Post-COVID: ¿euforia desenfrenada o prudencia?
El final de las medidas restrictivas causadas por la pandemia se va acercando. El levantamiento gradual hace que las calles, restaurantes y espacios turísticos vayan llenándose de gente. Las ganas de volver a hacer una vida como la anterior a la Covid-19 es palpable.
La llegada del buen tiempo y la gradual apertura de espacios compartidos y engrosamiento de los grupos de encuentro huelen a recuperación de la vida que hacíamos antes del estallido de la pandemia. Pero ¿cómo será esta vuelta? ¿Será un estallido de euforia o será controlada?
¿Euforia o prudencia?
Estas son preguntas que todo el mundo se hace. Algunas personas las responden con más optimismo y creen que el final de las restricciones causarán una euforia descontrolada y la mayoría de la gente saldrá a las calles para recuperar los ratos de encuentro y ocio que ha tenido que sacrificar a raíz de la situación sanitaria vivida. Otros, sin embargo, se lo miran con más prudencia y dicen que se debe aprender de la situación vivida, que hay que tomárselo con calma y, incluso, hacer un cambio de paradigma a la hora de plantearnos nuestros valores ante la vida. Ambas visiones tienen efectos sobre la evolución económica y social del mundo globalizado que hemos creado. Porque la sociedad se pregunta si la situación ha sido consecuencia del estilo de vida y económico hecho hasta ahora o ha sido el azar. Según la respuesta que se dé, lo celebraremos de una forma o de otra.
Es en este sentido que algunos de los sectores más afectados por las restricciones, como por ejemplo el turismo, el ocio y la restauración, que tienen que ver con recuperar el estilo de vida pasado, miran el final con un doble sentimiento de euforia y de prudencia, porque no tienen clara cuál será la reacción de la sociedad. Y este sentimiento de incertidumbre se ve agravado, también, por el desconocimiento de cuál será la evolución definitiva y final de la pandemia, porque tenemos que recordar que esta parece remitir, pero no está erradicada al 100%.
que aquesta sembla remetre, però no està erradicada al 100%.
Responsabilidad individual
Está claro que los datos que van publicándose sobre la evolución de la enfermedad señalan que se va por buen camino. La vacunación y el comportamiento responsable de la mayoría de las personas que continúan cumpliendo las indicaciones de distancia, limpieza de manos y uso de la mascarilla están abriendo una visión de futuro esperanzadora.
Como siempre, la responsabilidad individual es clave para hacer frente con éxito al mañana que nos espera. La incertidumbre planea todavía sobre nosotros y hace que no podamos discernir con claridad cuál será nuestra reacción como sociedad cuando se anuncie que esta pesadilla ha terminado. ¿Reaccionaremos como la sociedad de los años veinte del siglo pasado, con una euforia desenfrenada para celebrar el fin de la Primera Guerra Mundial y la pandemia de la fiebre española? ¿Tendremos la reacción de algunos ciudadanos de la Alemania del Este cuando cayó el Muro de Berlín? Estos, primero, se lo tomaron con alegría y euforia, pero después cayeron en una especie de depresión por las consecuencias de haber estado tantos años bajo una dictadura que los tenía vigilados y dirigidos.
La reacción de cada uno de nosotros será la que determinará el estilo global de celebración del final de una situación que no esperábamos ni habíamos previsto. Pero ¿cómo lo haremos? ¿Con euforia desenfrenada o con euforia prudente?
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Anem per bon camí, esperem que continui així!💪
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Gràcies, Joan! Ens veiem per La Plaça!
Hola Alícia , vivim en un país fantàstic on podem oferir moltes coses, gràcies ens veiem per a la Plaça
Gràcies Mireia, sinceramebt no sabia que Catalunya era la primera en turisme, ha estat una sorpresa
Estic d’acord que la reaccio individual de cadascun marcarà el comportament davant el post Covid, però fora bò que el consumisme desaforat fos una manera de viure a tenir en compte a l’hora de prendre la decisió de com viure’m.