El campo reclama más regulación para sobrevivir
Denuncian las malas prácticas de las grandes distribuidoras del sector alimentario, que ajustan los precios de la materia prima hasta el punto que, a los mismos productores, ya no les sale a cuenta producir.
El clamor de Unió de Pagesos está claro: precios justos para los productores. Una problemática que en los últimos meses ha afectado especialmente al negocio vacuno de leche, pero que se extiende a otros muchos sectores de la agricultura y la ganadería. En la raíz del problema sitúan las malas prácticas de las grandes distribuidoras, y a partir de aquí surgen nuevas problemáticas que describen la crítica situación de este sector en nuestro país.
La agricultura aporta 2.307 millones de euros al PIB de Cataluña (2020), siendo el sector económico con menos impacto al PIB, y muy lejos de los 153.039 millones que genera el sector de los servicios. Aun así, no deja de ser un sector estratégico para el conjunto de la sociedad, y solo por el hecho de ofrecer la materia prima de los principales alimentos, se convierte en uno de los principales que hay que mantener y desarrollar. La cuestión, pero, es qué precio estamos dispuestos a pagar para mantenerlo, o mejor dicho, cuál sería el precio justo que habría que pagar.
El sector primario decae en los últimos años
El sector de la alimentación ha visto, en los últimos años, un cambio irreversible en el modelo de negocio: las cadenas multinacionales llenan de grandes superficies los pueblos y ciudades de Cataluña, con unos precios tan bajos que dejan fuera del mercado a centenares de pequeños y medianos negocios. Una situación que ha afectado de forma directa y significativa al estado de salud del sector agricultor, que tal y como denuncian sindicatos, patronales y ayuntamientos, vive una situación crítica histórica. El año 2020, Cataluña registraba un total de 454 explotaciones de vacuno de leche. Para hacernos una idea, en 2010 estas cifras se situaban en 813 explotaciones y, todavía más atrás, en el 1991 se encontraban 4.329.
Actualmente, la media que se paga es de 33,28 céntimos de euro el litro. Esta es la cantidad que llega al productor, una cifra alejada del umbral de rentabilidad que se sitúa a unos 37,31 céntimos de euro el litro, y en algunos casos incluso más. No se cubren, por lo tanto, los gastos mínimos de producción, y esto sitúa a los productores en una situación económica crítica que explicaría la disminución de explotaciones.
En riesgo la soberanía alimentaria de Cataluña
Se entiende como soberanía alimentaria el derecho de los pueblos y países a crear políticas que les permitan producir alimentos según sus características y necesidades. Incluye, por lo tanto, no solo el derecho a la alimentación, sino el derecho a producir alimentos y que esta producción sirva para mantener el conjunto de la comunidad. Así lo recoge la Declaración política del Foro de ONG/OSCO para la Soberanía Alimentaria.
Cataluña podría ver afectada su soberanía alimentaria en caso de que no mejore la situación económica de los ganaderos. Si no pueden competir con los precios de las distribuidoras, y tal como alerta la Unió de Pagesos, no pueden ganarse la vida, muchos de ellos finalizarán su actividad, que en los últimos años ha disminuido de forma progresiva pero sustancial. La afectación a la sociedad se acabaría palpando en casi todos los ámbitos.
Una problemática donde cada acción cuenta
Una pérdida de actividad en el sector primario conduciría a una demanda de importaciones mucho más elevada, cosa que podría afectar tanto a la calidad como al precio de los productos básicos. Por otro lado, una falta de producción conduciría a los consumidores a renunciar a los productos de kilómetro cero y de proximidad, que al disminuir la oferta podrían, también, ver encarecidos sus precios.
Para que la situación se pueda llegar a controlar, y antes de llegar a un punto de difícil retorno, la principal problemática que hay que abordar pasa por pagar un precio justo a los productores. Así pues, el apoyo de la administración será clave en este proceso, y la gestión de las distribuidoras será clave para determinar el futuro del sector primario. Más allá, el consumidor final también tiene en sus manos el poder de contribuir al cambio, en su caso escogiendo. El reto será que, conscientes de la situación, esta elección se haga de acuerdo con criterios sostenibles y que avalen un precio justo para toda la cadena de producción.
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Bon informe, ens diu q els q anem a botigues de proximitat fem bé, ara falta que igual que les grans multinacionals disposen de bon tracte i seguretat, apliquem aquestes mateixes maneres al sector primari exigint el pagament d’un preu just pel kg de taronges, cebes, paraguaios, melocotons…etc o el litre de llet o l’hora d’un pagès. Permetent així no sols que sobrevisqui el sector sinó també el planeta🍇🍉🍊🥭🥕🍅 🌍
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Defensem lo nostre!!
L’alimentació de qualitat es la base per estar més fort animicament i no dependre de tants medicaments i receptes…
I la Unio de pagesos? Mentres ens barallem, els grans poductors, guanyen terreny. Aixo tambe podria sortir al reportatge. Jo si tingues una Web on anar a buscar la verdura KM0 i aniria.
Ben vist Ferran, consumir més productes de proximitat sens dubte serà el camí per arribar una producció més justa. Busca quines opcions tens a la teva zona, ja que cada vegada apareixen més productors km0 i de proximitat, segur que en trobes algun!
Cal seguir apostant incrementalment per a la nostra pagesia. Gracies a aquest sector podem gaudir d’aliments de primera qualitat, sempre tant beneficiosos per a la nostra salut i benestar
Totalment, David! Un sector molt necessari però alhora poc valorat. Per sort, com a consumidors tenim l’opció de posar el nostre granet de sorra per a canviar-ho.
La productivitat en l’alimentació en un país es un dret dels ciutadans i un dure de l’administració
Que els productors estiguin en aquest nivell indica la mala gestió del govern per no defensar en aquets que produeixen fo t de vida i per protegir als distribuïdors
Tota la raó Alicia
Molt entenedor 👍
Moltes gràcies Josep
Em sorprèn que la producció d´aliments sigui considerat un dret d´un país. Penso que és un deure per part del govern procurar que el país que dirigeixen sigui autosuficient en alimentació bàsica, sense especificar tipus ni classes de conreus. De sobres sabem que en cas per exemple de guerra, qui passa més gana són els habitants de les ciutats. Un tros de terra dóna per molt. Sembla doncs mol evident que un país ha de ser autosuficient sempre que el clima ho permeti, es clar. Serà un error molt gros si els catalans no en som conscients. Gràcies per posar-ho sobre la taula
Moltes gràcies Mercè pel comentari 💛
👍👍👍