¿Arabia Saudí da la espalda al petrodólar?
La noticia que Arabia Saudí ha decidido no renovar un supuesto acuerdo con los Estados Unidos que la obligaba a vender su petróleo en dólares se ha hecho viral en las redes y en la prensa alternativa, suscitando debates sobre el posible declive del dólar como moneda de reserva mundial, mientras expertos de los medios generalistas la tildaban de noticia falsa.
La información que se hizo viral en las redes y que fue repetida por algunos medios informativos la semana pasada apuntaba que el 9 de junio de 2024 Arabia Saudí no había renovado su acuerdo de 50 años sobre el petrodólar con los Estados Unidos, según el cual, estaba obligada a vender su petróleo exclusivamente en dólares estadounidenses e invertir sus excedentes en bonos del Tesoro estadounidense.
El debate se ha centrado en el hecho que este desarrollo puede acelerar la tendencia a la desdolarización, según la cual los países buscan reducir su dependencia del dólar estadounidense. Por lo tanto, debilitando todavía más la hegemonía del dólar como moneda de reserva mundial y acelerando su declive.
La prensa generalista simplemente ignoró la noticia o la calificó de “fake news”, citando expertos como, Paul Donovan, economista en jefe de UBS Global Wealth Management, que afirmaban que nunca existió un acuerdo formal que exigiera a Arabia Saudí fijar el precio de su crudo en dólares. De hecho, según explicaba Donovan, después de que se firmara el acuerdo de cooperación económica conjunta de 1974, Arabia Saudí continuó aceptando otras divisas, como ahora la libra esterlina, y no fue hasta finales de aquel mismo año cuando el Reino dejó de aceptar la libra como moneda pago.
Aun así, también han salido a la luz declaraciones dando credibilidad al supuesto acuerdo: “Desde los años setenta, los Estados Unidos han estado presionando a Arabia Saudí para que venda su crudo en dólares con el fin de proteger el estatus del dólar y exigiendo a Arabia Saudí que compre bonos y armas estadounidenses”, afirmaba Shigeto Kondo, investigador principal del Centro JIME del Instituto de Economía Energética del Japón.
Repasamos un poco de historia
El estatus del dólar como moneda de reserva mundial precede la creación de la petrodivisa conocida como el petrodólar, básicamente, los ingresos por exportaciones de petróleo denominados en dólares estadounidenses. Dicho esto, no podemos obviar los flujos financieros, conocidos como reciclaje de petrodólares, según los cuales, el dinero que los países occidentales gastan al comprar petróleo acaban volviendo en gran parte a la economía de los Estados Unidos a través de inversiones financieras o la compra de deuda por parte de los productores de energía.
Es cierto que este patrón de divisa establecido en 1973 no nace de un contrato ni de un tratado, pero sí de un acuerdo, digámosle implícito, inicialmente entre los Estados Unidos y Arabia Saudí que más tarde se ampliaría a otros países de la OPEP, según el cual los países productores de petróleo se comprometían a vender su petróleo en dólares a cambio de recibir protección del socio americano y de reinvertir el superávit de las exportaciones de petróleo en comprar armamento y deuda de los Estados Unidos a través de Bonos del Tesoro.
Dicho de otra manera, después de una crisis petrolera que puso en cuestión el futuro del dólar como moneda de reserva, sobre todo después de que Francia, Alemania y otros países liquidaran sus reservas en dólares, el ejército de los Estados Unidos se convirtió en una fuerza militar mercenaria de los regímenes teocráticos del Golfo Pérsico a cambio de asegurar que el dólar continuara siendo la moneda preferida para las compras de petróleo en todo el mundo, perpetuando su demanda y su valor.
Este reciclaje de petrodólares crea una demanda de deuda del país emisor casi ilimitada, que permite en los Estados Unidos imprimir gran cantidad de dinero (deuda) sin consecuencias. Es más, cualquier líder de esta región que se ha opuesto a vender su petróleo en la divisa americana —como hicieron Saddam Hussein y Muammar al-Ghadafi— ha sido considerado una amenaza directa al petrodólar, es decir, a la hegemonía de los Estados Unidos. A continuación, estos países han sido intervenidos militarmente, hecho que, “casualmente”, ha provocado que se retome la venta de su petróleo en dólares.
La realidad de un mundo multipolar
En última instancia, es irrelevante si existía o no existía un acuerdo formal entre los dos países que concretara el uso de la divisa estadounidense en la compraventa de petróleo. El contexto geopolítico y económico mundial en los años 70 era mucho diferente al actual. El dólar se había perfilado como la moneda de reserva “de facto” antes de que se firmara ningún acuerdo y no había ninguna alternativa real.
Hoy, pero, nos encontramos en el contexto de un mundo multipolar que está espoleando un reequilibrio necesario e inevitable del orden mundial y que no requiere la expiración de un acuerdo de hace 50 años. En el Foro de Davos de 2023, el ministro de Finanzas de Arabia Saudí, Mohammed Al-Jadaan, anunciaba que el reino estaba abierto a aceptar monedas locales para el comercio de petróleo y reafirmaba su decisión en la visita en India el pasado mes de septiembre. Las ventas de crudo en otras monedas ya no son ninguna novedad.
Durante las últimas dos décadas, el dólar ha pasado de representar más del 70% de las reservas oficiales globales al 58% actual, según datos del FMI. Esto no quiere decir que, ni mucho menos, esté en peligro inminente de perder su estatus como divisa mundial, pero es innegable que su supremacía como divisa comercial y la hegemonía que le otorga a los Estados Unidos están siendo erosionadas año tras año y tienen los días contados.
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