China: la crisis inmobiliaria y la fiebre del oro
Todo y la subida de precios hasta máximos históricos, los chinos recurren al oro para proteger sus ahorros en un contexto de incertidumbre económica y crisis del sector inmobiliario. Mientras la demanda de joyas de oro se desploma, se disparan las ventas de lingotes y monedas.
Tres años después del colapso de Evergrande, la crisis inmobiliaria de China sigue ejerciendo presión sobre un gobierno central que se enfrenta a una preocupante desaceleración económica. Algunos analistas se muestran escépticos ante la eficacia de las medidas propuestas por el gobierno central para estimular la confianza de los compradores de vivienda y el consumo en general.
Haibin Zhu, economista en jefe para China de JPMorgan, afirmaba a principios de septiembre en declaraciones en CNBC que “el hundimiento del mercado inmobiliario todavía no se ha acabado”, y añadía que el malparado mercado de la vivienda china continuará debilitándose, puesto que la serie de medidas gubernamentales de estímulo y apoyo no han sido “satisfactorias” para apuntalar el sector.
En este contexto económico, las empresas han recortado salarios, los jóvenes universitarios tienen dificultades para acceder al mercado laboral y los consumidores chinos, por sí mismos propensos a ahorrar mucho, se han vuelto todavía más frugales. Esto ha generado una gran demanda de oro por parte de los hogares chinos, que a pesar de la subida de los precios, siguen considerando el metal dorado como el mejor activo refugio.
De las joyas, a los lingotes y monedas de oro
Con subidas extraordinarias del precio del oro que duran ya casi dos años —solo desde principio de 2024 ya se ha revalorado un 23%— y cuando continúa marcando máximos históricos, no es de extrañar que las ventas de joyería se hayan desplomado globalmente. En China, las compras de joyas cayeron un 35% interanual en el segundo semestre.
Se trata del segundo trimestre más débil en la demanda de joyas desde el 2020, cuando se vio muy golpeada por la pandemia sanitaria de la Covid-19. Aun así, los consumidores e inversores chinos no han parado de comprar oro, sino que han dejado de lado las joyas por los lingotes y monedas, las ventas de los cuales, han aumentado un 46%, según datos de la Asociación China del Oro.
Es evidente que los hogares chinos se han volcado en masa a las compras de oro porque han perdido confianza en las inversiones tradicionales, como el sector inmobiliario o las acciones. Queda por ver como evolucionará el mercado inmobiliario y la economía china, pero está claro que la demanda de oro por parte de la población china está muy lejos de entrar en crisis.
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