¿Somos suficiente conscientes del impacto medioambiental que tienen los detergentes convencionales? Algunos de los ingredientes químicos habituales de los detergentes pueden ser tóxicos para la vida acuática, así mismo, el envasado o las emisiones de CO₂ producidas por el transporte pueden ser tan o más perjudiciales para el medio ambiente. En un nuevo episodio del magazine radiofónico Territori 17, Lluis Montull, ingeniero y cofundador de Natulim, y Gemma Vallet, directora de 11Onze District, nos hablan de un detergente ecológico que protege el planeta y nuestro bolsillo.

El uso engañoso del marketing ecológico, conocido en inglés como ‘greenwashing’, también es habitual en el mundo de los detergentes. Términos como eco, verde, biodegradable, etc., a menudo son un cínico lavado de cara de productos que simplemente cumplen la normativa vigente, pero que en realidad no son del todo respetuosos con el medio ambiente.

De poco nos sirve una etiqueta verde con florecitas si el envasado plástico no reciclable acabará acumulándose en un vertedero o en los océanos. Cómo explica Montull, “solo el 20% de las botellas de plástico de detergentes se reciclan, el resto acaban en vertederos o en países donde la legislación medioambiental es más laxa”.

Implementar prácticas realmente ecológicas

Un detergente que se merezca la etiqueta de producto ecológico tiene que tener en cuenta todos los aspectos de la vida del producto, desde la producción, los ingredientes, el embalaje, y los residuos finales. Haciendo hincapié en los aspectos que realmente beneficien al medio ambiente.

Obviamente, esto tiene un coste, que desde Natulim se contrarresta “cortando márgenes desde la parte de la empresa y haciendo venta directa”, apunta Montull, para producir un detergente que sea respetuoso con la ropa, sostenible con el medio ambiente, y “no hundirte con un precio carísimo”.

Por otro lado, los detergentes tradicionales contienen un 90% de agua, que detergentes en formato sólido, como Natulim, se pueden ahorrar, con el beneficio de un menor peso del producto y consiguiente reducción del coste de transporte. Cómo explica Montull, “hemos creado un detergente deshidratado, biodegradable, con un embalaje que solo pesa 78 gramos y no genera residuos”.

Si quieres lavar la ropa sin ensuciar el planeta, 11Onze Recomienda Natulim