Invertir o no invertir, esta es la cuestión

Cuando se nos habla del dinero se comenta que es cobarde, que buscan la inversión segura, que huyen de la incertidumbre, que se esconden en aquellas inversiones que dan mucho rendimiento. Pero esto se basa en unos supuestos simplificados de la realidad que deberíamos examinar antes de creernos todo lo que se nos dice. Y uno de estos supuestos es permitir que la información que circula sobre las inversiones sea transparente y fiable

 

Cuando se discute sobre “cómo organizar” siempre hay una cierta tendencia derivar hacia la macroeconomía. Por ejemplo, cuando se discute sobre la viabilidad del Estado catalán, se confunden términos relacionados con el “mercado” y la “organización”. Se dice que Cataluña no es viable porque no es atractivo su mercado para invertir, refiriéndose al tamaño del territorio o al número de habitantes. Otros comentan las dificultades organizativas, sobre todo de falta de economías de escala para tener costes asumibles. 

Otros, mirando el mercado de la deuda, dicen que las emisiones de deuda catalana no tendrían salida. Vayamos por partes. Para empezar, la decisión de una empresa de invertir en Cataluña puede valorarse con base en sí encuentra sinergias entre su sistema de valores corporativos y los de la cultura catalana (aspecto organizativo). Eso sí, habrá que analizar  antes si los mercados potenciales la hacen viable. Por ejemplo, si se trata de un centro comercial, identificará si la localidad donde se sitúe tiene potencial suficiente (nada que ver con los habitantes de Cataluña, sino del pueblo o ciudad en cuestión). Una empresa de servicios mirará si tiene acceso a mano de obra cualificada y si la situación geográfica le da acceso a otros mercados.

  • Invertir de forma consciente

Hay que observar estos días que aquellos que valoran las inversiones para asesorar dónde deben invertir dinero aquellos que tienen, tampoco se ponen demasiado de acuerdo. De repente el bono español se califica como bono  “basura” y la prima de riesgo sube. Entonces las declaraciones de alguna autoridad competente hacen que vuelva a bajar la prima y parece que las aguas turbulentas se vuelven más tranquilas. En caso de tener dinero, los invertiría siguiendo otros consejos menos volubles, pero supongo que las agencias de rating las forman personas que valoran la información que reciben y la deben hacer circular de la mejor manera posible. Es decir, en realidad, no dejan de ser personas que miran las noticias y las interpretan a su manera. Miremos el caso de Cataluña, todos podíamos leer a cierta prensa internacional que había pedido un rescate en España. Eso sí que hace reír. Sería como ingresase mi sueldo a una cuenta de la comunidad de vecinos y la comunidad de vecinos me dijera que me rescata cuando le digo que me dé dinero para pagar la cuota de la comunidad.

El problema llega cuando esta información que se hace circular quizás no es tan confiable como debería y las opiniones acaban siendo certezas que tienen consecuencias muy graves con respecto a los intereses a pagar por el dinero que nos dejan. Volvemos a un ejemplo casero, sería como si el recibo de la hipoteca de un mes al otro pasase de 800 a 1200 euros porque mi vecino le dice al banco que no podré pagar y lo dice porque un tendero le cuenta al mi vecino que me fio la última vez y le debo la factura de la verdura. En estos momentos, ¡me alegro de que mi hipoteca esté bien firmada ante un notario e inscrita en el registro de la propiedad! También me alegro de no tener que hacer una ampliación de hipoteca en estos momentos que el vecino y el banquero se encuentran para conversar sobre mis mermadas finanzas.

  • Más organización o menos mercado

Quizás la clave es empezar a hablar más de dirección de organizaciones que de economía de mercados. Porque la realidad supera la teoría de los mercados perfectos y una de las razones de ser de la organización llamada “Estado” es precisamente ver cómo se pueden utilizar los mercados como un instrumento para mejorar la vida de las personas. Aceptar que los mercados NO son espacios perfectos de intercambio entre individuos, sino que muchas veces falta oferta, falta demanda, o bien ambas.

Así que, qué más que decir sobre si el dinero es miedoso. Podríamos decir que depende. Depende de quien los tiene, y cómo es esa persona, depende de si cree en la inversión o sencillamente se trata de dinero sin alma buscando maximizar beneficios a corto plazo, minimizar riesgos y no comprometerse con ningún proyecto concreto.

Muchos pequeños empresarios utilizan el dinero que ganan para poder sacar adelante su autoempleo y el empleo de las familias que dependen, arriesgando su patrimonio, e incluso, invirtiendo cuando no hay financiación garantizada por las entidades que deberían garantizar. Este dinero no es de miedosos, sino más bien al contrario, es de valientes. Pero vayamos por partes, muchas de las opiniones que escuchamos del mundo empresarial, las hacen muchas veces grandes directivos que no arriesgan su capital y que no son estrictamente empresarios. Supongo que los empresarios, sobre todo de PYMES, se encuentran ocupados trabajando e intentando sacar fuerzas y recursos de donde sea para continuar vivos y con esperanza. Ya está bien de hablar del dinero miedoso y cobarde y empecemos a centrarnos en las personas que los tienen en el bolsillo para mirar qué hacen. Esto llevaría a un debate mucho más fructífero y productivo. Y más auténtico.

Equip Editorial Equip Editorial
  1. Jordi MorenoJordi Moreno says:
    Jordi

    Cert aquesta es l’eterna qüestió, invertir o no, i en el cas de fer-ho que sigui dins del tempo establert per cadascun i amb les límits ben establerts sense passar del 30% del risc 📇

  2. Santiago VázquezSantiago Vázquez says:
    Santiago

    Doncs sí,!!! Exactament això. Tot depend de les expectatives que hi posis.

  3. Daniela SimónDaniela Simón says:
  4. Manel LopezManel Lopez says:
    Manel

    és lo millor

    • Mònica Cornudella says:

      Si Manel, és el millor. Gràcies per seguir-nos, ens veiem a La Plaça!

      Hace 2 años
  5. Ricard Calvo VilanovaRicard Calvo Vilanova says:
  6. Joan Santacruz CarlúsJoan Santacruz Carlús says:
  7. alicia Coiduras Charlesalicia Coiduras Charles says:
    Alicia

    Els diners no te sentit que siguin porucs si ho son estan morts, cal ser valent amb informació estar clar i assesorament
    Som un país d’autonons i pimes i també de privats que inverteixent amb projectes
    11Onze pel que veig que ens ajudarà i farà una comunitat gran

    • Aitor Canudas says:

      Bon dia Alicia, 11Onze és diferent, on un dels seus pilars és l’ètica i que ajudarà a la nostra gent 🙂

      Hace 3 años
  8. Enlil Orion Gonzalez MunzonEnlil Orion Gonzalez Munzon says:
    Enlil Orion

    Tots i totes hauriem de reflexionar en què invertim, no només els nostres diners, també, el nostre temps i energia per poder fer realitat el nostres objectius o propòsits de vida. Una educació financera de qualitat és impresndicible per poder ser lliures, tal i com expliquen en aquest article. Ànims i força per aquesta nova era econòmica.

  9. Joan BringuesJoan Bringues says:
    Joan

    Si els fets son com les expressions, us albiro un gran futur. Molts ànims.

    • Oriol Garcia FarréOriol Garcia Farré says:
      Oriol

      Moltes gràcies, Joan. Esperem tenir un bon futur!

      Hace 3 años
  10. Josep LladóJosep Lladó says:
    Josep

    En aquest sentit, el model de banca islàmica és més corresponsable.
    D’altres sistemes d’inversió molt diversificat per a petits projectes i startups també són interessants i el risc queda molt repartit

    • David LópezDavid López says:
      David

      Tota la raó Josep, personalment penso que és vital el que comentes que el risc estigui repartit, ja que això ajuda als petits inversos o als petits projectes. Per tant, una bona organització juntament amb la consciència a l’hora d’invertir, és clau. Gràcies per la teva aportació, ens veiem a la Plaça! 🙂

      Hace 3 años
  11. Luís TorderaLuís Tordera says:
    Luís

    Sóc un altre empresari “poruc”, que és juga cada dia els diners que he guanyat treballant, invertint-los altre cop a l’empresa… bon article que posa els punts sobres les i’s en el món dels “valents” inversors dels diners dels altres.

    Segur que al 11Onze sabreu assessorar-nos perfectament, ganes ja en tinc!!

    Fins aviat.

    • Jordi CollJordi Coll Planas says:
      Jordi

      Benvingut Lluís. Tenim moltes ganes de començar a treballar amb tu i sobretot de poder-te assessorar i ajudar en tot allò que necessitis i que et faci falta. Ja falta menys. Estigues atent a la Plaça, així t’assabentaràs de quan funcionarà la part bancària, només t’hauràs d’esperar unes poques setmanes. Fins llavors!!!

      Hace 3 años
    • Núria Rambla Vilamitjana says:

      11Onze és diferent i ho podràs comprovar ben aviat! un banc que sobretot ajudarà a la nostra gent!

      Hace 3 años
  12. AlbertAlbert Chic Giménez says:
    Albert

    Petits empresaris i, fins i tot, autònoms són a casa nostra una evidència exemplar de diners valents. Excel·lent article!

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