

Las empresas felices son más rentables
El razonamiento es sencillo y potente a la vez: el activo más importante y rentable de cualquier empresa son sus trabajadores. Entonces, ¿qué mejor que mantener el activo más importante de la organización en su estado natural, que es donde se manifiesta todo su potencial?
Este razonamiento, sin embargo, no es de aplicación exclusiva al ámbito laboral. Sus connotaciones son primordiales, ya que todas las personas somos trabajadoras, al menos en potencia, sea en el ámbito laboral activo, postlaboral, en el ámbito académico, o en cualquier otra situación. Es evidente, pues, que la felicidad trasciende cualquiera de estos razonamientos, para ir a parar al común denominador: el ser humano.
La investigación científica de la felicidad
Hablar de la felicidad no es ninguna novedad: Aristóteles ya hacía profundas disertaciones sobre ello en el siglo IV aC. Pero, en los últimos años, ha tomado fuerza el concepto de psicología positiva, que es una corriente de la psicología que estudia las bases del bienestar psicológico y de la felicidad, así como de las fortalezas y virtudes humanas. La diferencia respecto a otras corrientes próximas a la psicología y con sus precedentes históricos es que esta se basa en el método científico. El psicólogo Martin Seligman estableció sus bases a finales de los años 1990, y otros autores, como Mihály Csíkszentmihályi, la han hecho crecer con sus contribuciones.
A primera vista, el propósito de la psicología positiva puede sonar demasiado arrogante. ¿Ahora la ciencia pretende explicar qué es la felicidad?. Pero son muchas las voces disidentes que consideran que la felicidad va mucho más allá del procesamiento de un simple conjunto de valores medibles en el ámbito de la psicología.
Debates aparte, todas las personas sabemos, sin que nos haya sido necesario aprenderlo, cuándo nos sentimos bien, y, sobre todo, cuándo nos sentimos mal. Es algo innato. Y es que nuestro organismo va como una seda con el bienestar, mientras que empieza a dar señales de alerta cuando experimentamos malestar.
¿Qué dicen los expertos?
Dado que las empresas son sobre todo conjuntos de personas, puede parecer que sea básico garantizar el bienestar y la satisfacción de los trabajadores en el trabajo. Sin embargo, en la lógica empresarial ligada a la Revolución Industrial (todavía muy presente en todo), el paradigma general ha sido el contrario: hacerlos trabajar al máximo para obtener mayores beneficios. Una visión donde su bienestar personal queda lejos de la incumbencia de la empresa.
Los estudios al respecto llegan a la conclusión de que la experiencia de los trabajadores que se sienten a gusto en su organización es mucho más preciada que, incluso, los bienes materiales que pueden recibir como gratificación. Y esto es porque esta experiencia no tiene caducidad; siempre puede ser evocada y disfrutada de nuevo.
La felicidad de los trabajadores como barómetro de la salud empresarial
Así pues, ahora ya no se trata de centrarse solo en la famosa experiencia de cliente (CX), sino que la experiencia del trabajador también juega un papel capital en el éxito de la organización. Tanto desde el punto de vista de la empresa, porque un empleado feliz, creativo o empático es sinónimo de un trabajador más productivo, como desde el punto de vista del trabajador, porque pasamos casi un tercio de nuestra vida en el trabajo.
Es buena muestra de la consolidación de esta tendencia el surgimiento de varios índices, como por ejemplo el Índice Global de Felicidad en el Puesto de trabajo, que miden la felicidad en el puesto de trabajo. Asimismo, se consolida la figura conocida como Chief Happiness Officer o director de bienestar en aquellas organizaciones que apuestan por el valor de las personas y la rentabilidad de un empleado feliz.
La difusión consigue concienciación e implicación
Personas y empresas son una extraña mezcla. Las personas somos seres tangibles que actuamos movidos por la gratificación; ponemos nuestros esfuerzos en lo que nos gratifica, sea en la forma que sea. Sin embargo, las empresas son en sí intangibles, aunque al mismo tiempo están formadas por personas, y tienen como propósito o bien el beneficio propio, el beneficio social (sin ánimo de lucro) o bien una combinación de ambas, que aporte beneficio pero de forma sostenible para la sociedad.
Extraña mezcla y, al mismo tiempo, ¡qué sinergia tan fructífera cuando el foco de la organización se pone en las personas!
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La felicitat en el treball no s’assoleix apujant el sou tot i que pot ajudar-hi
Ens tocarà comprar unes ulleres contra la llum blava!moltes mercès👌
👏
La felicitat dels treballadors repercuteix directament en els resultats de l’empresa, no en tinc el menor dubte.
Esperem, doncs, que al col·lectiu empresarial també se’ls esvaeixin els dubtes en aquest sentit. Gràcies pel teu comentari, Santiago!
Ole
👌
Merci per els consells!
D’això es tracta, me n’alegro que t’hagi servit. Gràcies per ser-hi! Seguim!
tota la raó. La felicitat depén de tot això
Oi tant que si, Manel… El benestar emocional és molt important.
El benestar emocional dels treballadors/ores no només té una influència directa sobre el rendiment/productivitat de les persones. Un treballador “feliç” també té més salut (biomèdica, psíquica i social) la qual cosa, al seu torn, reverteix també en la productivitat (i en molts altres beneficis, empresarials i personals). Llàstima que la majoria dels empresaris siguin miops.
Esperem que amb el temps se n’adonin. Pel seu bé i dels seus treballadors.
El benestar emocional a la feina, certament, és cabdal: per al rendiment/productivitat, però també per a la salut integral del treballador, que al seu torn reverteix en la productivitat. I malgrat pugui semblar de sentit comú, cal fer-ne estudis científics, perquè, a vegades, allò que ara ens sembla evident, no ho és pas tant. Hi va haver un temps en què a la majoria de gent li semblava evident que el que funcionava era el pal i la pastanaga. I vés per on, a certs àmbits (com ara el laboral) pot ser una estratègia nefasta. Això ho vam saber, almenys de forma fefaent, per mor dels estudis “científics”. Llavors, es va posar l’accent en la perspectiva dels “incentius” (de la motivació per incentius). Semblava de sentit comú, aquesta nova panacea. Doncs la ciència ha demostrat (i la pràctica en el món laboral, tot i que encara hi ha molts empresaris ancorats en la prehistòria) que no sempre és bo i convenient, motivar una feina amb incentius, sobretot si són materials. Un bon exemple n’és l’èxit de la wikipèdia en front del fracàs “sorprenent” d’alternatives “remunerades” que han fracassat estrepitosament. Per a la gent que li pugui interessar, aquí hi ha un bon article, sobre el tema https://hbr.org/1993/09/why-incentive-plans-cannot-work. I aquí un vídeo que ho explica prou bé, fet per un autor de renom que posa en valor la motivació intrínseca: https://youtu.be/rrkrvAUbU9Y
Moltes gràcies per la informació i per compartir-ho, Jaume .
Ok 👍
Çom a treballador he procurat fer les tasques de la manera que m’ha semblat millor, he defensat els motius i si el punt de vista de l’empresari si se m’ha srgumentst l’he acceptat. ,
Gràcies per compartir el teu testimoni, Francesc!
👍
Hi ha coses tan evidents que sembla mentida que se n´hagi de fer estudis científics. Son bons per saber com funciona el cervell, però no necessaris per aplicar-los a la vida. Com ara que no es pot estar tot l´any 5 dies a la setmana de mal humor o simplement a disgust pensant en el cap de setmana i les vacances . No es bo ni pel treballador ni per l´empresari. Alguna cosa falla.
Al final els estudis científics no fan més que constatar allò que per alguns pot semblar evident, però que per altres no seria una qüestió prioritària. Tota informació és benvinguda!
Per sort, va canviant el paradigma mica en mica, o almenys és coneix els beneficis que produeix a la millora de la productivitat.
Conèixer-ho ja és un pas, i el més important!
Certament gaudir de la feina i anar-hi content fa que es produeixi més i millor
Són dos conceptes que sens dubte van de la mà, i el més important, on les dues parts poden guanyar!
Crec que ting la obligació de fer arribar aquet article al meu cap.
Ben fet! Compartir coneixement sempre és una bona idea 😉