad bancaria, los mercados financieros entran en pánico, los bancos centrales se movilizan mientras la administración norteamericana llama a la calma y establece una serie de medidas de urgencia para reforzar la confianza en el sistema bancario. La sensación de déjà vu no es casual.
El Silicon Valley Bank (SVB) era un banco californiano especializado en dar préstamos a empresas tecnológicas emergentes. Una buena parte de su modelo de negocio se basaba al invertir el dinero de sus clientes en depósitos de renta fija a largo plazo. Después de décadas de tipos de interés muy bajos, o incluso negativos, era un negocio redondo. A finales del 2022, esta institución contaba con un total de 160.000 millones de dólares en depósitos, de los cuales la mitad estaban destinados a inversiones en bonos del Tesoro de los Estados Unidos y en valores con apoyo hipotecario.
Evidentemente, la entidad financiera tenía la opción de usar estos depósitos de sus clientes como garantía para dar créditos en vez de invertirlos para sacar un margen más grande, pero en el contexto de un sistema financiero acostumbrado a privatizar los beneficios y a socializar las pérdidas, gracias a los rescates públicos que se han convertido en la norma, no es de extrañar que los bancos tengan poco interés al adoptar políticas de riesgo más conservadoras.
Fuga repentina de depósitos
En un escenario de crisis y subsecuente subida de tipo de interés por parte de la Reserva Federal para combatir la inflación, que ha hecho encarecer el precio del dinero, muchas de estas startups sufren una falta de financiación o quieren sacar más rendimiento de sus depósitos. Esto ha propiciado que muchas de ellas retiraran más fondos de los que el banco tenía previsto, por lo tanto, forzando a la entidad financiera a vender gran parte de estas inversiones en deuda pública antes del plazo y a precio de saldo para devolver los depósitos.
El miedo a que la entidad bancaria no tuviera suficiente efectivo para volver el dinero a los clientes que los solicitaran provocó el pánico y la retirada de 41.000 millones de dólares en solo una semana. El banco vendió una cartera de bonos valorados en 21.000 millones, solo para cubrir su liquidez, con unas pérdidas de 1.800 millones. Un rápido deterioro del balance de la entidad que la llevó al colapso.
Nos encontramos delante de la quiebra bancaria más importante desde el colapso de Lehman Brothers el 2008, la cual también está teniendo una gran repercusión internacional con caídas de los valores bursátiles de la banca y que corre el riesgo de provocar un efecto dominó que desencadene en una inestabilidad económica global.
Proteger los depósitos para evitar el contagio
A diferencia de los clientes de entidades financieras como 11Onze, con licencias EMI (Electronic Money Institution), que tienen garantizados el 100% de sus depósitos en caso de quiebra, los clientes de bancos tradicionales como lo SVB, solo cuentan con un Fondo de Garantía de Depósitos a cargo del banco central de cada país para recuperar parte de su dinero. En el caso de la Unión Europea lo FDG garantiza 100.000 euros por cliente, y en los Estados Unidos, el FDIC, un máximo de 250.000 dólares.
Unas cantidades del todo insuficientes en casos como el de Silicon Valley Bank, donde la mayoría de clientes tienen cuentas de empresa con depósitos de cantidades muy superiores al máximo garantizado por el banco central. Ante este escenario, los órganos reguladores de los EE. UU. lanzaron un plan para proteger al 100% los depósitos del Silicon Valley Bank, y así parar un pánico generalizado en el sector financiero que ya había provocado la caída de otro banco, el Signature Bank neoyorquino.
A pesar de que no se anticipa una repetición de la crisis financiera del 2008, los efectos de la pérdida de confianza en un ecosistema bancario que, una vez más, muestra tan poca credibilidad, integridad y solidez, se hacen difícil de prever.
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Gràcies, Manel!!!
El problema és que, a diferència de Lehman Brothers, aquesta entitat actuava de forma conservadora i més o menys prudent, segons estàndards bancaris.
Això sembla, i tot i així… Moltes gràcies pel teu comentari, Josep!!!
El SVB cau però els òrgans reguladors dels EUA garanteixen el 100 % els dipòsits, un mal precedent si no és que mes endavant en demanen la devolució.
Moltes gràcies pel teu comentari, Mercè!!!
Gràcies!
Gràcies, Joan!!!
La tensió putja de voltatge
Veurem com anirà… Moltes gràcies pel teu comentari, Jordi!!!