
Europa atrapada en la inflación
La inflación ha vuelto a situarse en el centro del debate económico global. Aunque en Estados Unidos los precios han empezado a moderarse con fuerza, en Europa la desaceleración es mucho más lenta y desigual. ¿Qué factores explican esta diferencia? ¿Es solo cuestión de política monetaria o existen elementos estructurales más profundos que mantienen a la Europa atrapada en la persistencia inflacionista?
La inflación no es un fenómeno nuevo, pero su gestión depende de las instituciones y de la historia de cada región. En Estados Unidos, la Reserva Federal (Fed) ha actuado de forma contundente y rápida: incrementos agresivos de los tipos de interés y una comunicación clara para reforzar la credibilidad. En Europa, en cambio, el Banco Central Europeo (BCE) ha tenido que maniobrar con mayor lentitud y cautela, porque gobierna una unión monetaria con economías muy diversas: Alemania no es España, ni Italia es Finlandia.
Además, el Viejo Continente ha arrastrado durante décadas una fuerte dependencia energética del exterior, especialmente del gas ruso, que se ha convertido en el talón de Aquiles de su estabilidad de precios.
Los factores económicos clave
- La energía como motor inflacionario europeo. Según datos de Eurostat, la energía llegó a explicar hasta un 40% de la inflación en la zona euro en 2022. La guerra de Ucrania y las sanciones a Rusia dispararon el coste del gas y la electricidad, lo que se trasladó a toda la cadena productiva. En Estados Unidos, en cambio, la independencia energética gracias al fracking y al petróleo doméstico ha amortiguado el impacto.
- Mercado laboral y salarios. En Estados Unidos, el mercado laboral es más flexible y los salarios se ajustan rápidamente a las expectativas. Esto genera un “efecto choque” inicial más alto, pero después los precios tienden a estabilizarse. En Europa, la negociación colectiva y los contratos a largo plazo han hecho que los salarios se hayan revisado con retraso, manteniendo viva la inflación subyacente. Según la OCDE, el crecimiento salarial real en Europa se concentra sobre todo en los últimos dos años, lo que ha prolongado la presión inflacionista.
- Política fiscal. El gobierno de Estados Unidos aplicó fuertes ayudas durante la pandemia, pero después las redujo con rapidez. En Europa muchos estados han mantenido subsidios y ayudas (bonificaciones a la gasolina, subsidios a la energía, IVA reducido en algunos productos). Este apoyo, aunque necesario para proteger a familias y empresas, ha acabado alimentando la persistencia de los precios.
- Diferencias en política monetaria. La Fed empezó a subir tipos en marzo de 2022 y en pocos meses ya había superado el 4%. El BCE, en cambio, no inició las subidas hasta el verano del mismo año y de forma más paulatina. La consecuencia: la inflación en Estados Unidos ha caído por debajo del 3% a mediados de 2024, mientras que la zona euro todavía se mantiene en torno al 4-5% en muchos países (ECB).
Un impacto social y político diferente
La persistencia de la inflación en Europa no es únicamente un problema económico: es también político y social. Los consumidores ven cómo la cesta de la compra sigue siendo mucho más cara que hace tres años, a pesar de las promesas de moderación. Este malestar alimenta el descontento y, en muchos países, refuerza los discursos populistas.
En Estados Unidos, en cambio, la narrativa oficial ha podido capitalizar la rapidez de la Fed, mostrando cierta recuperación de confianza en el sistema económico.
Europa frente al espejo
La inflación persistente en Europa es el reflejo de una debilidad estructural: dependencia energética, rigidez laboral y carencia de agilidad institucional. El BCE ha mejorado su ritmo, pero la verdadera pregunta es si la Unión Europea está dispuesta a realizar los cambios de fondo que necesitan sus economías.
La lección que nos llega desde Estados Unidos es clara: la rapidez y la contundencia pueden ser dolorosas al principio, pero evitan un sufrimiento más largo. Europa, atrapada entre la prudencia y la complejidad, todavía busca su salida.
Si quieres descubrir la mejor opción para proteger tus ahorros, entra en Preciosos 11Onze. Te ayudaremos a comprar al mejor precio el valor refugio por excelencia: el oro físico.
